Desde el 23/01/2014, se inició la campaña terrorista y subversiva denominada "La Salida" como campaña o iniciativa política del oposicionismo radical de la extrema derecha emprendida en la República Bolivariana de Venezuela, y cuyo objetivo era encontrar la salida al gobierno del Presidente Constitucional Nicolás Maduro Moros, que el 14/04/2013, ganó la elección presidencial con 50,6% de los votos, y con ello poner fin a la Revolución Bolivariana del PSUV imperante desde la elección presidencial del Comandante Hugo Chávez, el 06/12/1998.
Estas acciones de terrorismo, guarimba, ataque a sedes de instituciones del estado, destrucción de bienes privados y públicos, quema de vehículos y activos, fue encabezada por Leopoldo López, Antonio Ledezma y María Corina Machado, líderes de la mal llamada "Unidad Democrática", hecho que desencadenó la oleada de protestas del año 2014, y que tuvo como balance 43 personas fallecidas y centenares de heridos, algunos con incapacidad permanente, y culminó oficialmente el 18/02/2014, con la aprensión de Leopoldo López. El 06/09/2015, el líder opositor venezolano fue condenado y sentenciado a 13 años, 9 meses y 7 días de cárcel por los hechos desatados tras las protestas, y mediante la sentencia judicial fue acusado de incitar a la violencia por su papel en la movilización de los manifestantes en las masivas protestas callejeras de 2014, pero no se hizo alusión a los muertos y heridos por estas acciones de destrucción y terrorismo.
El viernes 07/07/2017, el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), le concedió el beneficio de casa por cárcel, alegando irregularidades en la tramitación del caso y por "la información recibida sobre la situación de salud del dirigente político". Leopoldo López permaneció en su hogar hasta el martes 30/04/2019, cuando hizo la sorpresiva aparición, junto a Juan Guaidó, en el Distribuidor Altamira frente a la Base Aérea de La Carlota, en el frustrado Golpe de Estado, de allí salió huyendo valientemente a esconderse en la Embajada del Reino de España en Caracas.
Ante esta situación, el Ministerio de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación de España se comprometió en diversas oportunidades a no permitir el accionar político del prófugo golpista, Leopoldo López, desde su residencia oficial, pero la realidad fue distinta, pues desde la residencia diplomática española, donde lo consideraban huésped honorario, hace llamado a militares para sumarse a la Operación Libertad, y planificó la "Operación Gedeón", acción terrorista con participación de mercenarios gringos, cuyo objetivo era asesinar al Presidente Nicolás Maduro, y a otros dirigentes venezolanos, con la intención de sembrar violencia y desestabilización en el país.
En la madrugada del sábado 24/10/2020, Leopoldo López salió sin ningún tipo de problemas de la Embajada del Reino de España en Caracas, y el embajador español al considerarlo huésped debió estar al tanto de este movimiento, y seguramente lo acompañó hasta la puerta o hasta el vehículo que se lo llevó, facilitándole la huida.
Es importante resaltar que este domingo 25/10/2020, la República Bolivariana de Venezuela denunció al Reino de España por la flagrante violación de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas, al participar y ser cómplice en la fuga de Leopoldo López y considera como práctica anti diplomática y hostil del Estado español hacia Venezuela, en claro desapego a los principios más elementales del Derecho Internacional Público, al participar activamente en la fuga ilegal de este delincuente y decide recibirlo en su territorio, sin reparar en las leyes internacionales e incluso en las leyes migratorias españolas, así como las actuales medidas de restricción por la pandemia del COVID-19 y en los acuerdos bilaterales en materia de justicia.
En fin, esta acción inaceptable e incomprensible en el marco de la relación bilateral histórica entre las dos naciones, y el Gobierno Nacional Bolivariano considera que la práctica anti diplomática y hostil del Estado español hacia la República Bolivariana de Venezuela, dejará una mancha profunda e indeleble a la diplomacia y las relaciones bilaterales.
