En el 2009 escribí sobre la delincuencia y la catalogue como contrarrevolucionaria pueden leerlo aquí: http://www.aporrea.org/
En este último concluyo que la delincuencia no tiene tinte político, ni ideología. No es de derecha ni de izquierda. No se trata de gobierno, sino que el problema se centra irremediablemente en el “Sistema”. El Sistema capitalista está podrido por dentro y con él la sociedad donde convivimos. Es duro decirlo, pero sino quebramos al “Sistema” los caso como los de Mónica y su Esposo se repetirán.
Esta lucha contra la delincuencia, es una lucha que nos involucra a todos. Resulta desagradable que una minoría de ciudadanos haga fiesta con la muerte. Los mass medias son unos de los responsables de que el problema de la seguridad no agarre el cauce que debe tomar. Acusan al gobierno revolucionario de las muertes que ocurren a diario, pero olvidan las que ocurrieron en la IV república. Los años 90 fueron trágicos, y más que todo en la ciudad capital. Recordamos con dolo el asesinato de la modelo Marisol Da Silva Vieira de apenas 22 años, llena de vida y un futuro promisor fue asesinada por un desquiciado en el cerro el Ávila era 1993. Gustavo Polidor tremendo pelotero, asesinado por “hernancito” en 1995. Ese mismo año de 1995 ocurre la masacre del Urológico de San Román, donde pierden la vida una Doctora, una Enfermera, un Comisario y resultan heridas varias trabajadoras de ese centro médico. Este caso del Urológico fue transmitido en vivo y directo por las cadenas de televisión en una especie de “Reality Show”. La televisión también se dio un banquete en la desgracia ocurrida en Terrazas del Ávila en 1996, por cierto, uno de los delincuentes era el ya afamado “Hernancito” recién fugado, y que pago a funcionarios policiales millón y medio de bolívares para su fuga.
En 1996 la tasa de criminalidad en la ciudad de Caracas era de 56 por 100 mil habitantes, una tasa muy parecida a las de hoy en día. Como ven ni la Democracia Representativa para esa época, y la Revolución Bolivariana de hoy, han podido frenar a la delincuencia.
La conclusión que debemos llegar, es que no es asunto de ideología, de izquierda o derecha, de democracia representativa o participativa, sino que es un asunto de Estado-Nación, es decir de todos los ciudadanos de bien.
El Fascismo siempre ha hecho de la muerte una fiesta. Lo estamos viendo en el terrible caso de Mónica Spear y familia. Por las redes sociales unos sicópatas que quizás no tienen nada que envidiarles a los verdaderos asesinos de la pareja, tratan de hacer de esta tragedia un asunto político, cuando en verdad es un asunto de todos. Aquí todos estamos involucrados; Los Padres y Representantes, La Iglesia, Los Medios, Los Concejos Comunales, Los Partidos Políticos, Las ONG, Los Gremios Educativos, Gremios de Profesionales y Técnicos, El Ejecutivo y el Legislativo en fin la sociedad plena.
La Revolución tiene un reto como gobierno de turno. Primero catalogar a la delincuencia como contrarrevolucionaria, y tomar acciones duras de combate para reducir al mínimo este flagelo que azota a nuestra sociedad. El sitio donde ocurre la tragedia de Mónica Spear, es conocido por la alta delincuencia que por allí merodea en horas nocturnas. El patrullaje constante, sistemático, diario, debe ser una orden que se cumpla a cabalidad. Ya basta de paños tibios. La palabra debe pasar a la acción. Una Revolución verdadera no puede dejar que asesinen a sus hijos. Dejemos la retórica y las consignas para después
Es Ahora o Nunca.