Anoche recibí un msj de la gente que viene trabajando por la libertad de la pareja de ingenieros de Pdvsa Abyelis y Chirinos.
Me enteré de la mala noticia de que la muchacha se contagió del Covid19 dentro del Dgcim lo cual es un hecho grave no solo porque ella venía sintiéndose mal y nunca le reconocieron que estaba contagiada, pese a que tanto insistir le hicieron los exámenes pero nunca le daban los resultados; hasta que súbitamente empezaron a suministrarle el tratamiento. Pero además, fue contagiada por algún funcionario de ese cuerpo de inteligencia militar; considerando que ninguno de los allí detenidos tienen visitas externas de familiares y muchos menos sus abogados. Es decir, se contagió y las autoridades nunca admitieron que estaba infectada lo cual es una actitud inaceptable que raya en la indolencia y el deshumanismo de marca mayor de un par de altos oficiales como el MG Hernández Dala y del Gral de Brigada Carlos Terán que no debería extrañarnos si esos militares pertecieran a las huestes de las Fuerzas Armadas de los tiempos de la Cuarta Republica dónde las ejecuciones sumarias extrajudiciales, la torturas, malos tratos y actos de crueldad hacia los presos eran rutinarios y formaba parte de los manuales para vejar y denigrar de la dignidad humana de los prisioneros; manuales estos diseñados en la Escuela de las Américas de Panamá.
Eran otros tiempos y tú cómo yo, no nos cansamos de hacer centenares de denuncias contra militares y policías involucrados en esas prácticas indeseables y violatoria de los ddhh; particularmente contra quiénes terminaban en las lugubres celdas de esos Gobiernos del Puntofijismo. Centenares de averiguaciones de nudo hecho formule en mis tiempos que presidí la Federación Nacional de Defensa de los DDHH de Venezuela (Fenaddeh), ante la Fiscalía del MP y ante los propios Tribunales y aunque parezca mentira logré en muchas oportunidades hacer justicia en un País donde imperaba como norma Gobiernos con Democracias autoritarias y neoliberales.
Para solo recordar dos casos, con la Juez Penal 43 de Caracas Melida Alexic Molina, que después terminó presa por corrupcion, logré que le dictara aún bajo el Estado de Sitio y Suspensión de las Garantías Constitucionales por el Caracazo del 27F al oficial de la PM que disparo el 27 de Febrero de 1989 en Parque Central contra la estudiante de letras de la UCV Yulimar Reyes y en dónde salió herido en un brazo Elio Colmenarez de la FCU/ UCV.
El otro juicio que logré se condenará por 15 años de presidio fue contra un Policía del Estado Aragua que asesinó el día 28 de Febrero de 1989 al estudiante Juan Carlos Celis Pérez frente a la Facultad de agronomía de la UCV; cuando precisamente protestaba la muerte de Yulimar Reyes.
Pero lo que ocurre con estos jóvenes y muchas personas que están o han estado en cautiverios en las celdas del DGCIM, el SEBIN y otros cuerpos de seguridad no tiene mucho que envidiarle a esos Gobiernos del pasado aunque no me resulte ninguna gracia; admitirlo. Lo que me sorprende y genera francas dudas, es porque ese tipo de situaciones ocurre ante la plácida complacencia y extraña tolerancia de hombres como el que hoy preside el Gobierno Nacional, su actual Ministro de Comunicación e Informacion, el Ministro de Planificación por solo recordar algunos de los que dirigen la acción de este gobierno que se identifica como humanista y respetuoso de los ddhh, parte de esos líderes que fueron de la generacion del combativo grupo 80 en la UCV vinculados a la Liga Socialista, con quienes tuve el honor de asesorar y compartir muchas luchas siendo ellos dirigentes estudiantiles, sindicales, gremiales, etc, todos con formación política y compromiso por las causas populares y la defensa irrestricta por la protección y defensa de la integridad física y la vida de los ciudadanos y sus inderogables, inalienables e imprescriptibles derechos humanos desde sus tiempos de juventud como Jorge Rodríguez Gómez, Nicolás Maduro, Meléndez por solo citar a conductores y protagonistas de este Proceso Político?
