“Nosotros combatimos con armas psicológicas, sociales, económicas y políticas”. Gene Sharp.
El pasado 23 de abril del año en curso escribí un artículo, que podrán encontrar aquí mismo http://www.aporrea.org/
La oposición venezolana nos tiene acostumbrados a que su acción política se fundamente en la irresponsabilidad, la improvisación, la politiquería y en muchos casos en la violencia como forma de hacer política, estas acciones políticas se realizaban anteriormente y continúan en la actualidad, siendo estas las razones por las que no tuve una reflexión y respuesta positiva a tales interrogantes.
Soy de los que cree en el diálogo serio, responsable, de altura y necesario, a tales efectos es el camino para garantizarle a nuestro pueblo y a las futuras generaciones, un país de paz verdadera, que nos permita avanzar hacia un desarrollo en el marco del socialismo como única alternativa.
El proceso de desestabilización que se viene aplicando desde el 12 de febrero del corriente, para llevarnos a un escenario de ruptura que continua y se está ejecutando por fases y los actores políticos de oposición están coordinados bajo la misma estrategia, que se fundamenta en generar un escenario de perturbación y turbulencia social que genere una ruptura y posible transición política, violenta o pacífica, veamos:
La estrategia de acción “no violenta” del manual del golpe suave de Gene Sharp se desarrolla en varias etapas o fases, en una primera fase el objetivo se centra en el desgaste social, generar matrices de opinión fundamentadas en problemas reales o potenciales para minar a la opinión pública nacional y así crear conflictos, promoviendo el descontento.
En una segunda fase, los actores de oposición deben centrar su discurso en el tema de los Derechos Humanos y la libertad de expresión, acusando al gobierno de totalitario, esto con el fin de crear fracturas en las bases de apoyo, deslegitimando el gobierno nacional.
Una tercera fase, busca motivar a la movilización y/o calentamiento de calle, fundamentando las mismas en luchas por demandas sociales, es una estrategia de generalización de las protestas exponiendo fallas gubernamentales.
La cuarta fase, se basa en lo que ya el Presidente Nicolás Maduro ha denunciado, referente a la guerra psicológica, cuyo objetivo es desmoralizar y crear un clima ficticio de ingobernabilidad, en esta etapa los actores económicos se articulan para aplicar el método de no cooperación económica y así hacer que el pueblo caiga en desesperación y pánico, lo que a su vez provocaría la última fase que es la fractura institucional, por ejemplo una división a lo interno de las Fuerzas Armadas que a su vez genere un quiebre de las fuerzas políticas y sociales que apoyan al gobierno.
El vil asesinato del camarada Robert Serra, acontecimiento que ha conmovido a todos los venezolanos de bien, es parte de ese plan de largo plazo para acabar con la revolución bolivariana, pero ante tales atrocidades, solo la conciencia revolucionaria del pueblo es capaz de frenar los embates de la derecha nacional e internacional, nos esperan tiempos difíciles, escenarios muy complejos, por eso, ahora más que nunca el llamado del Comandante Supremo se hace imprescindible “UNIDAD UNIDAD, LUCHA, BATALLA Y VICTORIA”.
HASTA SIEMPRE CAMARADA!
VENCEREMOS!.