Bastante parcializada y manipulada debe estar la ONU para que su Comité contra la Tortura exija la “liberación inmediata de Leoplodo López y de todos los presos políticos” y además le ponga fecha tope a la jueza que lleva el caso para que actúe según ese dictamen: tiene tres días hábiles para cumplir “el mandato”.
Con manipulación y cinismo se pronuncian: “No se trata de un pedido caprichoso, no se trata de libertar a una persona vinculada a un hecho delictivo como se quiere hacer ver, sino de una persona que está detenida por el simple ejercicio de sus derechos civiles…Nadie puede ser detenido por sus ideas”. (¿?)
Al exhorto le agregan la amenaza velada: “El documento presentado por la ONU es de obligatorio cumplimiento para el Estado venezolano, puesto que es un organismo convencional, aseguró Juan carlos Gutiérrez, uno de los defensores de López.
La ONU ha sido muy diligente al solicitar la libertad de López, igual pronunciamiento lo hizo el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el jefe del Gobierno de España, Mariano Rajoy, el expresidente del Gobierno español, José María Aznar y últimamente el canciller de Canadá. Todos tienen en común su apoyo a grupos mercenarios y terroristas, así que nada de raro tiene que respalden a López. Ya veremos por qué.
Estos personajes (por calificarlos de alguna manera) son los responsables directos, los autores intelectuales de impulsar guerras de agresión, conquista y saqueo de recursos naturales a otras naciones, de violación sistemática de derechos humanos, de genocidio, de torturas en cárceles clandestinas y en territorios como Guantánamo, de privar de servicios básicos de salud, educación, vivienda y trabajo a miles de millones de personas en Europa y en otras partes del mundo. Entonces nada raro tiene que apoyen a un fascista que igual que ellos llevaría al país a la ruina.
Pero veamos el prontuario de López: Durante cuatro años consecutivos, desde 1999 hasta el 2002 organizó y dirigió en acciones violentas y conspirativas contra el gobierno legal y legítimo de Hugo Chávez, antes, durante y después del Golpe de Estado contra Chávez el 11 de abril de 2002, fue uno de los principales instigadores a desconocer la Constitución y demás leyes. No hay que olvidar que junto a Henrique Capriles, entonces alcalde de Baruta, se convirtió en perseguidor de funcionarios del gobierno chavista, de diputados y revolucionarios. Recuérdese el caso del ex ministro Ramón Rodríguez Chacín y del ex diputado Tarek William Saad, a quienes expuso a ser agredidos por las “turbas fascistas”.
No hay que olvidar que durante las “guarimbas” o el estado de terror que organizó, impulsó y dirigió desde el 12 de octubre hasta comienzos del mes de juinio de este año el saldo fue de 42 hombres, mujeres y niños asesinados, asalto y quema a un preescolar con 82 niños igual que la quema de una estación del Metro de Caracas, numeros bienes públicos dañados y quema de la Universidad del Táchira en San Cristóbal.
Este es el balance parcial de las actividades de López ejerciendo sus “derechos civiles”. Ciertamente que en Venezuela no se persigue a nadie por sus ideas, de lo contrario estaría preso desde hace mucnos años por sus ideas y prácticas fascistas.
El Comité contra la Tortura de la ONU debe investigar el ejercicio de los “derechos” de López para emitir semejante exhorto y amenaza a un Estado libre, soberano e independiente.