Es una pregunta que no encuentra respuesta, pese que en el caso de los jóvenes petroleros Aryelis Torrealba y Alfredo Chirinos me tomé la libertad por la confianza que nos tenemos de dirigirle una comunicacion que después se hizo publica a Jorge Rodríguez hijo pidiendo su intermediacion y que si el Gobierno o por lo menos el Ministro Tareck Al Aisaimi quien para el momento de la detención de estos jóvenes presidía la Comisión Presidencial que intervino Pdvsa los consideraban culpables de los cargos que publicamente señaló el Ministro Nestor Reverol; les diera la oportunidad de juzgarlos en libertad.
No obtuve respuesta a pesar de que leyó mi mensaje.
No comprendo porque se les ha condenado por anticipado en flagrante violación al principio Constitucional de presunción de inocencia que tanto demandé como principio Constitucional inalienable en favor de muchos de ustedes cuando estuvieron presos o eran perseguidos políticos en los tiempos de la Cuarta República y ahora parece un derecho demode o inexistente en nuestra Carta Magna.
Es más, me preguntó si pudo haber causado tanto daños a la Nación o a Pdvsa la gestión de Aryelis y Alfredo cuando detentaba cargos gerenciales de poca monta en Pdvsa porque no se ha hecho lo mismo con el MG de la GNB Manuel Quevedo y su equipo que para muchos ha sido considerada tan funesta como la de su predesesor Rafael Ramírez Carreño; que es decir bastante?
Me temo que nuestros líderes y altos funcionarios sufrieron una metamorfosis política o yo me quedé desfasado y vivo en un limbo jurídico?
Pero, creo aún que esos principios por los que entregue buena parte de mi vida de más 40 años como profesional de la abogacia y como defensor de los ddhh, siguen más vigentes que nunca, como aquellos días oscuros de una falsa democracia que 1976 le quitó la vida a un joven maestro y dirigente fundador de la Liga Socialista cuando precisamente, yo era un estudiante y activista del CDDH de ARAGUA y de la Universidad de Carabobo y salí como muchos dirigentes a denunciar la muerte de Jorge Rodríguez padre a manos de la tenebrosa DISIP de Octavio Lepage.
Como defensor de los ddhh que he sido, tampoco comprendo la inaudita actitud que el inefable y hoy Fiscal General de la República Tareck W Saab ha asumido para validar situaciones que como defensor de los ddhh en el pasado combatió en la detención de Aryelis Torrealba y Alfredo Chirinos.
Los tiempos que vivimos se han hecho más cruentos y difíciles por el cerco y asfixia a las que nos ha sometido está guerra económica, política y cultural de orden multifactorial y sin cuartel que la administración supremacista del Presidente Trump nos ha impuesto, pero para colmo, vivimos los estragos que la Pandemia del Covid19 empieza a conseguir en Venezuela después de esfuerzos titanicos e innegables del Presidente Nicolás Maduro y su alto mando sanitario para reducir los contagios y las muertes por ese terrible mal.
No será oportuno hacer un alto en el alto Gobierno y revisar porque estamos perdiendo la batalla por qué rija y se respete bajo cualquier escenario de agresión a los que la República se ha visto sujeta y blindamos los esfuerzos y recursos necesarios y urgentes para sanear por dentro el Poder Judicial y el Ministerio Público?
Ambas Instituciones son los máximos garantes de un Estado Social de Derecho y de Justicia cuya efectividad se encuentra en tela de juicio en la actualidad.
Permitamos que los hombres y mujeres probos, honestos y capaces que hay en esas Instituciones vinculados a la Justicia y a la Equidad den un paso firme y adelante en este frente heroico y necesario por generar la confianza perdida, por hacer de la justicia un pedestal de verdad, cuyas decisiones sean firmes proezas de indepencia y absoluta libertad.
Los tiempos demandan eso y mucho más, para que esa parte de la República se fortalezca y se recupere el orden público constitucional y la seguridad jurídica sin interferencia de ninguna especie y mucho menos de quienes con sus prácticas u omisiones han convalidando atropellos e injusticias que nunca debieron ocurrir.
Estamos aún a tiempos de RECTIFICAR.
Seamos como Nuestro Libertador Simón Bolívar, quien lo dió todo por hacernos una República y un Patria para la posteridad.
El libertador en su prodigiosa lucha por hacer de este País una gran Nación sostuvo "La justicia es la Reina de las Virtudes Republicana, y con ella se sostiene la Igualdad y la Libertad".
Sigamos su ejemplo y rescatemos la ética y la Moral Republicana; porque sin ellas como decía Bolívar no podremos ser un Gobierno Libre de verdad y más cuesta mantener el equilibrio de la Libertad que soportar el peso de una tiranía.