La polarización del país ha sido tan nefasta que la figura del preso político sea ha institucionalizado y convertido  en una especie de mercancía transable para la obtención de créditos políticos y hasta económicos. Al preso político lo han transformado en el protagonista de un juego macabro, que lo tiene a merced de dos bandos que alimentan sus egos y ansias de poder en forma desmedida, sin pensar en ellos, ni en sus familiares, salvo cuando le sirven a sus propósitos.

 

Para la MUD, el preso político se transformó en su mejor aliado, siempre que siga preso, es un número, una cifra que llevar a organismos internacionales, para obtener desde espacios en medios de comunicación hasta recursos para seguir luchando por la libertad. Seguramente pocos de los líderes saben los nombres de sus presos, no les interesan. Solo son importantes para demostrar que estamos en una Democracia imperfecta, jamás dicen una Dictadura, ya que tienen su curul o su puesto  y son parte del sistema.

Se olvidan de las familias, no les importa ver a madres, esposas e hijos llorando, porque lo importante en las encuestas son los alimentos y las medicinas, no los presos. Ellos se lo buscaron, ¿Quién los mando? (algunas veces ellos, pero se ocultan). Eso si, usan su principal herramienta para manifestar su descontento en las redes sociales (se hablan entre ellos) pero de allí a la acción muy poco, un ejemplo la Ley de Amnistía, un obstáculo previsible en el TSJ y hasta allí la acción. Quedando la pregunta ¿En realidad querían a sus presos políticos fuera de las rejas?, los resultados dejan la mayor de las dudas.

 

Mismos actos, mismos resultados.

Un buen ejemplo, del circulo vicioso del juego macabro entre el Gobierno y la MUD con respecto a los presos políticos, son los dos últimos activistas detenidos. El libreto ya común para todos, el gobierno los detiene, les consigue un dinero de procedencia dudosa, los aíslan, le violan los elementales derechos constitucionales a su defensa, les rapan el pelo y los expone para que los fotografíen y así mandar el mensaje fuerte y claro ¨Sí te metes conmigo esto te va a pasar y nadie te va a salvar.¨

La respuesta de la MUD, no se hace esperar, quejas a través de redes sociales, declaraciones tímidas y por supuesto la entrevista a la familia por CNN con Fernando del Rincón no puede faltar. Un ABC predecible y los días seguirán sus pasos, 45 días de investigación para acusarlos y posterior espera a una audiencia preliminar que será el día que al Gobierno le venga en gana (promedio un año) y se transformaran en un número más y un motivo para viajar a conferencias en diferentes países exponiendo sus casos, pero eso sí, los presos tras las rejas.

 

El circulo vicioso del miedo.

 Por otro lado, el gobierno de Maduro se ha convertido en una maquina de fabricar, para su beneficio, presos políticos, ya que encontró la manera perversa de generar miedo a la población, poniendo tras las rejas a más de Tres mil ciudadanos (desde el 2014) quienes cumplen un perfil especifico, en su mayoría son personas comunes y corrientes  que no son líderes de primera línea, por el contrario deben ser lo más desconocido posible y así poder liberar algunos sin mucho escándalo. Las medidas cautelares se transforman entonces en una cuerda que los ata de manera perenne. Los que no son liberados, generalmente son activistas de segunda o tercera línea. El gobierno mantiene un número de detenidos entre setenta y noventa (92 según algunas ONG para el momento actual).  El gobierno evita siempre llegar a la centena, ya que pasar de 100 no es buen digito para lo que buscan, que es generar miedo en el ciudadano de a pie usando el discurso ¨Tus lideres te abandonaron¨ logrando de esta manera sembrar la desesperanza y aumentar su dolor. La ola expansiva del miedo, a través de los presos políticos, se ha transformado en un mecanismo de control social casi perfecto.

 

Una de las maneras de romper la polarización es exigir a sus propios líderes (de un lado o del otro) resultados y no aceptar como excusa que los problemas provienen del lado contrario. Por ejemplo, al día de hoy no hay un líder que se haga responsable de la orden y del dinero que llevaban estos jóvenes activistas detenidos para una actividad política organizada por la MUD. Igualmente pasa con los activistas del gobierno de Maduro, no se alegren por ver a jóvenes opositores presos, porque los próximos pueden ser ustedes. Solo basta levantar la voz para ser tildado de opositor y enemigo, y terminar en un presidio que suele ser cruel y su dolor infinito.