Viaje real por Barrio Adentro

Una cosa es hablar de Barrio Adentro en atención a lo que dicen los personeros oficiales o el presidente Chávez; y otra es vivir esa realidad como me correspondió en dos meses (marzo y abril 2009).

Barrio Adentro es el sistema de salud que en los últimos diez años se ha ido estableciendo en el país con el objeto de brindar a la población en general y de manera especial a los sectores populares la atención médica necesaria. Dicho sistema está conformado por:

Barrio Adentro 1. Se ocupa de la salud en sus formas más corrientes (gripes, diarreas, cefalalgias, etc.). Funciona en una pequeña habitación de un Barrio, de una zona campesina o indígena .La atención la brinda un médico que está al servicio de la comunidad en horario diurno y nocturno. En algunos sitios le han construido módulos adecuados al servicio que prestan. Allí el médico dispone sólo de sus conocimientos científicos y de su experiencia, por cuanto carece de apoyo tecnológico. En forma gratuita brinda el servicio y suministra las medicinas que receta a sus pacientes.

Barrio Adentro 2. Es un local construido – también en el barrio - con algunas características especiales para la instalación de equipos de alta tecnología, los cuales le sirven de apoyo al médico para un diagnóstico más efectivo. Se les da el nombre de Centro de Diagnóstico Integral (CDI). Allí llegan pacientes con dolencias más severas o que han sido enviados desde Barrio Adentro 1. También está el Centro de Terapia, para el tratamiento de problemas musculares (dolores, reumas, bursitis, etc.,), por medio de ultrasonido, rayos láser, ejercicios gimnásticos dirigidos por personal especializado. Estos centros son muy frecuentados (En Tovar atiende un promedio de 60 a 70 pacientes cada día de lunes a viernes).

Barrio Adentro 3. Lo conforman los hospitales que ya existen en pueblos y ciudades y brindan el servicio de salud conforme a su capacidad y los recursos científicos y tecnológicos de que disponen (Bailadores, Tovar, Santa Cruz, HULA Mérida).


En mi viaje real de dos meses por el Sistema de Salud Barrio Adentro he recibido atención gratuita en cada oportunidad que lo he solicitado. Con respecto a Bario Adentro 1, 2 y el Centro de Terapia, el comentario es de reconocimiento para el personal de médicos y médicas, enfermeras y personal especializado. Reconocimiento por su amabilidad, gentileza, cariño y amor con que brindan sus servicios, de igual manera al personal que labora en los hospitales (Barrio Adentro 3) por su abnegación para soportar las miserias humanas, secuela de las enfermedades.

Pero en este recorrido real por Barrio Adentro, no todo son luces y bondades. Hay sombras y tinieblas, secuelas del pasado nefasto que le ha correspondido a nuestro país como consecuencia de los gobiernos y de la miseria moral que sus actuaciones sembraron en todos los niveles de la administración pública y de la sociedad. Toda esa miseria moral propia del capitalismo, pesa como una lacra, que costará arrancarla, por cuanto está sembrada, metida en los propios cromosomas de esta sociedad. En ello consiste la larga y difícil marcha hacia el socialismo, hacia el “hombre nuevo”. Marx decía, “si los pueblos estuvieran listos para la revolución, no habría necesidad de hacerlas”. Los pueblos hay que tomarlos así como son, con sus virtudes y con sus defectos. El proceso revolucionario consiste en transformar estos en aquellas.


Mi viaje por Barrio Adentro comienza el 2 de marzo al mediodía, al sentir fuerte presión en el pecho y dolor muy intenso en los brazos (bíceps) De inmediato fui llevado al CDI de Tovar (electrocardiograma). De allí el médico personalmente me llevó al hospital de Tovar (electrocardiograma) y de seguidas enviado al HULA Mérida (Hospital Universitario de los Andes). Fue así como me correspondió vivir la dura experiencia de ser trasladado en ambulancia desde Tovar a Mérida, carretera en donde los “policías acostados” crecen como la verdolaga bajo la complaciente mirada de las autoridades nacionales, regionales y locales. ¿Dónde queda el derecho de las mayorías a transitar sin obstáculos por las carreteras del país? ¿Qué diferencia hay entre una vía deteriorada por falta de asfaltado y una vía donde proliferan los “policías acostados” en forma anárquica y carente de todo sentido práctico? ¡Hay que inventar otra fórmula para controlar la velocidad en las carreteras!

Si ya el viaje normal de Tovar a Mérida constituye una tortura por causa del mal estado de la vía y a ello se une, los “policías acostados”, ¿Puede usted, estimado lector de esta nota, imaginarse lo que significa viajar en una ambulancia, dos pacientes: Uno, con síntomas de afección cardiaca (el suscrito); y la otra, una parturienta primeriza que tenía ya catorce horas en proceso de parto y los médicos del hospital de Santa Cruz decidieron remitirla al HULA-Mérida? Aun cuando el camillero y la enfermera se opusieron a llevarla, por cuanto la única camilla la ocupaba yo, la médica ordenó acostarla en el banco donde se sientan el camillero y la enfermera. Ante la insistencia y la imposibilidad física-médica- lógica de tal pretensión, a pesar de mi dolencia cardiaca, me ofrecí a viajar sentado en el asiento delantero, junto al chofer y le cedí la camilla a la parturienta. ¿Usted, estimado lector, puede imaginar una ambulancia a alta velocidad con los amortiguadores traseros deteriorados por el tránsito constante (por lo menos dos viajes diarios), por esa vía de curvas, en mal estado y para colmo llena de “policías acostados”? La parturienta no sabía si dar alaridos por los dolores propios del parto o por el bamboleo y saltos en la camilla con cada curva, cada hueco y cada “policía acostado” ¿Y que decir del paciente con síntomas de paro cardiaco? Si usted no muere de la enfermedad que padece, lo matan los “policías acostados” con todo y no tener revólver, pero, están armados de la inconsecuencia que constituye su presencia en las vías carreteras del país, por la absurda, arbitraria decisión de cuatro o cinco personas que habitan al borde de la vía. ¡Anarquía de las minorías! ¿Dónde queda el derecho de las mayorías que transitan esas vías? ¿Qué respuesta le va a dar la autoridad nacional, regional o local a este desafuero que se comete en las carreteras del país? El ejemplo a seguir lo ha dado el Alcalde de Capacho al prohibir los “policías acostados” (febrero 2009) en la jurisdicción de su Municipio ¡Ojala y mantenga su decisión para siempre ¡Porque así es como se gobierna! Gobierno de las mayorías. El presidente Chávez prohibió los peajes ¿Cuándo va a prohibir los “policías acostados” en las carreteras? ¡Aún cuando no tienen revólver! “asesinan”, dañan permanentemente el parque automotor del país.


