Soy dominicano, y desde que tengo uso de razón he crecido lidiando el eterno conflicto migratorio con nuestros hermanos haitianos. Dominicana es una nación soberana que habita en una isla de las Antillas mayores del Caribe, compartida con Haití; de los 75, 898 kilómetros cuadrados que tiene dicha isla, 48, 198 kilómetros cuadrados nos corresponde a los dominicanos con sus islas adyacentes, y 27, 700 kilómetros cuadrados le corresponden al hermano Haití. Nosotros los dominicanos nacimos hecho nación un 27 de febrero del año 1844 cuando nos independizamos de Haití quienes nos tenían ocupado en ese entonces.
Desde entonces Dominicana y Haití han tenido que transitar un sendero difícil y complejo, cargado de sinsabores para ambos pueblos que compartimos la isla, gracias a la Fuerza Divina que nos rige, los dominicanos y los haitianos hemos ido construyendo una madurez en el manejo de nuestras relaciones bilaterales. El mundo conoce la tragedia haitiana en todos los ámbitos, la misma que ha llevado a millones de nacionales haitianos a emigrar al lado oriental de la isla, su luz más cercana para salirle corriendo al drama espeluznante que les ha tocado vivir a lo largo de su historia.
Los dominicanos hemos sido la nación en el mundo más solidaria con el hermano pueblo de Haití, esto no admite ninguna discusión ni duda alguna, sin embargo internacionalmente hemos sido juzgado injustamente como racistas y xenófobos, y esas matrices de opiniones, por supuesto han sido posicionadas por las naciones imperiales del planeta, quienes en vez de ayudar a la nación mas pobre del hemisferio occidental del planeta, están dedicadas a conspirar contra las buenas relaciones entre Haití y Dominicana. Y esto lo han hecho aprovechando la genuflexión de sectores de la oligarquía de ambas naciones con el fin de acentuar las diferencias entre nuestros dos pueblos compartiendo una misma isla.
El tema dominico haitiano es utilizado por las naciones imperiales y las empresas multinacionales satánicas(brazo operativo de las elites del planeta para saquear las riquezas de nuestras naciones), para desviar nuestra vista de los problemas realmente fundamentales y por supuesto crear crisis con el fin de justificar hasta intervenciones militares apañadas por las Naciones Unidas ante supuestas crisis humanitarias que ellos mismos generan, para lograr ambientes favorables a sus intereses malignos de destrucción y saqueo. En el caso dominicano, mientras sectores en nuestro país aúpan el nacionalismo anti haitiano esos mismos sectores guardan silencio con el genocidio que está causando la empresa extractiva de oro Barrick Gold en la Provincia Sánchez Ramírez en territorio dominicano. Poniendo el ejemplo anterior como el caso más grave que adolecemos actualmente los dominicanos, en el uso de esta estrategia de la plutocracia planetaria contra nuestros dos pueblos.
Los eventos que se dan en el mundo, hay que tomarlos con pinzas de laboratorios, porque siempre desde el oficialismo se tejen mallas de hechos con tinte sensacionalista solo para distraernos de otros que son los verdaderamente trascendentes, ese es el arte de gobernar, ir creando circos que atraigan la atención de las masas ignorantes que el mismo sistema promueve con el fin de que siempre sean manipulables. La materia prima del sistema actual que mantiene oprimido a los pueblos del planeta es la ignorancia, tienen necesariamente que aportar conflictos de todo tipo para impedir a los pueblos la serenidad para analizar los eventos que se producen en el seno del aparato estatal.
La Revolución es ante todo un acto de conciencia, se manifiesta con la ruptura de una cultura creada intencionalmente para mantenernos como mansas ovejas, dóciles, sumisas y obedientes. Ser revolucionario implica de hecho ser siempre rebelde a la agenda oficial, preferible ser un rebelde aun sin causa que un manso cordero al que manejan con facilidad hasta llevarlo al matadero. Despertar la conciencia es el primer acto de un revolucionario, a un verdadero revolucionario no lo guía nada ni nadie, más que los dictámenes de su conciencia. Se une a las luchas por convicción no por moda o mera rebeldía humana.
Otros problemas fundamentales deben de ocupar la atención de los pueblos, en el caso del Bravo Pueblo de la República Bolivariana de Venezuela, lo he dicho y lo diré siempre, el magnicidio más grande que se ha cometido contra ser humano alguno en los últimos tiempos, el de Hugo Chávez, es el principal problema al que deberían de sumarse todos los revolucionarios. Si no son capaces de analizar con libertad y profundidad todo el plan que se opero a nivel de las elites gobernantes del mundo para salir de Hugo Chávez, se extinguirá el sueño revolucionario que cautivo a un pueblo y atemorizo al sistema planetario dominante.
El complejo imaginario de los conflictos fronterizos y migratorios jamás se pueden solucionar con medidas radicales, sin dejar secuelas de dolor e injusticias a su paso, la humanidad siempre ha sido caminante, se mueve por diversas razones, siempre hacia el horizonte que le provea mejores condiciones de subsistencia. La sobrevivencia humana es capaz de desafiar lo que sea en aras de seguir existiendo.
