Ahora bien,
de acuerdo al foco de mayor incidencia, se puede hablar de Violencia
Intrafamiliar o Doméstica, Física, Comunicacional, Psicológica, Sexual,
Política, Religiosa. Cotidiana o Social, Socio Económica, etc., hoy
quiero realizar un pequeño deslinde teórico conceptual de la “Violencia
Intrafamiliar o Doméstica”, fenómeno que debido a su acelerado
crecimiento, se ha convertido en una endemia mundial que no respeta
ámbito geográfico o clase social; además de que en ella convergen
otras manifestaciones de violencia como son la física, comunicacional,
psicológica, patrimonial, de género, sexual, etc., las cuales agudizan
la situación de conflictividad.
La Ley Orgánica sobre El Derecho de Las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su artículo 5, define a la Violencia como:
…todo acto sexista que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual, psicológico, emocional, laboral, económico o patrimonial; la coacción o la privación arbitraria de la libertad, así como la amenaza de ejecutar tales actos, tanto si se producen en el ámbito público como en el privado. (p.10)
Esta misma Ley concibe a la Violencia Doméstica como:
…Toda conducta activa u omisiva, constante o no, de empleo de fuerza física o violencia psicológica, intimidación, persecución o amenaza contra la mujer por parte del conyugue, el concubino, ex conyugue, ex concubino, persona con quien mantiene o mantuvo relación de afectividad, ascendentes, descendientes, parientes colaterales, consanguíneos o afines. (p.11)
De tal manera
que en todo acto lesionador, la agresión siempre estarà presente,
pudiendo ser tangible o no, es decir puede ser psicológica o física
y/o constante o no; lo que sin dudas siempre estará, es el daño a
los implicados, y otro aspecto lastimosamente presente es la Espiral
de la Violencia, donde quien es maltratado será luego un maltratador,
otra característica de la espiral es la recurrencia del maltrato o
agresión y la agudización del mismo. Por otro lado también es necesario
señalar que estas lesiones pueden ser graves como: fracturas de huesos,
hemorragias, lesiones internas, quemaduras, envenenamiento, hematomas
etc., lesiones físicas menores donde no se requiera la atención
médica, o maltrato emocional como: Rechazar (conductas de abandono
o discriminación); Aterrorizar (amenazar con un castigo extremo o crear
una sensación de constante amenaza); Ignorar (situación de
aislamiento donde el otro no es tomado o tomada en cuenta, es invisibilizado
o invisibilizada); Aislar (mantener encerrada (o) o recluido
(a) a la persona); Maltrato por Negligencia (donde se priva de los cuidados
básicos como salud, educación, protección, aun teniendo los medios
económicos). etc..
¿Pero quienes componen esta Espiral de la Violencia):
La componen
maltratadores y maltratados, los primeros son todas aquellas personas
que cometen actos violentos hacia su pareja, hijos u otras personas
como vecinos o amigos, y los maltratados son aquellos que reciben el
acto lesionador, pero que debido a la misma dinámica “socio-agresiva”
de la espiral llegará un momento en que lastimosamente pudiesen cambiar
los roles, es decir de maltratador pasará a maltratado y el maltratado
a maltratador. Dentro de las características más resaltantes de los
maltratadores están: a) posee baja autoestima; b) no controlan sus
impulsos; c) no saben expresar afecto; d) fueron víctimas de maltrato
en su niñez, esto último corrobora la existencia de la Espiral de
la Violencia. Por su parte los maltratados también presentan características
como: a) baja autoestima; b) sumisos; c) conformistas; d) no expresan
afecto y e) también fueron víctimas de maltrato (de nuevo se evidencia
la Espiral). La Violencia intrafamiliar o doméstica tiene efectos muy
graves tanto en la persona que lo reciben, como quien la ejecuta, pues
puede generar tanto enfermedades mentales, como traumatismos, perdida
del autoestima, incluso se puede llegar al asesinado o al suicidio.