¿Qué es una ambulancia? La que me tocó en suerte, para el traslado de Tovar a Mérida, es una camioneta “picó”, pintada de blanco, a la cual le colocan un techo duro y alto, le graban en letras grandes la palabra AMBULANCIA; la adornan como árbol de navidad con luces de colores que relampaguean; le colocan una sirena y unos sonidos como los que utilizan las alarmas antirrobo de los automóviles. Estos utensilios (luces, sirena y sonidos), le permiten al chofer, a la máxima velocidad posible, abrirse paso en las carreteras colmadas de vehículos automotores.

En su interior, en el lado derecho hay una banca que sirve de asiento al camillero y a la enfermera. Al frente, asegurada al lado lateral del vehículo por algún mecanismo de “quita y pon”, está la camilla. En el interior de la ambulancia no hay nada que sirva para el más mínimo recurso de emergencia médica (bombona de oxigeno, medicamentos de primeros auxilios, tensiómetro, estetoscopio, etc.) A las 5 p.m. llegamos al “espectacular trancón” vial, de Ejido. A sirenazos, ulular de sonido estridentes y luces relampagueantes, el chofer trataba de abrirse paso por el medio de las dos hileras de vehículos que llenaban la avenida. Un policía motorizado (de verdad no de los otros), le dijo al chofer que tomara la vía libre del trolebús, uso que le han prohibido a las ambulancias por cuanto los “vivos-pendejos” y borrachos que abundan en nuestro país, cuando les da la gana, se declaran en emergencia para avanzar por dicha vía. Desde Ejido recorrimos el tramo hasta el semáforo del avión. Allí hubo necesidad de retomar la avenida por cuanto dos trolebuses cerraban la vía construida para su exclusividad.

A las 6 p.m. llegamos al HULA, a la sala de URGENCIAS (nombre en castellano que debería estar escrito en todos los hospitales, en lugar del anglicismo, EMERGENCIAS). Por mis propios medios me apee del asiento delantero de la ambulancia. Me sentaron en una silla de ruedas y penetré al hospital de campaña (hospital de guerra), en que están convertidos los pasillos del HULA, por las camillas colocadas en doble hilera a lado y lado. Allí reposan los cuerpos de cientos de pacientes con fracturas causadas por estrellamientos con motocicletas (80%) y el porcentaje restante, causadas por vehículos automotores.

Ingresé a la Unidad de URGENCIAS cardiovasculares. Mientras los médicos cardiólogos iban haciendo la Historia Médica, efectuaban electro cardiogramas, enzimas cardiacas, presión arterial, etc. Me hicieron una pregunta que me llamó poderosamente la atención. Luego del nombre, edad, fecha de nacimiento, lugar de origen, venía la pregunta ¿“religión”? ¿Qué tiene que ver la pregunta “religión” con una afección cardiaca, fractura de clavícula u enfermedad de cualquier otro signo? Pero, lo que más me llenó de asombro fue la forma afirmativa de la pregunta - “¡católico!” - Ante mi respuesta -“¡ninguna!” - la doctora no pudo disimular la turbación.

Venezuela es República laica. Entre nuestras grandes conquistas republicanas se encuentra la sangrienta lucha para separar la Iglesia y el Estado y establecer la “libertad de cultos. Sangrienta lucha por cuanto el catolicismo en sus 2000 años de horrores, nunca ha cedido a sus políticas, dogmas y creencias sin guerras infames, como, las cruzadas contra la herejía o el genocidio cometido en la conquista y evangelización de América. Nunca ha cedido sus privilegios sin derramar la sangre de inocentes, sin hacer fuerte resistencia, en la mayoría de los casos organizando cruzadas de exterminio.



Según el carácter laico de la República Bolivariana de Venezuela, en los edificios públicos, escuelas, hospitales, alcaldías, etc., no debe haber símbolos de ninguna religión. Ni en las escuelas públicas se debe enseñar o practicar ninguna religión. Esto forma parte de nuestra tradición histórica. ¿Acaso alguien puede negar el anticlericalismo y el ateísmo, de nuestros próceres: Francisco de Miranda, Simón Rodríguez, Bolívar, Manuela Sanz. Antonio José de Sucre, José de San Martín, Bernardo O´Higgins, perseguidos por la Inquisición y que además pertenecían a sectas masónicas? Bolívar era contrario a “milagros” o “explicaciones sobrenaturales”. La creencia pertenece al fuero interno de cada individuo. Para las prédicas religiosas existen los templos o iglesias.

El HULA está colmado de símbolos (ídolos) religiosos y en lugar de ser el templo de la ciencia y la tecnología médicas, allí, en cada piso, en cada pasillo, hay altares, iconos, símbolos de la santería y expresión del sincretismo religioso que existe en el país. Ocurrió que un domingo, a las 7 a.m., un coro de voces con rasgueos de guitarras, y palmadas, entonaba cantos, irrespetando la palabra SILENCIO, emblema de todos los hospitales del mundo. En el HULA, la palabra SILENCIO desapareció de pasillos, salas de hospitalización y en consecuencia más parece una feria de mercado que el sitio donde la tranquilidad, el silencio, reine en todos sus ámbitos. Ante la indignación que me causó tal hecho, salí a la puerta de la habitación y les recordé la condición laica de la República Bolivariana de Venezuela y el respeto que se merecen los pacientes con sus dolores corporales, sus padecimientos y angustias sicológicas. En los domingos siguientes no volvieron con sus cantos destemplados, los latiguillos de las letras de sus canciones incoherentes, ajenas a la realidad de las cosas.