Hugo Chávez aferrado al pensamiento bolivariano, sería incapaz de producir un trauma a pueblo alguno en aras de solucionar un problema de carácter nacional. La visión bolivariana de la Patria Grande, obliga por principio a sustentar su comportamiento estatal en preceptos divinos: "Al extranjero no maltrataras ni oprimirás, porque extranjero fuisteis vosotros en la tierra de Egipto". Éxodo 22:21. De lo contrario se vería como una contradicción ideológica cualquier postura que se asuma sin medir consecuencias del dolor que causa al pueblo migrante a los fines de intentar resolver una situación con debida inteligencia y sabiduría, que para mí, no es el caso de la especie, este conflicto tiene otras aristas, lo que no se ve es mayor a lo que se ve. Lo que se intenta apagar, pero que jamás se apagará.
Aun con los Estados Unidos de Norteamérica, Hugo Chávez siempre tuvo una deferencia con el pueblo estadounidense, con el que fue siempre solidario, abierto y amigo. Nunca vimos al Comandante Chávez tomar una medida contra un pueblo, siempre tuvo posturas contra los gobernantes entreguistas y pitiyanquis como solía decirles, pero jamás con los pueblos. Ni de forma ni de fondo.
La postura del Presidente Maduro, puede ser todo lo soberana que se quiera, podría estar cargada de verdad y racionalidad en su contenido motivacional, pero en su forma de aplicarla, es lejana completamente al ideal bolivariano. La Patria Grande lo es toda nuestra América Latina y los Países del Caribe que la conformamos. La Patria Grande incluso es un precepto de la nueva constitucionalidad que afloró en la región a partir de la nueva constitución que parió el pueblo venezolano en la era de Chávez.
La actual crisis en la frontera Venezolana Colombiana, no guarda relación alguna con las crisis anteriores que se dieron en la era de Chávez. Cuando Chávez, el despliegue de fuerzas militares bolivarianas ordenada por El, se daba en el contexto de una clara y abierta confabulación del gobierno de Álvaro Uribe con el Imperio Norteamericano en ocasión de la instalación de las bases militares del Imperio Norteamericano en lugares fronterizos estratégicos, que si resultaban una flagrante amenaza a la soberanía del territorio de la República Bolivariana de Venezuela.
Vimos al Presidente Hugo Chávez siempre decidido y solidario ante las agresiones del Imperio Norteamericano a otras naciones suramericanas con gobiernos progresistas, como fue el caso de Bolivia, que Chávez se lo tomo para Él, y decidió romper en ese momento relaciones diplomáticas con el gobierno de los Estados Unidos, por su comportamiento injerencista en detrimento del gobierno socialista de Evo Morales. Igual lo vimos decidido y firme en su compromiso con la Patria Grande, cuando el Gobierno de Álvaro Uribe, traspaso los límites fronterizos con el Hermano Ecuador, en una acción militar con la Guerrilla Colombiana de la FARC, creando una crisis entre Ecuador y Colombia. A la que Hugo Chávez inmediatamente se unió y la tomo para El, porque se trataba de una agresión contra un país con un gobierno progresista, miembro del ALBA, involucrado en este gran sueño de la Patria Grande y Soberana de América Latina y el Caribe.
Que no se apague la llama que encendió el Libertador Simón Bolívar y Hugo Chávez, de una Patria Grande, justa, hermanada y feliz entre todos los pueblos que habitamos Centro América, Sur América y los Países del Área del Caribe. Necesitamos determinación y firmeza contra los traidores presentes en nuestros territorios entregados a las elites planetarias del sistema injusto que nos gobierna, igual contra los nuevo corruptos rojos rojitos, y las empresas de maletín que defalcaron las arcas del Estado Venezolano mientras Chávez luchaba por seguir existiendo públicamente.
Seamos celosos en la protección de nuestras fronteras espirituales, salvaguardas de nuestras almas, que le dan razón de ser a nuestros sueños de Patria Grande, que no socaven nuestro territorio neurológico y se apropien de nuestras mentes con sus sofisticados métodos de control mental. El bien más preciado somos nosotros mismos, nuestra eterna tarea es ir mas allá del sistema que nos han impuesto para oprimirnos, esa es la frontera que debemos fortalecer por sobre todas las cosas, la del amor y la hermandad con nuestros pueblos latinoamericanos y caribeños, como nos lo enseño Chávez.
¿Qué pasa con el ideal bolivariano? ¿Desapareció con la desaparición de Hugo Chávez? Existen otros problemas medulares que si merecen nuestra total atención, como el asesinato y la traición al Comandante Hugo Chávez. Asesinaron Mier Hoffman, una versión oficial de los hechos y se cerró el caso. Ningún circo impedirá el desvelamiento de la verdad. Y cuantos más caigan por esta causa mucho mas serán los que se levantaran para proseguir la lucha, pero que nadie lo dude, obtendremos a justicia. Chávez no fue tan tonto dejo un ejército silencioso desplegado en el mundo.
Venceremos!