No creo en Nixon Antonio Moreno, primer estudiante graduado en una Nunciatura Apostólica, ubicado en Caracas, que funge como sede diplomática de la santa sede del vaticano.
No creo en Nixon Antonio Moreno, que por razones personales y de “seguridad” se fue a unir con los suyos.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por agradecer el trato de "mayor respeto y dignidad" ofrecido por la delegación diplomática del Vaticano.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por ser un títere del imperio norteamericano igual a los que componen la Nunciatura Apostólica en Caracas.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por estar acusado por la Fiscalía venezolana de homicidio intencional simple, en grado de frustración a un funcionario policial y de actos lascivos violentos contra la policía Sofía Aguilar en grado de cómplice necesario.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por tener una abogada muy diligente, de nombre Tamara Sujú, quien lo delato públicamente, al entregarle la carta que dejó Moreno en la habitación de la Nunciatura a globovisión.
No creo en Nixon Antonio Moreno, porque estará siempre al lado de los fascistas.
No creo en Nixon Antonio Moreno, porque es aborrecido por mujeres, hombres, niños, simplemente porque su Cuerpo, su Espíritu, su Alma, están poseída por Satanás.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por no pagar en efectivo, y pagar con especie el alquiler de la habitación neoliberal de la Nunciatura donde residía desde marzo de 2007.
No creo en Nixon Antonio Moreno, el que forzando uno de los cortinones de salida de la residencia de la nunciatura, salio clandestinamente en el curso de la noche hacia Perú.
No creo en Nixon Antonio Moreno, aquel que se excuso en reiteradas ocasiones como víctima de una persecución política, para libremente cometer sus fechorías.
No creó en Nixon Antonio Moreno, por ser un sádico capaz de desnudar a una mujer humilde bajo amenazas de muerte y agavillado con otros “estudiantes” profesionales.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por ser un parásito que duro diecisiete años en la ULA, a punto de jubilarse, antes del fraude cometido por la nunciatura para su graduación.
No creo en Nixon Antonio Moreno, por ser un bizarro, que los medios golpistas, mostrando una vez más su torpeza, intentaron convertir en héroe.
No creo en Nixon Antonio Moreno, porque es un vulgar delincuente, que le espera la cárcel, que es el lugar natural de los sádicos y asesinos
No creo en Nixon Antonio Moreno, por ser prófugo de la justicia, por andar huyendo cobardemente, por ser incapaz de afrontar la responsabilidad por sus hechos. Y por estar amparado por la Nunciatura Apostólica.
Amen
articulojoseantonio@gmail.com