Pero, a lo anterior hay que agregarle otro hecho inaceptable en un hospital, en donde el SILENCIO es lema. Desde las 7 de la mañana comienza el desfile de vendedores ambulantes anunciando sus buhonerías como si estuvieran en el Mercado Municipal: ¡Periódicos del día! ¡Café negro o con leche! ¡Te de manzanilla o de otros sabores! ¡Tody! ¡Chocolate! ¡Yogurt de fabricación casera que causa enfermedades digestivas en quienes los comen. Si hay un producto de más difícil asepsia en su elaboración es el yogur, ¡Dulces, caramelos! ¡Cahapas de queso con jamón! ¡Sábanas, almohadas, cobijas! y pare de contar. Entran con sus morrales, sus termos estreptocócicos, sus bebidas salmonelócicas, su presencia contaminante. Deambulan con absoluta libertad por pasillos y salas de hospitalización, “como Pedro por su casa”, ante la presencia de médicos y enfermeras que aceptan aquel desafuero a la asepsia, al SILENCIO, como algo común y corriente.

¿Dónde queda la tranquilidad, elemento o característica fundamental de un hospital? ¿Dónde quedan las dietas especializadas que suministra el hospital? A esta alimentación buhoneril carente de toda asepsia, hay que agregar la dieta que los familiares de manera subrepticia le llevan al paciente: tetero de mondongo, sobrebarriga a la brasa, chinchurrias, chorizos, morcillas, frijoles con patitas de cochino. Selecto menú de colesterol, triglicéridos, con bastante ¡sal! y como postre ¡dulces! Sal para alimentar la tensión alta y azucares para fomentar aún más la diabetes. En Venezuela, paciente que ingrese al hospital y no presente tensión alta o diabetes, debe ser nativo de otro planeta. El doctor Juan Pablo Pérez Alfonso decía que, “los verdaderos enemigos del hombre son la sal y el azúcar y no los que enseña el catecismo católico “mundo, demonio y carne”. “La iglesia debería reformar el catecismo que le enseña a sus creyentes.” Al menos en eso sería una religión práctica y saludable.


Luego de este paréntesis vamos a continuar el relato.

A las 10 p.m. en atención a que ni los electrocardiogramas ni el examen de laboratorio detectaban la afección cardiovascular y por la falta de cama, para dejarme en observación (HULA), me devolvieron a Tovar adonde llegué a las 12 de la medianoche. A las 2 a.m. me repitió la presión en el pecho, el ardor en los brazos y bíceps. Fui a la clínica junto a mi casa (CEMCA). Repitieron los electrocardiogramas, nitratos bajo la lengua, inyección para el dolor y de nuevo a casa.

Para no hacer muy largo el relato, los síntomas antes descritos se repitieron seis veces en cuatro días. El 5 de marzo a las 12 de la medianoche, de nuevo viaje en la ambulancia de marras desde Tovar al HULA y quedé hospitalizado. Como ya tenía Historia Médica no me hicieron de nuevo la inquisitorial pregunta –“¿religión”?


La remodelación que el gobierno nacional viene realizando en el HULA, ha elevado en cantidad y mejorado en calidad los servicios que presta. De esta manera Barrio Adentro, como Sistema de Salud, llega a la etapa de tercer nivel con el equipamiento de salas para la atención de URGENCIAS.

La vieja cama de manivela y tornillo sin fin para subir y bajar el espaldar o las extremidades inferiores, ha sido eliminada y sustituida por una moderna cama que por medio de pedales o pequeñas palancas permiten subir, bajar o adoptar diversas posiciones. Mecanismos hidráulicos que eliminan la manivela y el tornillo sin fin.

La Unidad de urgencias cardiovasculares dispone de una sala con capacidad para seis camas (camillas), pero, el ingreso diario de pacientes hace que el número se mantenga entre doce y catorce pacientes (sobresaturación).

¿Por qué esa sobresaturación de pacientes en el HULA?

Podemos señalar varias causas:

Primera. El hospital fue construido hace cuarenta años para brindar servicio a la ciudad de Mérida y poblaciones aledañas (Tabay, La Parroquia, San Juan, Lagunillas). En este momento el hospital está recibiendo pacientes de la zona Sur del lago de Maracaibo (desde La Fría a Agua Viva y desde Santa Bárbara a El Vigía); el Valle del Mocotíes; Pueblos del Sur del Estado Mérida; pueblos del páramo y para complemento le envían pacientes del hospital de San Cristóbal, del hospital de Valera, del hospital de Barinas. Como quien dice, “muy poca cama para tanta gente”. Es de prioritaria urgencia la construcción de un gran hospital en El Vigía. Eso es más importante que el Tercer Puente sobre el río Orinoco. Primero la salud y después el desarrollismo.

Segunda. El buen funcionamiento de Barrio Adentro 1 y 2 aumenta el envío de pacientes. ¿Por qué? Por cuanto ahora los sectores populares, los sectores más humildes de la población que nunca jamás tuvieron a su disposición un servicio permanente de salud ni mucho menos los equipos de última tecnología médica (electrocardiogramas, ecosonido, resonancia magnética, etc.), ahora en los CDI, estos equipos permiten realizar diagnósticos de enfermedades que las gentes humildes de barriadas, zonas campesinas e indígenas las padecían y morían en absoluta ignorancia y abandono.

Es el caso de la mujer campesina que durante toda su vida cocinó con leña y los pulmones y vías respiratorias se le llenaron de humo, con las respectivas secuelas cardiovasculares. O la mujer u hombre campesino que fabricó queso para el consumo de su familia y lo envolvían en hojas de helecho, que son cancerígenas. O el obrero de la construcción que tiene los pulmones llenos del polvo de cemento y tantas y tantos hombres, mujeres, niños, ancianos de los sectores populares que nunca tuvieron la posibilidad de recibir la atención de salud (científica y tecnológica) de que hoy disponen en forma gratuita.