En cuanto a
los factores que coadyuvan en la aparición y/o crecimiento de la violencia,
tenemos desde quienes aducen que es un producto del Aprendizaje Social
(Bandura, 1977 y Bandura y Walters, 1987); Social (Phillips, 1972-1994;
Robins, 1995; Alarcón y Trujillo, 1997), Biológicos (Lorens, 1949,
1950, 1965); Económicos (Araujo, 1993); y quienes sostenemos que “Lo
Socioeconómico” que el eje central sobre el cual se mueve
todo acto lesionador, para ello parto de una óptica social dinámica,
integradora y dialécticamente socializadora; en cuyo seno lo social
como un factor único, exclusivo o determinante, es abortado por una
concepción holística donde se conjuga con lo económico para formar
un todo instigador, causante u originador de la violencia social en
todas sus acepciones.
Señalar cifras
sobre su comportamiento no deja de ser interesante, pues podríamos
tener un mapa visual de cómo se ha ido comportando tal fenómeno, pero
lamentablemente en nuestro país, más allá de toda la discusión que
se pueda originar, no existen cifras fehacientes de la violencia Intrafamiliar
o doméstica, sino aproximaciones como la señalado por La División
en materia de niños, adolescentes, mujer y familia del CICPC quien
ha reportado 782 casos en el 2004, señalando que “cada diez días
muere una mujer en Caracas”
Pero, sea cual
fuere la realidad en cifras, la verdad es que este es un problema alarmante,
sino lo creemos, demos un vistazo mundial para que nos encontremos con
noticias como las siguientes:
- Diario la Jornada, (www.jornada.unam.mx.), de México, señala que “Siete de cada 10 mujeres avecindadas en Ciudad Juárez, Chihuahua, padecen violencia física, discriminación y agresiones verbales, …. Mientras, en Hermosillo, la directora del Instituto Sonorense de las Mujeres, María Antonieta Meraz Carrizosa, consideró que el alto índice de violencia intrafamiliar en la entidad constituye un foco rojo.(24 de noviembre.2006)
- Colombia tampoco escapa del problema de la violencia intrafamiliar, y ello lo podemos corroborar ante la afirmación de la Organización Internacional para las Migraciones -Misión en Colombia- quien señala que los índices de este flagelo se han incrementado considerablemente en los últimos años. “El 47% de las madres usan los golpes para castigar a sus hijos y el 26% han sufrido violencia por parte de su cónyuge. (iombogota@iom.int.26 de Julio.2006). Un informe de Naciones Unidas, según NOVACOLOMBIA, dice que “cada seis días una mujer muere en Colombia a manos de su pareja, lo que convierte a este país en una de las naciones de América Latina con mayor índice de violencia intrafamiliar, (06 de Diciembre.2006). El Diario El Tiempo, afirma que “Boyacá ocupa el cuarto lugar en Colombia con mayores índices de violencia intrafamiliar. Aumentan casos de maltrato hijos-padres”. (17 de Abril de 2008)
- Peruprensa (jsalinas@peruprensa.org)), informa que “Más de 300 casos de feminicidio (asesinato de mujeres cometido por hombres) se han registrado en el Perú en los últimos seis años” (23 de noviembre.2006).
- Según la Agencia Reuters (Washington) Un cuarto de las mujeres de EEUU sufre violencia intrafamiliar, asociada a problemas de salud que una activista comparó con los efectos de vivir en una zona de guerra (9 de febrero. 2008). También el Diario “El Mostrador”, de la misma localidad, señala que “mueren, anualmente, cuatro mil mujeres agredidas por sus parejas masculinas, y dos de cada tres mujeres reconocen haber recibido golpizas de sus correspondientes maridos o convivientes”.(10 de Abril. 2008).
Esto son sólo
algunos ejemplos de violencia intrafamiliar, pero en verdad son tantos
que no alcanzaríamos a evidenciarlos todos, además que habría que
sumar aquellos que no salen de las cuatro paredes de las casas, pero
que lo escuchamos en nuestra comunidad o de boca de nuestras alumnas
o alumnos, amigas (os); lo cierto es que nuestra sociedad se encuentra
convulsionada con un fenómeno que debido al acelerado crecimiento,
podríamos connotar, sin temor a equivocarnos, como una endemia cuyas
consecuencias, sin ser alarmista, son graves, pues daña nuestra estabilidad
emocional, deteriora el ambiente familiar, crea problemas psico-sociales
y de afectividad, sin nombrar aquellos daños irreparables como la muerte
.
