Preso en preso y su apellido es Candado

"Caminaba por las inmediaciones del Madison Square Garden con muchas dudas en mi cabeza, todavía no digeria como había llegado a ese lugar tan distante de mi amada Cabimas y tampoco tenía idea de lo que tenía que hacer, así que resolví caminar para buscar en el paisaje y la gente alguna inspiración para comenzar.

Un río de gente sin rostro va y viene, parecen robots, no se ve a nadie caminar con calma, relajado o quizás compartiendo un café, una llamada telefónica o alguna conversación grupal, todos van apurados: los niños y jóvenes a clases, los hombres y mujeres a sus lugares de trabajo, yo siempre relajado pendiente de las cosas más pequeñas noté que un grupo de bandoleros estaban asaltando a un señor de la tercera edad ante la mirada de los que no están viendo nada, no lo podía creer, en el país más poderoso del mundo, con tecnología satelital, robótica y cámaras de vigilancia por todas partes, nadie ve nunca nada.

Yo sin pensarlo dos veces me lancé al rescate y al final resulte vencedor, eran cinco pero me las ingenie para darle su merecido a todos.

El asunto es que no había superado mi capacidad de asombro porque "nadie ve nunca nada", cuando me di cuenta que el único preso era yo, lo que faltaba era que apareciera Robocop leyéndome los derechos que ya sabemos de memoria de tanta película de ficción que hemos visto: "tiene derecho a guardar silencio, todo lo que diga podrá ser utilizado en su contra, tiene derecho a un abogado" y todo ese disco rayao.

Un rato después escucho a unos tombos murmurando algo y para confirmar pregunté y pude certificar que soy bilingüe, pero que me había convertido en una amenaza para la seguridad penitenciaria de #EstadosUnidos y estaban buscando que hacer pero no me querían allá, al final hicieron un acuerdo con el gobierno de #Cuba y me asignaron como lugar de reclusión un comando de policía en la Habana aunque allá no me sentía tan preso, a no ser que el océano le de una característica de prisión a la Isla más grande del Caribe.

La diferencia es que allá podía salir de paseo, rumbear y volver a mí calda a la hora que yo quisiera, solo que tenía que ir acompañado por mi abogada, una chica muy profesional pero muy moralista.

Cuando por fin me gane su confianza le pedí prestado su teléfono porque todo pasó tan rápido que no tenía idea de que hacer para salir de semejante problema, inmediatamente marque el número de la vieja Amaranta, ojo le digo vieja por cariño pero es una jovencita muy linda que a su vez es muy inteligente y de las pocas personas en las que confió, además es de esas chicas que son odiadas gratuitamente por sus virtudes y humildad.

Cuando cae la llamada y me atiende le dije quien era y desesperado trate de contarle la situación en la brevedad posible pero de vez en cuando hacía una pausa por si ella preguntaba algo y luego continuaba, en dos o tres oportunidades le pregunté algo y note que estaba una música de fondo algo distante, no tengo idea de cómo se puede describir esa sensación pero me sentí como si me hubiera dejado la llamada -en visto-.

Yo colgué y ahora tenía una preocupación adicional: llame a la vieja para que me diera una idea de que hacer para salir de prisión y resulta que me dejó en visto la llamada, no se cual de las dos situaciones fue más cruel, por eso al despertar le envié una nota de voz, lógicamente ella sonrió diciendo: vos y tus sueños"...



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Edwin Martinez Espinoza

Secretario General PPT Cabimas, Zulia.

 edwinmartinezespinoza@gmail.com      @edwinviene

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