El personal de cardiólogos (del HULA), con gran abnegación laboran 24 horas al día atendiendo las urgencias que llegan, ¡ojalá! sus mentes y sus conciencias se alimenten de los sentimientos de solidaridad que debe distinguir a quien presta servicios en Barrio Adentro y expulsen de sus mentes, de sus sentimientos y de sus conciencias, el mercantilismo que ha servido como motivación para el ejercicio de tan meritoria profesión: médico de la salud y no mercenario de la salud.

La dolencia cardiovascular que padecí, máximo en ocho días puede ser atendida. Sin embargo, me llevó dos meses deambular por la Sala de URGENCIAS; por los diferentes sitios en donde se realizan exámenes (bioanálisis, rayos X, electrocardiogramas, eco sonido, etc.) Fueron 16 días en la Sala de URGENCIAS y 17 días en una de las salas de hospitalización del Piso 9, de amplios ventanales, con vista al aeropuerto y gran parte de la ciudad. El 8 de abril, en atención a la estabilidad en el proceso de recuperación, la Unidad de Cardiología - con motivo de la “Semana de la Santa Parranda Nacional” - decidió el regreso a mi casa de Tovar, bajo estricto tratamiento, reposo y tranquilidad, a esperar la realización de la angioplastia (cateterismo)


¿Por qué, entre idas y venidas, vueltas y revueltas, permanecí casi dos meses en el hospital? (2 de marzo al 27 de abril). ¿Por qué dos meses en un tratamiento cardiovascular que, según los entendidos, ha debido ocurrir máximo en ocho días? Vamos a tratar de descifrar este asunto con sus realidades y con sus misterios.

La cuestión de fondo está en lo que decíamos al comienzo de este relato: las profundas contradicciones de una sociedad sumergida en la herencia del sistema capitalista con todas sus secuelas de corrupción, mercantilismo, burocratismo, egoísmo, individualismo. La salud convertida en mercancía y quienes la ejercen en mercaderes del dolor humano.


En el HULA hay un cuerpo de eminentes, honorables, respetables médicos, estudiantes de posgrados, enfermeras, camareras, camilleros y en general todo el personal que se ocupa del mantenimiento y funcionamiento de la infraestructura del hospital. Pero, también allí conviven médicos, estudiantes de postgrado, enfermeras, camareras y demás personal que lleva en su conciencia todas las lacras del capitalismo, mercaderes de la salud, mercenarios de su profesión. Decimos esto y que cada quien asuma la parte que le corresponde, desde el director del hospital hasta el portero.

Por causa de los mercenarios de la salud, que practican el robo y la rapiña, el HULA carece de los insumos necesarios. Carece del instrumental e insumos que le son suministrados al hospital para la atención gratuita de los pacientes. Insumos que son llevados a las clínicas privadas en las cuales también presta servicio el mismo personal de médicos, enfermeras y camareras que laboran en el hospital. Ese doble trabajo entorpece el funcionamiento normal del hospital, por cuanto se da el caso, por ejemplo, que una enfermera y no el médico, determina a cuantos pacientes se pueden atender en determinado horario, por cuanto ella debe salir para realizar el trabajo en una clínica. Igual ocurre con los médicos que “cabalgan” horarios en el hospital, en la universidad y en las clínicas privadas.

Es así como la “mamá ULA” no sólo les da la formación científica y tecnológica propia de cada profesión: ingenieros, abogados, médicos, farmaceutas, odontólogos etc. Los gradúa, les entrega el titulo y por causa de las lacras del capitalismo, cuyo objetivo fundamental es la ganancia y la acumulación de capital, el título universitario se transforma en “patente de corso” para el robo y la rapiña. Qué me perdonen los universitarios honestos, a carta cabal, por estas opiniones tan ofensivas y denigrantes.

Estos universitarios de “mala entraña” no sólo se contentaron con beber el calostro del conocimiento con que los amamantó la universidad, sino que permanecen pegados a las tetas de la “mamá ULA”, no para llevar una vida noble y digna como servidores de la sociedad, sino, para todo lo contrario. Un famoso abogado de Tovar, cuyo nombre me reservo, decía que no recibían el “titulo de XXX…, sino de gángsters”.

En ganadería es común observar, como la vaca, cuando el tiempo de criar el ternero termina, si éste pretende acercarse a la ubre para mamar el pezón, lo aparta con una patada en la trompa. ¿Cuándo la “mamá ULA” comenzará a repartir coses a tanto “ternero mamón” que no se contentó con beber el calostro del conocimiento científico y tecnológico y pretenden seguir pegados a la teta?

En la sala de hospitalización hay televisores y radios con música de vallenatos y demás engendros musicales de actualidad. Fue así como tuvimos la ocasión de oír por la TV las declaraciones del presidente de la Federación de Médicos de Venezuela cuando comentaba sobre la fuga de médicos a otros países a ejercer la medicina. Con que lamento, con que angustia, con que dolor daba la noticia, como una tragedia para el país. Este señor, como ocurre con toda la oposición, no entiende que esa no es una mala noticia, sino, una muy buena noticia ¡Excelente noticia! Con toda seguridad los médicos patriotas, de vocación humanista, no son los que se marchan. Se marchan los mercenarios de la salud que son de la misma calaña de la “meritocracia de PDVSA”. ¡Cuánto antes se marchen todos! ¡Mejor!

Estos son los médicos que, en forma directa o indirecta, participan del robo de insumos en el HULA para llevarlos a sus clínicas privadas, según conversación que en varias oportunidades sostuve con el director del hospital, en sus varias visitas a mi lecho de enfermo para conversar sobre la adquisición de los insumos necesarios para mi angioplastia.

