La mayor expresión de nuestra fortaleza revolucionaria es la solidaridad incansable.
Un hilo conductor, macabro, hilvana los acontecimientos recientes (entre el golpe de estado en Honduras, las agresiones a Ecuador, los atentados contra Bolivia y las bases militares en Colombia) con el encarcelamiento de los Cinco nuestros. Un hilo que teje canalladas y necrofilias desaforadamente. Un hilo amargo de odios y muerte contra los pueblos en lucha porque están asqueados de la usura bancaria, el saqueo de riquezas naturales, la explotación del trabajo y la enajenación mental propinada por las cadenas mass media oligarcas de propaganda para derrotar las conciencias y la moral socialista.
Estos cinco cubanos nuestros, es decir de todos los pueblos que luchan por su dignidad, fueron detenidos en USA por luchar contra el terrorismo. La mafia contrarrevolucionaria asentada el Miami no deja envenenar al mundo. Hoy está metida en cada uno de los episodios que pretender descarrilar el amanecer revolucionario en Latinoamérica. Hoy la mafia criminal retoma fuerzas golpistas y opera desde Miami un plan continental bendecido desde el “pentágono” para llevar a cabo sabotajes, asesinatos, atentados y magnicidios en todas partes.
Tal aberrante lógica de servidumbre al imperio ni es nueva ni sorprende porque es, para todo revolucionario, una de las asignaturas pendientes más caras en la lucha emancipadora de nuestros pueblos. Hay que recordarlo cada día y cada hora en todas las tareas que desde ámbitos muy diversos debemos librar contra el capitalismo. Hasta derrotarlo. Lo saben bien y lo supieron siempre los Cinco cubanos hermanos: Gerardo Hernández, Antonio Guerrero, Ramón Labañino, Fernando González y René González. Héroes de la dignidad y de la moral revolucionaria detenidos por la mafia cubano-norteamericana de extrema derecha. El 12 de septiembre de 1998 fueron detenidos por el gobierno estadounidense con acusaciones falsas.
La inocencia de estos 5 héroes ha sido probada contundentemente miles de veces. “En las entrañas mismas del monstruo arriesgaban diariamente sus vidas para descubrir e informar los planes terroristas que la mafia cubano-americana, con la tolerancia y complicidad de las autoridades de Estados Unidos, realizaba contra el pueblo cubano” http://www.cuba.cu/inocentes/galeria/35.html
Nada, que no sean sus delirios y sus negocios, importa al imperio y nada importa a sus secuaces. Nada importa que en todo el mundo millones de personas reclamen y denuncien la desfachatada obscenidad con que se mantiene presos a Cinco hermanos que son para el mundo un honor, un ejemplo y una causa. En ellos se expresan los valores indispensables de nuestras mejores luchas, en ellos tenemos una fuerza y una orientación de combate que, a estas horas, en todo el continente son indispensables para avanzar y construir la victoria de los pueblos emancipados: valor, persistencia y unidad. Por la humanidad y contra el terrorismo imperialista.
“Libertad para los Cinco”
El gobierno norteamericano ha demostrado, una vez más, con su conducta inhumana contra los Cinco, su degeneración política y sus intereses esclavizantes que son una amenaza para la seguridad de todos nuestros pueblos y, especialmente, contra la revolución socialista del pueblo cubano. Los Cinco Cubanos son hermanos nuestros y de todo el mundo, son una de nuestras fuentes principales de ejemplo y moral de lucha y les debemos toda clase de estrategias y alientos hasta su liberación definitiva.
Son también nuestra esperanza, nuestra lección y nuestra fortaleza para curarnos de cualquier idea ingenua o tentación conciliatoria. Ellos presentan un combate del que debemos aprender todos y al que debemos valorar correctamente. Su encierro es ya una forma de combate que nos compromete a toda hora para no olvidar, ni un minuto, que en ellos y contra su lucha se expresa una de las furias más irracionales de las salvajadas capitalistas. Desde su encierro los Cinco cubanos nos muestran que no están derrotados y que nos honran porque tenemos la tarea de conseguir justicia verdadera para ellos y para todos los que luchan continentalmente contra el capitalismo y sus perversiones. Ningún camino revolucionarios en Latinoamérica puede o debe avanzar sin la inspiración y la brújula del ejemplo que estos Cinco hermanos nos ofrendan para continuar con ellos y hacia ellos con la determinación de resistir para triunfar, para no descansar, para no desperdiciar foro alguno ni oportunidad cualquiera, para luchar por la justicia y ampliar el apoyo para la liberación de los Cinco de Miami.
¿Cómo se debe ser solidario hoy con los Cinco cubanos? Nuestra más firme respuesta deberá ser una comprensión, minuciosa y movilizada, de que la lucha de ellos es nuestra y comporta nítidamente un combate inteligente contra el capitalismo y su crisis criminal. Esa lucha de los Cinco es ahora más necesaria y deseable que nunca y también lo es, obligadamente, el ascenso de la conciencia para comprender la dimensión continental de todas las amenazas terroristas que, a estas horas, recorren cada uno de los movimientos emancipadores del mundo entero. La solidaridad con los Cinco constituye -teórica y prácticamente- la realización de la libertad de ellos y de todos y eso implica no sólo poner en juego la inteligencia para fundamentar la necesidad y posibilidad de la justicia sino el avance de la revolución y mundial socialista, plenamente. No es poco. “En esas condiciones, hay que tener una gran dosis de humanidad, una gran dosis de sentido de la justicia y de la verdad para no caer en extremos dogmáticos, en escolasticismos fríos, en aislamiento de las masas. Todos los días hay que luchar porque ese amor a la humanidad viviente se transforme en hechos concretos, en actos que sirvan de ejemplo, de movilización.”
Ernesto “Ché” Guevara.
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