Cuantas de
las mujeres maltratadas viven en un estado de angustia persistente,
que apenas se aminora cuando en la cuerva de la espiral de la violencia
se está en la etapa de reconciliación, reconciliación que es efímera,
pues si bien el maltrato se esfuma, por un tiempo, la rabia y el resentimiento
de haber sido golpeada o maltratada, sigue su curso, en nuestro interior,
(lo que hace que se recrudezca) pues ese hombre que aparentamos querer
por miedo, esta allí, y ante cualquier ademán sentimos que va ir contra
nosotras, esa angustia hace que vivamos estresadas temerosas, angustiadas;
por otro lado esa luna de miel es muy corta, pronta vendrá la conducta
recurrente del macho, que se recrudeció al ver que no sólo le perdonaste,
sino que ahora te muestras más sumisa, pues el miedo te llevó a desvalorizarte;
al no darle coto a esa conducta, al no reprobarla, no sólo te haces
daño, sino que además de que haces que el agresor se sienta fortalecido,
te vas hundiendo en una disonancia cognoscitiva, que no te permite ver
la realidad, pero cada día te vuelve más neurótica y con cualquier
cosa estallas, tu tratas de ocultarlo, pero los demás vemos con angustia
como te vas hundiendo en el fango y cuando hablo de los demás, me estoy
refiriendo a tu entorno familiar, a tu amigos, a tus vecinos. Lastimosamente
te vas hundiendo en un círculo neurótico de falsas alegrías, angustia,
desprecio y rabia, no puedes ver el problema con claridad, necesitas
en ese momento ayuda profesional, pues pasas con gran facilidad de culparte
por cualquier cosa, a pensar que ese es una “maravilla de hombre”
y la culpable de todo eres tu.
Esa lamentable concepción de ti, no sólo hace daño a tu auto concepto, a tu auto respeto, al autoestima; sino que también hace daño a tus familiares y con mayor incidencia en tus hijos; sabemos que es difícil escapar, es una conducta que tratamos de ocultar con “mascaras de felicidad” que contrariamente a lo que pensamos, nadie cree, pero más allá de los que otros piensan, que claro que es importante, somos seres gregarios, esta el deterioro de nuestra personalidad y la gran cantidad de problemas psico-sociales que ello acarrea, cuantos asesinos tienen en su historia de vida una madre maltratadora o un padre maltratador, no seas tu quien incube un problema de estos, sólo por no saber pararlo a tiempo..
Sin lugar a dudas se pueden dar algunos consejos a fin de mejorar la situación conflictiva, como por ejemplo: a) tratar de comprenderse, b) propiciar una comunicación con calidez y afecto, c) respetarse, c) dominar sus impulsos (ira, cólera), d) buscar ayuda profesional cuando notamos que no somos capaces de dominarnos o somos irritables, e) denunciar cuando somos objeto de maltrato, etc., pero en verdad estoy convencida de que, la recurrencia del problema, su crecimiento acelerado y la lamentable diversidad en cuanto a tipos de agresión, hacen necesaria una política de estado más enérgica que además de educar en cuanto la violencia, tipos, causas, consecuencias y formas de minimizarla, también se ocupe de la asesorìa y tratamiento para nuestras mujeres, hombres, niñas, niños adolescentes y personas de la tercera edad, es decir para todo el tejido social, sólo así podremos combatir una violencia que nos está exterminando.
Existen leyes contra la violencia intrafamiliar, Venezuela Tiene a La Ley Orgánica sobre El Derecho de Las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, pero no es suficiente es necesario campañas audaces, constantes, educativas, que concienticen tanto a la comunidad en general como a los organismos del estado encargados de recibir y procesar las denuncias, no es posible que todavía existan funcionarios públicos que vean la violencia intrafamiliar como algo sin importancia, no dándole la seriedad necesaria.
(*)Dra.