Esas clínicas realizan campañas mediáticas contra el HULA y lo acusan de no suministrarles a los pacientes los insumos que necesitan. Las clínicas exigen que el hospital les entregue los insumos para ellas colocarlos. El hospital les dice, “entregamos los insumos siempre y cuando el paciente reciba la atención en el hospital.” “Traigan los pacientes y aquí les colocamos los insumos, en forma gratuita”. Ahí radica en gran parte la causa de la campaña mediática contra la dirección del HULA. Ahí está presente, de forma muy elocuente la lucha de clases. El mismo insumo tiene diferente connotación si es colocado en la clínica de los ricos o si es colocado en el hospital de la “chusma”. ¿Acaso habrá todavía quienes digan que no existe la lucha de clases, explotadores y explotados, burgueses y proletarios, siervos y señores, esclavos y esclavistas?

Por simple curiosidad se averiguó el costo de la angioplastia en una clínica privada (60 mil Bs.F. fuera de la hospitalización y gastos extras, en total, unos 80 mil Bs.F. que en el viejo lenguaje son 80 millones de bolívares))

Pero ocurre algo también muy grave. Los equipos del hospital, de más avanzada tecnología (por ejemplo un equipo de Resonancia Magnética), periódicamente aparece dañado, “informó la jefe de servicio… que el paciente al que se le iba a practicar la resonancia magnética fue suspendida, se trata de un niño con un proceso neuro-infeccioso cerebral”… “llama poderosamente la atención que el equipo presente fallas continuas” (Diario Frontera 24.03.09)

También se da el caso de exámenes de laboratorio que el servicio de bioanálisis no puede realizar por el robo de los reactivos. Los pacientes deben ir a laboratorios o clínicas privadas y pagar elevados costos.

Ingresé al hospital el viernes 06.03.09. El lunes 09.03.09, me realizaron una angioplastia y el cardiólogo determinó los insumos y medidas (stemp), para colocarlos el jueves 12.03.09 por medio de otra angioplastia (cateterismo). Según me han comentado los entendidos, esta era la decisión correcta. Pero, la intervención quirúrgica no fue posible realizarla en el tiempo establecido por cuanto el hospital no tenía los insumos requeridos.

Se propuso adquirirlos por medios económicos propios, pero, la propuesta fue rechazada por el director del hospital por cuanto en nuestro país el servicio público de salud es gratuito. Estonces comenzó la larga espera y las gestiones de todo tipo:

Primera gestión. Reunión de los médicos de la Unidad de Cardiología, con el director del HULA, los familiares de los pacientes en situación de urgencia y la Defensoría del Pueblo como invitada especial, para tratar la situación de falta de insumos médicos de uso cotidiano en los quirófanos. A dicha reunión asistió mi esposa. No asistió la Defensoría del Pueblo que ha debido ser la primera en llegar a la reunión. ¿Para qué servirá la Defensoría del Pueblo?

Segunda gestión. Carta al Director del Hospital, hecha pública (diario Frontera 16.04.09) “no para que mi caso sea atendido en exclusividad, sino para que las situaciones similares reciban atención…” “¿En dónde está la traba para la solución de un asunto de tan común, elemental cotidianidad?”

Tercera gestión. Con un amigo de San Cristóbal, con vínculos en la presidencia de la República, gestionamos la posibilidad de mi traslado a un hospital de Caracas, donde se supone hay los insumos.

Cuarta gestión. Por medio del amigo José Sant Roz, se le presentó el caso al presidente del Consejo Legislativo, Alcides Ramírez, el cual de inmediato apoyó llevar la propuesta al seno del Consejo y de seguidas me suministraron los requisitos a cumplir (documentación) para que el viernes 17.04.09 el Consejo Legislativo aprobara la erogación. El día jueves se reunió toda la documentación (Carta de residencia, bajos recursos, carga familiar, fe de vida, fotocopia de la cédula, informe médico, tres proforma del valor de los insumos y carta al presidente, Alexis Ramírez).

Quinta gestión. Mi familiar Enrique Sánchez, solicitó audiencia con el Secretario de Gobierno, doctor Guido Ochoa. Le correspondió el Nº 19 y durante toda la mañana permaneció en la sala de espera y en la hora del mediodía presentó el caso. Me puso al teléfono al doctor Guido Ochoa, el cual me habló de mi larga trayectoria de luchas (miembro de la guerrilla de La Azulita, la primera en insurgir en el país, marzo de 1962; y mi larga lucha social de 50 años como pionero de la transformación agrícola y ganadera del Valle del Mocotíes, la lucha contra la explotación de la mina de Bailadores, las organizaciones campesinas, caficultura, cooperativas, medios de comunicación social: radio y prensa escrita, autor de varios libros, etc.), en consecuencia, me ofrecía el apoyo necesario y me puso en comunicación telefónica con la presidente de Corposalud (Dr. Nelly), la cual se encontraba en Bailadores junto con el Gobernador, en reunión de alcaldes, “que de allí irían a El Vigía y que a las 7 p.m. la llamara por celular a Mérida”. Así lo hice y al tiempo que hablaba conmigo se comunicó con el director del hospital, lo cual me permitió oír que “hoy se recibió un pedido de insumos, el cual será revisado mañana y que, a las 2 p.m. del día siguiente (viernes 17.04. 09), fuera a la Unidad de Cardiología para informarme si los insumos requeridos para mi angioplastia habían llegado”. Por encontrarme en Tovar, le hice el encargo a Enrique Sánchez. Permaneció toda la tarde en la Unidad de Cardiología hasta que pudo hablar con el doctor Tulio Núñez, el cual le informó que el lunes (20.04. 09) a primera hora de la mañana debía presentarme en el HULA, para la angioplastia. Esta información fue confirmada por otra llamada que me hizo la esposa de José Sant Roz y él personalmente.

Ya con esta información no era necesario presentar la solicitud y recaudos al Consejo Legislativo.

