El lamentable asesinato de Mónica Spear, y la inseguridad, han sido asumidos responsablemente por el Gobierno. Es también un asunto de gobernadores y alcaldes. El Gobierno nacional ha estado enfrentando las causas.
Según cifras del Instituto Nacional de Estadísticas, el desempleo formal pasó de 45% en 1999 a 62,1% en 2013. El informal de 55% a 37% en el mismo lapso. La pobreza bajó de 21,6% en 2012 a 19,6% en 2013, y la pobreza extrema de 6,3% a 5,5%. Venezuela es uno de los países que ha avanzado más en la lucha contra la pobreza, es el menos desigual en Latinoamérica y ha cumplido los Objetivos de Desarrollo del Milenio antes de 2015.
En otro esfuerzo de paz el presidente Maduro convocó a gobernadores y alcaldes de la oposición y al Poder Legislativo, con la presencia de la oposición ¿lee la oposición correctamente estas señales? Su sector radical, encadenado con la dictadura mediática internacional, ha manipulado el asesinato de Mónica Spear para enfrentar al Gobierno y continuar la desestabilización ¿No tienen que ver con la violencia? ¿Se repetirá el caso del llamado al diálogo que hizo el presidente Chávez después del golpe de abril 2002? La oposición salió a organizar el paro petrolero gritando ¡Chávez vete ya!
¿Por qué subsiste la violencia? Se va derrotando la pobreza material, pero las causas espirituales, psicológicas, económicas y culturales están vivas. Tomemos ejemplos como el de líderes y empresarios corruptos que trafican con dólares para robar al Estado y al pueblo, y funcionarios cómplices que aún no son castigados; el predominio de un patrón de consumo impuesto por los ricos y los medios de comunicación como modelo de éxito social, inalcanzable para los pobres; la penetración del crimen transnacional liderado por banqueros y fuerzas del orden, que genera entre los pobres caminos de enriquecimiento “fácil” como microtráfico de drogas, formación de pandillas, secuestros, sicariato, atracos, tráfico de armas, personas; impunidad frente a violaciones de la ley; el caos urbano y las variadas violaciones a las leyes de tránsito y a la convivencia ciudadana; maltrato y abuso de poder de funcionarios públicos; el predominio de valores egoístas propios del mercado capitalista y de la especulación financiera, condenada por el papa Francisco ¿Y la Iglesia de aquí?
Julio.escalona99@yahoo.com