Este hecho que indignó a todos los venezolano decente y sobre todo al pueblo de Ocumare del Tuy. Hecho que pasó casi desapercibido por los medios de comunicación y por los asalariados defensores del gobierno que escriben en Aporrea. El hecho aconteció el pasado miércoles en la población de Ocumare del Tuy en horas de la tarde. Los delincuentes cercaron dicha población y decretaron un toque de queda. Todo porque el CICPC cumpliendo con su deber envió derechito al cementerio a tres de los más connotados asesinos de la zona.
Los malandros doloridos por la muerte de sus compinches decidieron sitiar a Ocumare y forzar a un toque de queda a los comerciantes quienes se vieron obligados a cerrar, a las escuelas que tuvieron suspender sus clases y a la población en general que debieron de quedarse en sus casas para no poner sus vidas en peligro.
Así están las cosas en nuestro país: ahora son los malandros los que mandan. Ni la policía municipal ni la guardia que llegó bien tarde pudieron hacer nada. El malandraje estaba envalentonado, la guardia y los policía eran simple espectadores de aquel toque de queda. El ejército no está para reprimir al pueblo (dicen los benevolentes dirigentes de esta "revolución") y los delincuentes forman parte de ese pueblo. Que jodan, que hagan todo el daño que puedan. Que maten a quien les de la gana, eso no les importa un comino a estos piadosos revolucionarios. Con tal que no se metan con ellos y sus familiares. ¡Al carajo los enfermos!.
El toque de queda culminó cuando a estos delincuentes les dio las ganas de terminarlo. Como consecuencia de esto la población ocumareña quedó con el miedo colgado sobre sus hombros. Las clases fueron suspendidas hasta el próximo Lunes ya que para el día de hoy (Viernes) estos malandrines van a enterrar a sus tres compinches y ya todos conocemos como son los entierros de esta gente. Plomo y más plomo y no llanto es lo que saldrá de ellos. Seguramente volverán a cerrar las vías por donde pasearán a los difuntos, todo bajo la mirada complacientes del Alcalde y sus policía y de la guardia que los protegerá para que nadie se meta con ellos,
Las personas que viven en Cúa y que trabajan en Ocumare, el día que los malandros impusieron su voluntad, tuvieron que hacer un gran esfuerzo para regresar a sus hogares sanos y salvo.
Ojalé esto no sea el preámbulo de otros toques de queda que imponga la delincuencia que azota a todos los Valles del Tuy. Valles que sirven de dormitorio a la inmensa población que trabaja en Caracas pero que también sirve de refugio y de centro de acción a todo el perraje delincuencial que huye de la capital. Cuando llegan aquí todos los organismos policiales se olvidan de ellos y los dejan a su libre albedrío.
La inseguridad que existe en los estados fronterizos con Colombia se está incubando en los estados centrales y costeros. Se nos viene encima y al gobierno solo se le ocurre nombrar un Movimiento por la Justicia y la Paz y eliminar todos los portes de armas civiles. Ese movimiento seguramente será uno más de esos movimientos que crea el gobierno para distraer a la gente. La eliminación del porte de arma civil es la continuación de la ley desarme que terminará de dejar en manos de la delincuencia a todas las personas honradas y trabajadora de este país.
Lo sucedido el día Miércoles en Ocumare es consecuencia de un gobierno que ha sido incapaz de enfrentar el delito en todas sus modalidades. Un gobierno que gasta miles de millones de bolívares en armamento, entrenamiento y mantenimiento de unos cuerpos policiales que han resultado ser totalmente inútiles a la hora de combatir la inseguridad. Un gobierno que glorifica a ese parapeto de institución que llaman "Guardia del Pueblo" y que solo ha servido para alcahuetear todas las invasiones y trancas de carreteras, calles y autopistas en todo el país. Institución corrupta hasta los tuétanos ya que gran parte de sus funcionarios de altos, medios y bajos rangos, están incurso en delitos como el narcotráfico, contrabando de todo tipo (el de la frontera es el que le proporciona más ganancia a los generales), robo de ganado, matraqueo de inermes ciudadanos, etc.
Algo más...Lo de Ocumare no se debe repetir. Si el gobierno no nos protege, tendremos que armarnos y formar nuestras propias autodefensas para poder asegurar que haya justicia y paz. Los burgueses de viejo y nuevo cuño se roban el dinero que produce el petróleo que es de todos nosotros. Los delincuentes se roban nuestros bienes y nuestra tranquilidad. ¡Ya vasta carajo! La gente decente y trabajadora no merece tanta mierda.