Sexta gestión. Se dijo que el Ministro de Interior y Justicia, estaría en Tovar para presidir los actos conmemorativos del 19 de abril (fecha patria). La persona que me dio la información me dijo que escribiera una carta dirigida al Ministro y que él personalmente se la entregaría. Por su condición de Ministro hubo de estar en el desfile cívico-militar de los Próceres (Caracas), junto al presidente Chávez, y no vino a Tovar. Pero, de inmediato la carta (junto con la dirigida al Director del HULA y al presidente del Consejo Legislativo, como anexos), se le envió por servicio de encomiendas. Entre otras cosas le decíamos al Ministro, “El sistema de salud Barrio Adentro y el Proyecto Educativo constituyen las columnas fundamentales de nuestro proceso revolucionario bolivariano y en consecuencia tienen prioridad sobre cualquiera otro plan de variada naturaleza. Educación y Salud son los baluartes sobre los cuales está montado el proceso socialista de la Revolución Cubana, y no sólo han servido para enfrentar las arremetidas infames del imperio (invasiones, bloqueo), sino, que también han servido para brindarle solidaridad a nuestro país, a los pueblos de Latinoamérica y del mundo.”


¿Puede cada paciente realizar este cúmulo de gestiones para conseguir los insumos necesarios en una intervención quirúrgica que forma parte de la elemental cotidianidad del hospital? El HULA tiene una atención promedio mensual de 1000 pacientes con problemas cardiovasculares. ¿Pueden esos 1000 pacientes, gentes muy humildes (campesinos, indígenas, obreros, gentes de las barriadas populares), realizar las gestiones que de la manera más sintética posible acabo de relatar?


Pero así como hemos hablado de los médicos eminentes y honorables y hemos hecho mención de los mercenarios; debemos hablar de los obreros y empleados que en todos los niveles de la estructura funcional del hospital prestan servicio. Ese personal en su mayoría debe estar afiliado a sindicatos. Organizaciones que a escala nacional no se distinguen por su honorabilidad, ni buenas costumbres sindicales, sino, por todo lo contrario.

Una de las grandes fallas de la Revolución Bolivariana radica en estas organizaciones sindicales, corruptas, que admiten entre sus afiliados a individuos que se prestan para el robo y la rapiña de insunos y bienes que son del patrimonio público y para el servicio de los sectores populares. ¿Qué formación sindical ha recibido un individuo que actúa de esta manera vil con su propia clase? ¿Dónde está su conciencia de clase? ¿Por qué individuos de esta calaña no son expulsados inmediatamente del sindicato?

Sindicatos cuyo único objetivo es la lucha por el aumento salarial, por la firma de contratos muy onerosos con las organizaciones del Estado cuya misión fundamental es la educación y la salud. Si tales sindicatos estuvieran, realmente, comprometidos con el proceso de la Revolución Bolivariana, en diez años, ya han debido ser limpiados de la corrupción que los carcome.

En todo momento sólo hablan de aumento salarial y de prestaciones. Marx decía, “que la lucha no debía ser por el salario justo, sino, por la abolición del sistema del trabajo asalariado”. En el sistema capitalista que aún impera en Venezuela, pero, dentro de una Revolución que se declara “antiimperialista y socialista”, luchar por el “salario” es aceptar la consolidación del capitalismo, de sus leyes laborales, de la alienación del trabajo, es proclamar la continuidad del capitalismo.

¿De que están hechos estos sindicatos que con sus luchas defienden y consolidan el sistema de explotación capitalista? ¿Cuál es la misión de un sindicato? ¿Para qué se organiza la clase obrera en sindicatos? Se organizan para una acción fundamental ¡Acabar con el capitalismo!


Los dos meses que permanecí en el HULA por la falta de los insumos requeridos para la intervención quirúrgica cardiovascular, también me dieron la oportunidad de conocer otros aspectos de su funcionamiento y la parte humana de los pacientes que junto a nuestro lecho padecen sus propias dolencias.

Conversé con un paciente que en el gobierno del coronel Carlos Delgado Chalbeaud, como soldado, estaba prestando el servicio militar y formó parte del contingente que hizo preso a Simón Urbina escondido en un chiribital y luego a Rafael Simón Urbina, refugiado en la embajada de Nicaragua, al ser entregado por ésta, como autor del magnicidio.

Conversé con José Octavio Marín, de profesión topógrafo. A sus 82 años requirió de una operación de corazón abierto y le estaban realizando los exámenes médicos de rigor para dicha intervención quirúrgica. Me contó que a la edad de 15 años se vino de Colombia en donde había participado en la construcción de un túnel para una carretera. De ese trabajo ocasional, nació su vocación por la actividad de topógrafo. Se vino a Caracas y estudió topografía. En su larga trayectoria como topógrafo participó en la construcción de la presa “La Mariposa” en tiempo del general Marcos Pérez Jiménez, para el suministro de agua potable a Caracas. En la construcción de la presa del Guri, donde les asignaron el levantamiento topográfico de un área de 25 kilómetros cuadrados. Participó en la construcción de la presa de Santo Domingo (José Antonio Páez) en el Estado Mérida y en el túnel de varios kilómetros que conduce el agua hasta las unidades hidroeléctricas. Participó en la construcción de la presa del río Uribante. Allí era jefe de un equipo formado por cien topógrafos. Estuvo por breve tiempo en la construcción de la presa “Las Majaguas”. Alguien que conoce en sus orígenes la construcción de las grandes presas que suministran el 70% de la energía hidroeléctrica del país es un personaje digno de admiración..

Mi interés por el tema parte del hecho que mi padre construyó, instaló la hidroeléctrica que le suministraba energía y luz a Bailadores, La Playa y Tovar, por allá en 1931. De igual manera, por iniciativa privada se construyeron las plantas Parra y la Picón, en Mérida. Gandica en La Grita. Angarita en San Cristóbal y la Central hidroeléctrica que daba electricidad a Rubio, San Antonio y Ureña. Las grandes centrales hidroeléctricas del país tienen sus pioneros en estas personas que con esfuerzo y capitales propios aprovecharon el potencial de las caídas de agua en ríos y quebradas.

