Ya es hora de que nuestra embajada en Madrid, la cancillería y el ejecutivo nacional dejen de hacerse los pendejos ante la actitud hostil, irrespetuosa, agresiva y violadora de los derechos humanos que asumen las autoridades españolas con los venezolanos que tienen la mala idea de ir de turistas a ese país.
Cierto es que el embajador Isaías Rodríguez exigió explicaciones al gobierno español por los constantes atropellos a los que son sometidos nuestros compatriotas, desde el mismo momento que pisan tierra española, pero no menos cierto es que ni bolas le pararon a dicho reclamo, pues las faltas de respeto, las amenazas y los atropellos no han hecho sino incrementarse, desde entonces.
No hay día en el que un grupo de venezolanos no se queje de las vejaciones a las que son sometidos en Madrid (especialmente en el aeropuerto de Barajas) o de deportaciones sin justificación alguna. Cual delincuentes son retenidos por dos o tres días en los aeropuertos, antes de ser regresados a nuestro país. Obviamente, primero los incomunican, los humillan con cateos vergonzosos, los someten a torturas psicológicas y los ofenden con calificativos xenofóbicos.
¿Qué espera el gobierno nacional para emitir un comunicado informando a los venezolanos que España no es territorio seguro para nuestros compatriotas y que en consecuencia debe evitarse el turismo a ese país? ¿Qué espera para llamar a nuestro embajador a consultas? ¿Qué espera para plantarse con dignidad ante el gobierno español y exigirle respeto, so pena de congelar las relaciones? ¿Que espera para hacer una revisión de las relaciones comerciales (léase petroleras) con España, por la violación de los derechos a centenares de compatriotas? ¿Qué espera para anunciar un trato recíproco para los españoles en nuestro país?
El problema no está en que nos quieran irrespetar, el problema está en que nos dejemos irrespetar.
areme@cantv.net
