Solicito al presidente Maduro ayuda para mi amigo Oscar Heck

Son tan deplorables las condiciones de miseria extrema, descritas por el mismo, en las cuales se encuentra mi amigo Oscar Heck, debido a las condiciones creadas ex profeso por el gobierno del presidente obrero, que me he motivado a solicitar ayuda humanitaria e intervención, para que le ayuden a trasladarse a su tierra natal  y para que  desde  allí al lado de su familia,  pueda disfrutar  los últimos días de su existencia.  Sus últimos dos  artículos escritos en Aporrea, describiendo las vicisitudes por las que le ha tocado pasar durante estos  dos años, viviendo y conviviendo en un miserable barrio de Catia La Mar del Estado La Guaira, conmueve al más insensible de los seres humanos. 

Las personas que leen mis artículos, recordaran que hice dos escritos solicitando que las autoridades dieran cuenta de su existencia, pues durante más de tres (3) meses dejó de escribir y eso me preocupó, pues llegué a pensar que el gobierno de Maduro, lo habría podido hacer desaparecer, debido al ataque permanente que contra él ha hecho en los últimos años, acusándolo de mentiroso y de ser causante de todos los males que ocurren en este país. Pues resultó que parece estuvo enfermo y todas las computadoras y equipos eléctricos se les habían quemado, por los apagones de luz, ordenados por Maduro para hacerle la vida imposible a él y  a todos los venezolanos. 

Ahora, el amigo Oscar nos relata, que después de dos años pudo comprarse un pollo para alimentarse y que debido a 40 horas de haber estado sin electricidad, perdió su pollo y no tiene nada para comer.  De solo imaginarme esa escena me motivó a realizar este escrito y es por ello que recurro al Presidente de la República y a su esposa Cilita Flores de Maduro, para que entre ambos hagan de tripa corazones y se apiaden de este hombre, que vino al país hace muchos años como Misionero, para ayudar a los pobres venezolanos, para que le consigan un pasaje y con la anuencia del gobierno de la embajada de Canadá lo trasladen a su suelo natal. Pienso que es lo menos que pueden hacer por él.

Yo no creo mucho en los milagros y sé que la gente que trabaja con el Presidente Maduro no lee esta página web, pero de pronto ocurre que, por la Gracia Divina, alguien le comenté de esto al Presidente y éste o su esposa se conduelan.  Aunque es muy difícil, como bien no los ha hecho saber por sus escritos, nuestro amigo Oscar Heck, que un madurista pueda condolerse de alguien; pero como decían en mi pueblo: “tocar, no es entrar” y uno no sabe “cuando están para darle a uno”. 

Así mis queridos lectores, si alguno de ustedes tiene acceso, a un amigo, sobrino de un tío compadre de algún portero que trabaje en Miraflores y puede hacerle llegar este ruego al Ciudadano Nicolas Maduro Moros, Presidente Constitucional de la República Bolivariana o a su esposa Cilita Flores de Maduro, se lo sabré agradecer en el alma, pues los amigos estamos para ayudarnos los unos a los otros, como siempre nos orientó El Comandante Eterno. 



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Juan Veroes


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