Marín me contó que a petición de un ingeniero que trabajaba en la presa del Uribante, crearon el cuento de los inventos hidráulicos de Luis Zambrano y toda la farsa que, con la anuencia de la ULA, se tejió en el país. En ningún momento la ULA tuvo la sagacidad de investigar la veracidad de los hechos. ¡Cuánto más leemos y nos enteramos de los acontecimientos “históricos”, más comprendemos cuánto de farsa tiene la historia! ¿En verdad Nerón y los emperadores romanos son como se dice o en gran parte son el fruto del odio sembrado en la historia escrita por el cristianismo? Nuestro Simón Rodríguez, maestro en Europa del Libertador ¿Es en verdad el viejo loco que nos enseñaron en la escuela, personaje “caricaturesco”, creado por obispos y frailes mediocres, por causa del odio a sus métodos de educación, a su genial figura de insigne educador? Técnicas y métodos que les resultaban contrarios al oscurantismo de la Inquisición. Razón tenía Víctor Hugo, “en cada pueblo hay una persona que enciende la luz del conocimiento: el maestro; y otro que la apaga: el cura.”

La operación de corazón abierto no le fue practicada a Octavio Marín en el HULA. Fue remitido a Caracas. Por teléfono me llamó para contarme que la convalecencia la estaba pasando en la isla de Margarita.

Conversé con un exguardia nacional y me contó del entusiasmo conque en su juventud ingresó a la Escuela de Guardias Nacionales de Cordero. De las enseñanzas que recibieron: “buen trato al ciudadano, respeto y cumplimiento de las leyes, la responsabilidad personal de llevar con orgullo el lema “el Honor es su Divisa”. “Luego del acto de graduación, cuando uno es asignado a un contingente, que tristeza da comparar las enseñanzas de la Escuela de Guardias Nacionales y la realidad del ejercicio de la profesión. La corrupción en la Guardia Nacional no va de abajo hacia arriba, sino de arriba hacia abajo, por cuanto “uno recibe ordenes que emanan del oficial inmediatamente superior”. De pronto llega el Sargento y ordena, “ustedes cinco salen y me traen cada uno dos botellas de güisqui “etiqueta negra” que mi teniente necesita para esta noche”. “Salimos, vamos a los expendios de licores y pedimos las dos botellas de güisqui y a la hora señalada están en la oficina del teniente o capitán o jefe de puesto”. “¿Con que autoridad moral, el Guardia Nacional, va luego a exigir al expendio de licores el cumplimiento de la Ley?” “Y que decir de las trampas que los oficiales le preparan a sus subalternos. Por ejemplo, “elaboran una guía falsa de transporte de madera, si el guardia no detecta que la guía es falsa, es sancionado, pero el oficial entra en arreglos con el dueño o transportista de la madera. Si el guardia detecta que la guía es falsa, está cumpliendo con su deber, pero de todas maneras el oficial cobra su parte para dejarla pasar.” “Si el Guardia, detecta en el barrio o sitio donde vive, la presencia de delincuentes y se lo comunica al oficial superior, éste, va y le cobra peaje a los delincuentes o les informa quien los denunció, con lo cual pone en peligro la vida del Guardia que actuó correctamente.” “En quince años como Guardia Nacional ¿cuántas vivencias tuve en las aduanas, en el contrabando de gasolina donde los generales parten y comparten las excesivas ganancias (comprar gasolina a 90 bolívares el litro y venderla a 2000), en las alcabalas, en los puestos de control y dondequiera me correspondió ejercer mis funciones de vigilancia, siempre la misma corrupción. ¡Pedí la baja! El Capitán me rogó reconsiderara la petición y me dio el plazo de un año para que volviera y continuara, por mi excelente hoja de servicio, si es que puede calificarse de “excelente”, la obediencia a las corruptelas de la oficialidad”. “Ahora llevo una vida austera, vivo de mi trabajo, junto a mi esposa y mi hija que estudia Química en la ULA.”


Volvamos al relato que ha originado este reportaje.

En el HULA hay dos hospitales con identidades plenamente definidas: Uno, el que funciona en los servicios especiales (URGENCIAS); y otro, el que funciona en la torre de hospitalización. Entre uno y otro existe descoordinación hasta para asignar una cama o la ejecución de los tratamientos prescritos. La gran actividad de la sala de urgencias debería contrastar con la gran pasividad que debería haber en la torre de hospitalización -si prohíben la buhonería ya descrita – por una parte; y por la otra, si se impone el respeto al carácter laico de la República Bolivariana de Venezuela.

Da grima oír a un médico que durante más de veinte años estuvo en las aulas, en contacto permanente con la ciencia, con la experimentación científica, con el conocimiento de la evolución de la materia - real y único origen de todas las cosas - con el aprendizaje de las tecnologías científicas, y a cada momento oírlos exclamar, “!Si dios quiere!”.

De ser así ¿Por qué no desconectan a todos los pacientes de los monitores, de los tensiómetros, de los electrocardiogramas, de los ecosonidos, de los aparatos de diálisis, de las mangueras con líquidos intravenosos; les quitan los clavos y tornillos colocados en los huesos rotos?

¿Dónde queda el poder de la ciencia y la tecnología médicas? ¿Dónde estaban los dioses cuando la “peste negra” mató la población de Europa, al extremo de quedar deshabitada? Acaso la historia no enseña que en nombre de los dioses, la Ciencia ha sido perseguida (Sócrates fue condenado a tomar la cicuta).

Grandes descubridores del funcionamiento del organismo humano (los fenómenos de la mente, de la circulación de la sangre, etc.) fueron llevados a la hoguera. El caso más conocido y nombrado es lo ocurrido con Galileo y las teorías de Copérnico; o las ideas de Giordano Bruno y Leonardo de Vinci, los dos grandes colosos del Renacimiento. Galileo en sus memorias cuenta la conversación entre un escolástico y un anatomista. Este le demostró con argumentos que” el centro de las funciones no estaba en el corazón, sino, en el cerebro”. A lo cual el escolástico le respondió, “sus argumentos pueden ser muy ciertos, pero, Aristóteles dijo que era el corazón y eso no se discute”.

