Lamentablemente nos vemos obligados a ocupar nuestro tiempo y espacio para las alertas. Estamos buscando que las autoridades nacionales y regionales competentes demuestren que verdaderamente están ejerciendo funciones en defensa del pueblo y de la patria.
En Ciudad Guayana la problemática medico existencial se encuentra traspasando la línea del caos; los dos hospitales que funcionan en la zona lo hacen en un mínimo de su capacidad instalada; bajo el control de un grupo medico con mucha abnegación y disposición; pero trabajando con las uñas, sin insumos médicos, sin medicamentos y sin material quirúrgico. Los pacientes tienen que costearse con sus recursos los gastos que ocasionen su estadía; pero observamos como en los mercados municipales y los puestos de buhonería que ahora abundan por doquier venden medicinas sin que nadie averigüe su procedencia y calidad. Por otro lado a los trabajadores de las empresas que les descuentan religiosamente sus HCM no están siendo atendidos en los centros privados de hospitalización. Lo que agudiza inclementemente esta problemática en la zona.
Queremos igualmente señalar la anarquía rampante del servicio del transporte urbano y suburbano. Los dos terminales de pasajeros están bajo el control de la especulación. Los pasajes para viajar a Valencia o a Caracas traspasaron el límite del millón y dele en bolívares. Las rutas urbanas las han fraccionado creando problemas económicos en la población. La crisis del suministro de la gasolina no está libre de las garras de las mafias que condimentan la calamidad del servicio del transporte. En otro orden de ideas queremos dejar constancia haciendo un llamado sobre los centros de educación privado que funcionan en el municipio Caroni, donde sus docentes hacen paros conscientes de la especulación y de los bajos sueldos que reciben, no cubren sus más inmediatas necesidades.
Estos tres elementos de la salud, el transporte y la educación; reclaman la presencia de los ministros de la Salud, Educación y Transporte; pero que no vengan a banquetes en el Intercontinental, ni a un relax por la Llovizna, ni a los castillos del municipio Casacoima; sino que vengan y se adentren en las catatumbas como suelen algunos decir en sus declaraciones. Ojala y el profesor Isturiz visite la escuela Técnica Andrés Bello ubicada en Unare; o la escuela Simón Bolívar en Villa Bahía; o que el ministro del Transporte vaya al depósito de autobuses ubicado en las adyacencias del terminal de Puerto Ordaz; o que el ministro de Sanidad se dé una paseadita por los CDI de las Amazonas, Uchire, Urbanización Orinoco, los Olivos; o los hospitales Uyapar y Guaiparo.