Ayer vimos un show mediático que fue en lo que se convirtió la llamada interpelación de Manuel Rosales. Aquí, en Santa Bárbara de Zulia donde vive el y su familia, donde están "sus haciendas", sus testaferros, su simiente política y sus amigos de infancia y adolescencia devenidos en sus "administradores de bienes"; la mitad de la gente, adecos y sus derivados y chavistas y sus corrientes desde la "light" hasta los ultrosos, se reunieron frente a las pantallas de televisión (de tubos catódicos, cristal liquido y plasma, hasta proyecciones con video-beem) en sus casas y locales de comida y bebida, a ver cual final de mundial de fútbol o inauguración olímpica, esta larga escena que aunque no tenia mucho movimiento corporal y desplazamiento, había mucha gesticulación y oratoria técnica, chúsmica y combinación de ambas. Se vendieron y consumieron de manera inusual mas cajas de cerveza y cigarros, botellas de licor desde raspabuche hasta las de 18 y por su puesto pasapalos.
Y ahí estaba el, la estrella, el centro de atención, el punto focal. El histrión con su sequito de leguleyos cerebros y su nasal voz con respuestas y comentarios que arrancaban aplausos de sus fans y seguidores, burlas de sus detractores y pensamientos encontrados de no muy pocos que veían como al susodicho lo estaban encumbrando mas que escrutándolo.
A mi parecer y a la de varios de mis apreciados camaradas, compañeros y contrarios políticos que apreciamos, al tipo le dieron tribuna y la aprovechó. La visual presentada por todos los canales daba de cualquier perspectiva a una liebre acorralada por una jauría, que mucho menos era jauría y el una liebre asustada. Los diputados que redundaron en sus interrogantes, obtuvieron unas respuestas de igual calibre; redundantes. Y esto a pesar de algunos alegatos de los legisladores "mas acuciosos", como que hubo conformidad. Algunos se centraron en ridiculizarlo (cuando el de manera natural lo hace) en vez de dedicarse a confrontarlo con el grueso expediente y pruebas que lo involucra en sus desafueros administrativos del patrimonio del pueblo. Es como si se hubiesen repartido sus guiones y papeles actorales previo el espectáculo. A no ser por lo regañitos del presidente de la comisión por el comportamiento de malcriadez, el alcalde-gobernador-alcalde se veía cómodo. Y no porque fuese inocente, sino porque los diputados cometían cada inocentada que hacían ver al señor bien centrado.
¿Qué pasa? Después de tanta alharaca, con pruebas físicas, químicas, documentales, fílmicas, sonoras y de cualquier otra especie que fueron recaudadas y que arrojan, sin juicios de valores sino de manera objetiva, que el tipo esta involucrado directamente en lo que se le acusa, al carearlo con lo evidente, nuestros legisladores como que se intimidaron, cuando el que debía estarlo seria el. No era una encerrona, era demostrarle al pueblo que hay no solo indicios, sino pruebas sufrientes para enjuiciar no a un perseguido político sino a un procesado al margen de la justicia.
Al igual que en el golpe de estado del año 2002, donde los culpables y los testigos de excepción comparecieron ante la ilustre Asamblea Nacional y cotejaron los hechos, el resultado fue que no hubo defensa y sustanciación de la información generada en estas intervenciones. Resultado: no hay presos por el golpe y los que salieron indemnes por esto, asumieron el mote de "perseguidos por el régimen chavista" y pobrecitos ellos. ¿Será verdad (con mis respetos) que los abogados "buenos en leyes" están con los malos? ¿Será que nuestros diputados cuando se unen, les dan el síndrome de Manuel Rosales y sus pensamientos y palabras producen confusión?
El 11 de abril de 2002, el 2003, 02 de diciembre de 2007 y el 23 de noviembre de 2008 nos está dando lecciones de que algo no anda bien con algunos funcionarios a los que el pueblo revolucionario les dio responsabilidad de gobernar y defender nuestra constitución. Pero, no podemos seguir estudiando estas lecciones (que ya deben estar aprendidas) sin hacer la praxis necesaria. ¿Hasta cuando vamos a esperar ver una acción que genere confianza desde la Asamblea, en defensa de las leyes, en defensa del patrimonio público y en defensa de la patria toda? No podemos seguir abriendo espacios, que en vez de luz, nos crea confusión. De telenovelas y comiquitas, esta llena de televisión. Queremos cosas serias y en que creer. La esperanza de que la Fiscalía y los tribunales competentes, sean competentes y esperamos que no haya excusa de que los que investigan y sustancian los expedientes, no lo hicieron bien. Manuel, esquivo muchas preguntas y "delego" culpa en otros. De esta interpelación hay mucho que sacar e investigar, que no se nos escape la liebre, no por ser liebre, sino porque hay convincentes argumentos e indagaciones para enjaularla.
Ing. Carlos J. Contreras C.
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