Caracas, 13 de octubre de 2023
Gustavo Petro
Presidente de la República de Colombia
Nicolás Maduro Moros
Presidente de la República Bolivariana de Venezuela
Semanas atrás recibí por parte de la señora esposa del ciudadano venezolano Javier Tarazona Sánchez, Cédula de Identidad número 15.501.850, activista de derechos humanos en la frontera colombo-venezolana y director de la ong Fundaredes, detenido desde el 2 de julio de 2021 acusado de instigación al odio y terrorismo por mostrar una fotografía en que presuntamente aparecía el capitán de navío Ramón Rodríguez Chacín con efectivos irregulares del Ejército de Liberación de Colombia, una relación de las siguientes patologías que presenta el mencionado ciudadano:
• Dislipidemia.
• HTA grado 2 según ESH/ESC.
• Obesidad.
•Síndrome cardiometabólico.
• Riesgo cardiovascular.
• Hipertensión arterial.
• Frecuencia cardíaca elevada.
•Hiperinsulinico asmático.
• Hemorroides Grado II.
El Fiscal General de Venezuela, Tarek William Saab, me ha prometido una diligente evaluación del estado de salud del detenido. Yo confío plenamente en que así ocurrirá.
Pero siendo que nuestros dos países conocen una reconformación y reapertura de sus relaciones como repúblicas, sociedades y naciones, hecho por el que me congratulo y los felicito a ambos, y que además precisamente el ELN y el gobierno colombiano adelantan en tierra venezolana conversaciones de paz, quiero pedir a ustedes considerar como un gesto de buena voluntad gestionar ante las autoridades competentes la excarcelación de Javier Tarazona.
Creo y he reclamado muchas veces la libertad plena de todos los presos políticos, civiles o militares. Es lo que conviene si se quiere iniciar un proceso de reconciliación y construcción nacional, como el que necesita mi país. Sus delitos son por lo general mucho menores que los cometidos por los militares insurrectos en 1992, a un costo de más de 300 vidas humanas, y sin embargo en su momento activamos por su libertad (fue mía la iniciativa de una Ley de Amnistía junto con sus familiares y al tema dediqué mi primera intervención como diputado recién electo por Caracas en 1993). Pero creo que, dado el estado de salud de Tarazona, y siendo tan emblemático para el buen clima de paz fronteriza, al menos podría sustituírse su pena por otra medida cautelar (como casa por cárcel, por ejemplo), y así lo pido. Demanda semejante, y ahora esta carta, ha sido circulada a varios voceros del alto gobierno venezolano, a la presidencia de Colombia y a algunas ongs colombianas amigas.
La compasión no es nunca una muestra de debilidad sino de fortaleza y reciedumbre.
Al suscribirme de ustedes, ratifico mis conceptos de consideración.
Enrique Ochoa Antich