Si la Ciencia y la tecnología, como creaciones del hombre, es lo que hace posible el bienestar, la salud, la curación de las enfermedades. Entonces el médico en lugar del “!Si dios quiere”! debe exclamar “!Si la ciencia y la tecnología triunfan!” o en caso contrario “!Si la ciencia o la tecnología fallan!”. “En mis habilidades de médico radican mis posibilidades de crear salud ¡mi posibilidad de éxito!

Sólo en el hombre existe la posibilidad de crear, de inventar, de transformar en realidades todas las cosas que va dominando por medio de la Ciencia, de la Tecnología y el recurso inagotable de su inteligencia. La posibilidad es la facultad suprema del hombre que no la tienen los dioses ni ningún otro ser en la naturaleza.


En este momento, por el desmoronamiento del capitalismo, la campaña mediática aterroriza a la humanidad (bioterrorismo), con un virus de origen aviar, que ahora se lo atribuyen a los cerdos. Mejor dicho, es un “puerco virus”, por cuanto aceptar su origen aviar es constatar que el verdadero origen está en los Estados Unidos, país en el cual, cada año, mueren 36.000 personas por causa de dicho virus. ¿Cuánta diferencia hay entre 36.000 y los 100 o 200 casos registrados en México? Virus aviar que en la guerra del año catorce las tropas gringas que desembarcaron en España contagiaron a toda Europa, al mundo entero y le pusieron por nombre “gripe española” ¿Que diferencia hay en que ahora se la denomine “gripe mexicana” “!gripe porcina!” con la posible amenaza de invasión militar, bajo el pretexto de curarla, por cuanto constituye una amenaza a “la seguridad de los Estados Unidos”? Igual que ocurrió con Haití, Granada o Nicaragua, países que con sus “poderosos” ejércitos amenazaron en el pasado la “seguridad de los Estados Unidos.

Frente al avance incontenible de las luchas populares en toda Latinoamérica ¿Qué va a ocurrir en México? Además del muro ¡Ya hay tropas gringas movilizadas a la frontera con México!

Si la auto demolición de las Torres Gemelas de Nueva York sirvió de pretexto para invadir a Afganistán; si las falsas armas de destrucción masiva sirvió de pretexto para invadir a Irak; si las lanchas cañoneras en el Golfo de Tonkin sirvió de pretexto para invadir a Vietnam; si la construcción de un aeropuerto sirvió de pretexto para invadir la isla de Granada; ¿Qué tiene de falso pensar en la posible invasión militar, “pacífica”, de México para “curar la mal llamada virus porcina” y tratar de frenar el avance incontenible de las mayorías nacionales mexicanas a la toma del poder político? ¿Va a permitir el imperialismo una revolución popular en su propia frontera Sur?


El lunes 20.04.09 en la mañana me realizaron los exámenes preparatorios para la angioplastia, constatación y medidas de los insumos necesarios. Cuando por fin apareció una camilla, me hospitalizaron. A las 3 p.m. me llevaron al quirófano. A las 4.40 p.m comenzó la angioplastia y terminó a las 5 y 40 p.m. A las 10 p.m. regresé a la Sala de URGENCIAS. Al día siguiente se suscitó un lamentable percance por la desatención al paciente que estaba a mi derecha y el estado de abandono en que lo tenían por causa de una diarrea nauseabunda.

Me cambiaron de sala. Allí les conté a los otros pacientes, con dolencias cardiovasculares similares, cómo me habían realizado la angioplastia (cateterismo), en forma gratuita conforme lo establece nuestra Constitución Nacional. Los pacientes allí hospitalizados me contaron que estaban en gestiones para comprar los mismos insumos que a mi me colocaron.

Entonces, ¿En que quedamos? Si la salud en los hospitales es gratuita (como en mi caso) ¿Por qué el desfile de vendedores de insumos que deambulan con sus maletines por los pasillos de la Unidad de Cardiología negociando el suministro, cuyo pago debe ser en efectivo, por cuanto no se aceptan cheques ni tarjetas de crédito? Entre otros, podemos nombrar (“Equimedilan”, “Laboratorio médico Dental los Llanos”, “Sra. Luila Torres”, “Aubimar”, “Clínica de Corazones y Vasos”, “Dr., Francisco Sánchez”, etc. Laboratorios con sede en Mérida, San Cristóbal, Valencia o Caracas. Si para unos pacientes los insumos son gratuitos ¿Por qué otros deben comprarlos con sus propios medios económicos? ¡El chantaje de la salud!

¿Qué es más importante? ¿Garantizar la salud gratuita a las mayorías nacionales, como lo establece la Constitución Nacional, o construir el Tercer Puente sobre el río Orinoco? Como dice el profesor Lupa ¡Misterios de la ciencia!

Con esta pregunta, termino mi “Viaje real por Barrio Adentro”, Sistema de Salud que a pesar de los vicios y corruptelas propias del sistema capitalista que nos rige, les ha permitido a las mayorías nacionales recibir más y mejor atención de sus quebrantos, dolencias y enfermedades. Puede que algunas consideraciones se hayan quedado en el tintero.

En cualquier forma, el único propósito de este reportaje es exigir la atención que LA EDUCACIÓN Y LA SALUD deben tener como baluartes fundamentales de la Revolución Bolivariana.

leonmoraria@gmail.com


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León Moraria

Nativo de Bailadores, Mérida, Venezuela (1936). Ha participado en la lucha social en sus diversas formas: Pionero en la transformación agrícola del Valle de Bailadores y en el rechazo a la explotación minera. Participó en la Guerrilla de La Azulita. Fundó y mantuvo durante trece años el periódico gremialista Rescate. Como secretario ejecutivo de FECCAVEN, organizó la movilización nacional de caficultores que coincidió con el estallido social conocido como "el caracazo". Periodista de opinión en la prensa regional y nacional. Autor entre otros libros: Estatuas de la Infamia, El Fantasma del Valle, Camonina, Creencia y Barbarie, EL TRIANGULO NEGRO, La Revolución Villorra, los poemarios Chao Tierra y Golongías. Librepensador y materialista de formación marxista.

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