La ficción tiene sus actos fallidos, y algunas veces de los ripios de esas luchas, intenta surgir la fantasía barata, empacotillada, en sus tristezas de abortivo. Eso hemos pensado viendo al inocente señor Uribe, al filo del año 2007, escribiendo frente a las cámaras de su televisora Carracucha, una obra maestra de los fantaseos encaramados sobre los intentos malogrados del cualquier ficcionador.
El buen señor Uribe hizo parir de su testa de genio una historia tan sorprendente que hasta al mismo Rebeláis no se le ocurrió con tanta gracia. Recordemos que éste hizo nacer a Gargantúa por una oreja de Grandgousier. El inefable señor Uribe ha concebido una historia tan insólita que la Picaresca española queda frente a esta hazaña como un simple juego de niños con Síndrome de Down. Uribe ha hecho nacer al niño Emmanuel por el ceño fruncido de su vicepresidente Santos. Además cómo nada coincide entre las características del niño nacido en las montañas de Colombia, y la criatura parida por la frente burguesa del virrey Santos, ese niño es un pelao con la vida doble, cuyas dos existencias están a la disposición de los ejercicios fantasiosos, e incesantes del gran convivido Uribe.
Así, el niño en su vida de la selva, no es Emmanuel, sino que es en el fantasiograma, el papá del convivido Uribe, que se quiere quedar chiquito, y en medio de la Selva, para no tener que engendrar a un adorable bichito que con el tiempo pueda convertir a la Republica donde naciera, en una hacienda de los gringos. En su otra vida de infortunado, de damnificado del estado fascista, si que es el Emmanuel, que dice la FARC-EP que tiene en su poder, y que entregarán en cualquier circunstancia al Presidente Chávez o a la persona designada por él.
Caramba que ingenioso es el buen señor Uribe, más ingenioso que “el Caballero de la triste Figura”, que el Guzmán de Alfarache, que el Lazarillo de Thormes. El mismísimo James Joyce se sentiría minusválido ante la gracia de alguien que es más imponente que su Buck Mulligan.
Ante tales atributos del hijo de Emmanuel, en su vida de la selva, nosotros exigimos se le otorgue el Premio Nóbel de Literatura. No importa que ya se haya otorgado el premio del año 2007. Qué el comité Nóbel de la Academia sueca se reúna, y conceda por adelantado el premio correspondiente al año 2008 al benemérito seño Uribe por su contribución al descubrimiento y recreación de la fantasía cagada y bañada en sangre de los Pueblos de Sur América, y especialmente de lo que antiguamente se llamó la República de Colombia.
Uribe no fue a Villavicencio a dinamitar, como apunta el presidente Chávez, el proceso de entrega unilateral de prisioneros de guerra, por parte de la FARC-EP; Uribe se fue a cagar en lo que parecía ya una inminente entrega. Y es que el cipayo favorito de los gringos, es un Cagador olímpico, de los cagadores de la oligarquía colombiana, que escribe como caga y caga como escribe en sus efervescencias de auténtico rey de la Literatura neogranadina.
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