Venezuela es uno de los países donde el movimiento obrero en los últimos años se ha venido consolidando y obteniendo logros que el mundo entero sueña. No obstante creemos que el aparataje de la ultraderecha fascista, corrompida y cobarde, pretende generar una desestabilización que huele a sangre.
Pronunciarse sobre la muerte de estos tres camaradas, Richard Gallardo, Luis Hernández y
Carlos Requena, es una de las realidades mas duras que históricamente estamos enfrentando donde se evidencia el sicariato y un poder económico de ultra derecha que pretende desgarrar y descompensar a un pueblo que quiere vivir en libertad. Un estado que le ha dado a los trabajadores oportunidad de crecimiento y generar luchas pacificas nunca vistas.
Aunque la muerte no existe porque todo aquel que defiende a un pueblo ha de vivir en la gloria de la eternidad y la infinitud.
A pesar de que pretenden quebrantarnos, nos humillan, nos amenazan por decir la verdad por querer justicia popular, por no ser más co-participe de un capitalismo salvaje que lo que ha traído es hambre y muerte al planeta.
¿Quién fue el que los asesinó… importa esto? Presuntamente empresarios colombianos que tienen la cultura del sicariato, ex gobernantes que han pactado, no solo con la oscuridad porque viven escondidos en el inframundo y la mediocridad de vida que llevan. Nos parece reiterativo y casi humillante tener que pedirle al Estado que de una vez por toda consuma una investigación donde se haga justicia contra aquellos que enceguecieron la vida de nuestros hermanos de lucha y de los 300 campesinos, de los indígenas y de la cantidad de gente luchadora que han desaparecido en este proceso sin hacerse justicia.
Pero este es un pueblo combativo, este es un pueblo que sabe qué caminos tenemos que tomar para lograr nuestros objetivos fundamentales: la libertad, la equidad social, y derecho a la vida. Hermanos, tan lejos y tan cerca de nuestros corazones, ejemplos de lucha, ejemplos de honor, ejemplos de vida, estaremos día a día buscándoles, soñándoles, y abrazándoles por habernos dado tanta fuerza y tanto combate en el sector mas difícil de la vida como es ser obrero o trabajador en cualquier país del mundo.
Esto es, el principio del fin…