Como gesto de buena voluntad, y con la serenidad de quien no tiene nada que ocultar, pero si mucho que decir nuestro presidente Nicolás Maduro invitó a la señora Michelle Bachelet Alta Comisionada de la ONU para los derechos humanos a nuestro país, ya que Venezuela es vista desde afuera como un país sin esperanzas de vida, gracias a los buenos oficios de diferentes medios privados tanto nacionales como internacionales, y a una oposición empeñada desde hace 20 años en tomar el poder, tomando atajos tan violentos que han enlutado a muchos hogares venezolanos y nos han dejado horrorizados de las mentes criminales que pueden desarrollar, para lograr sus objetivos.
Llegó el gran día y todas las autoridades competentes le rindieron cuentas a la invitada especial del Presidente de la República, le mostraron la realidad del país, ese país que tiene carencias y dificultades, pero que no se está cayendo a pedazos y eso cualquiera lo puede comprobar, visitando un centro comercial, una sala de cine, un restaurante, un supermercado e inclusive las calles del país repletas de alimentos tanto procesados, como cultivados en nuestra maravillosa tierra, los parques llenos de niños, los colegios en pleno funcionamiento, las universidades abiertas, y una vista hermosa de casas y edificios habitacionales de la Misión Vivienda hechas en revolución que se pueden ver a lo largo y ancho del país.
Lamentablemente y por razones que todos conocemos a estas maravillas las opaca un bloqueo económico impuesto por los EEUU, como forma de castigo al pueblo venezolano que se ha negado a doblar la rodilla, y se ha negado a darle la espalda al presidente legítimo de Venezuela. Todos sabemos que si impiden la entrada de medicamentos, el pago de deudas a nivel internacional, secuestran los fondos venezolanos en el extranjero, toda esa merma económica recae en la calidad de vida del pueblo y sobre todo el más vulnerable, porque esos son los fondos que el estado venezolano utiliza para la importación de los bienes y servicios que surten a las instituciones proveedoras de salud, de transporte, de electricidad etc. la presidencia tiene su avión, los políticos tienen sus automóviles, hay otra parte de la población que tiene los medios e ignora por completo la necesidad detrás de ellos, aunque se han visto afectados por las medidas tomadas por los EEUU, pero no usan metro, no usan transporte público, las fallas del metro perjudican a sus usuarios, los cortes de electricidad afectan al pueblo en general, así que ya es hora, que dejemos de pensar en la buena voluntad que tienen los EEUU y demás injerencistas por salvarnos a nosotros ¿De qué? ¿Cómo dices querer ayudar a una persona cuando los asfixias? ¿Cómo puedes pensar en alguien cuando le niegas la salud? ¿Cómo puedes hablar de libertad cuando lo amenazas? Y así vivimos nosotros bajo la amenaza de los EEUU que todos los días nos recuerda que TODAS LAS OPCIONES ESTAN SOBRE LA MESA.
Todo eso se le mostró a la señora Bachelet, quien pudo confirmar que aquí todo el que quiera pegar cuatro gritos en la plaza pública, lo hace sin que nada pase, y que ella misma habló a la prensa y había más periodistas y micrófonos que personas comunes. ¿En serio señora Bachelet la libertad de expresión está en peligro en Venezuela? ¿Fue esa la impresión que usted se llevó? ¿O la que quiso ver? Se paseo libremente por todas las instituciones del estado sin restricción alguna, habló con las altas autoridades del gobierno e inclusive habló con el presidente de la Asamblea Nacional ese que se hace llamar presidente encargado, escuchó a las victimas de las guarimbas, ¿Y lo único que le preocupa es que hay presos, acusados de causar las muertes de cientos de venezolanos? Las victimas de las guarimbas son la obra de esos presos. ¿En serio las instituciones del estado están erosionadas? Porque de ser así no la hubiera invitado el presidente de la República, la hubiera traído la oposición señora, que necesitamos un diálogo, claro que lo necesitamos, pero no es un diálogo condicionado, no es el diálogo que quiere la oposición, que se sienta a hablar y mañana Maduro abandona Miraflores, no es así, porque aquí hay un pueblo que votó por él, señora aquí ya no estamos en la época de la IV, dónde los cargos se jugaban al mejor postor, y el pueblo que era el que elegía ni se enteraba, aquí somos nosotros quienes ponemos y sacamos presidentes. Así que si Maduro quisiera renunciar, primero tiene que rendirnos cuentas a nosotros los que los pusimos allí.
Pero yo concuerdo con Bachelet, merecemos vivir sin miedo, no podemos seguir aceptando intentonas golpistas, vivir sometidos a las amenazas de dirigentes `políticos sin capacidad de liderazgo, que utilizan la violencia como arma para alcanzar el poder y ponen al pueblo como carne de cañón, convirtiéndolos en mártires de su codicia. No podemos seguir siendo los daños colaterales, es inaceptable que personajes oscuros hablen y planifiquen la muerte de personas como si fueran piedras en el camino. No podemos seguir viviendo en la zozobra de pensar, que en cualquier momento van a bombardear una institución o un servicio público como ya lo han intentado. Estos personajes han perdido todo sentimiento humano. Y usted señora Bachelet en su informe ignoró todo lo que recopiló, el dolor de un pueblo causado por la violencia generada por esos a los que usted llama defensores, debemos suponer que la madre del joven Figuera tiene que aceptar que su hijo fue quemado vivo ¿Por qué están defendiendo los derechos humanos? Y así como él tantos hijos, esposas, esposos, madres y madres que perdieron a su ser querido o que quedaron lisiados. Esas son las víctimas, esas que usted se le olvidó mencionar. No podíamos esperar más, pero tampoco esperábamos que fuera tan parcializada. Sí, señora Bachelet si tenemos miedo, miedo a que está oposición apátrida siga haciendo invitaciones al vació, donde sólo hay víctimas, pero son muchos años de lucha, de resistencia y constancia para que el miedo nos acorrale, no tenemos miedo a enfrentarnos al enemigo, tenemos miedo a que cuando Rondón pelee no haya vuelta atrás. Ah y por último pedimos a Bachelet y quien vino fue Luis Almagro.