El Imperialismo norteamericano con toda su estrategia mediática esparcida por todo el mundo, ha montado un Show televisivo en la Colombia secuestrada y humillada por el gobierno narcoparamilitar del capo Uribe. Entregado como una meretriz barata a los dictados del alcohólico capo mayor que dirige la mafia desde la Casa blanca, para intentar enlodar los esfuerzos que ha realizado el Comandante Chávez y su gobierno bolivariano en pro de liberar a los prisioneros de guerra en poder de las FARC-EP y del fascismo politiquero de la llamada “Seguridad Democrática”.
Es toda una movilización pagada por el imperialismo y ejecutada por todas sus embajadas en el mundo para tratar de mantener la descalificación de las FARC-EP fuerza beligerante que lucha en contra de mafia narcoparamilitar que se tomo el gobierno, y colocó a un país como Colombia en una condición de hacienda para hacer los negocios sucios que sostienen la economía norteamericana.
En los pases que esta haciendo la cadena Caracol, hijastra putativa de CNN en los momentos en que escribimos esta nota, se ven paramilitares en un lugar exclusivo de Cartagena vistiendo franelas blancas con letreros que dicen: “Colombia soy yo”. Y ahora nos damos cuenta que Colombia en esta hora vergonzosa, solo pertenece al imperialismo norteamericano que con sus matones paramilitares produce y trafica grandes volúmenes de Droga para alimentar a sus adictos, a sus soldados acobardados que en Irak masacran a ese Pueblo humillado pero en pie de lucha para sacar de su territorio a los invasores. Ahora despertamos que el País que perdimos es una factoría de los Gringos para hacer cualquier tipo de negocio sucio: venta de armas, robo de las semillas que ancestralmente fueron de nuestros campesinos, negociar de lo lindo con la paz y con los secuestros de su hampa común. Ahora nos percatamos que nos quitaron la tierra, los hijos, los hermanos, la novia, y sobre todo nos quitaron el derecho de llamarnos colombianos, y de disfrutar de las garantías que ese nombre da, en el territorio que era nuestro o fuera de él.
El mundo ha amanecido hoy babeado de la mentira imperialista. Se trata de seguir ocultándole a la comunidad internacional el robo de una República entera. El imperialismo, ayudado por las mafias del narcotráfico, que se hicieron gobierno, se robó la soberanía, y la razón de ser de Colombia. Ante tal situación, la hacienda que funciona en el territorio de lo que antes fue un País, no tiene presidente, y por lo tanto es dirigida por uno de los capos que trabajan para el Imperialismo, único dueño de esa hacienda.
El capo Uribe esta acorralado por las evidencias, su error más garrafal fue subestimar al Presidente Chávez. El veguero de Sabaneta de Barinas, es el descosedor de las mentiras que Uribe vocifera siguiendo el libreto imperialista. El desespero llega a tanto que van de equivocación a desatino. Ante la evidente liberación de tres prisioneros más por parte de las FARC-EP, los capos de Washington, instruyen al capo que dirige sus negocios en la hacienda La Colombiana, para organizar en todo el Mundo una marcha en Contra de las FARC-EP, solamente en contra del Ejército Popular en Guerra para volver construir la República en Colombia. Esta unidireccionalidad insólita de esa marcha, en su propósito adversador, da cuenta de que está organizada por el narcoparamilitarismo que ayudó a los gringos robarse la república de Colombia. Es tan evidente la cómica que han puesto con esa marcha, que todavía en estos momentos están sacando empleados públicos para que salgan a marchar. Algo les ha salido mal. El pueblo, que vive un estado general de secuestro, no los está acompañando en esta nueva mentira con efectos mediáticos globalizantes.
La respuesta no se hará esperar: los colombianos no son los paramilitares, los trabajadores y el pueblo, sumido en la pobreza, son los que tienen el legítimo derecho de llamarse Colombia. En consecuencia el destino de la FARC-EP es construir una República donde hoy funciona una hacienda de los Gringos.
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