Cuando la rancia oposición tachirense escucho la sentencia del Presidente Hugo Chávez de intervenir a la pandilla de delincuentes más grande de la historia criminal del país, la Policía del Táchira, (Politachira) inmediatamente agilizaron su plan desestabilizador y asesinaron a un estudiante universitario de esta entidad.
Literalmente la policía de este Estado nada hace por detener la feroz delincuencia que se tomo las calles, y por si fuera poco, la paralización en que mantienen este Estado desde que asumió la gobernación el paramilitar Pérez Vivas, ahora andan asustados por la intervención de su policía.
Quien funge de Rector de la Universidad del Táchira, conocida antes como UNET, un tal señor Sánchez, quien atraco su universidad y ahora anda como palo de gallinero, es el principal auspiciador de estas protestas, las cuales reiteradamente desarrollan la operación de ir a caerle a piedras y destrozar la sede de la Universidad Bolivariana de Venezuela, quienes tienen sus instalaciones diagonal a la oficina del Rector ladrón.
Igualmente tienen la tarea de caerle a patadas a cualquier estudiante de esta digna institución, pero como se sienten descubiertos en las cuentas que les está pidiendo el gobierno nacional, entonces andan muy preocupados.
Sumado a esto, los delincuentes amparados en la policía del Estado -técnicamente intervenida- e incursos en el veinte y tres por ciento de los delitos que se cometen en toda la entidad tachirense.
Policía que les deja cometer con toda impunidad las fechorías que se les ocurra a los estudiantes de la oposición, como ir, he incendiar casas con niños adentro, mientras los funcionarios de azul observan y descansan sentados en una acera o dentro de sus patrullas con aire acondicionado.
La oposición tachirense cobarde como siempre ha sido, ahora desarrollan sendas protestas, pero como no tienen ninguna fuerza y el desprestigio lo tienen copado, esta vez cacerolean dentro de sus urbanizaciones, algunas viejas lo hacen desde las ventanas de sus habitaciones, sentadas y con el aire acondicionado encendido.
Otros beben whisky mientras contemplan sus arbolitos de navidad escuchando a sus mujeres quejarse, porque Chávez las tiene locas y en su iracunda protesta no se dieron cuenta en el apuro y aboyaron sus baterías de ollas Renaware, Cook y las famosas Amway que ya no vienen.
Golpean sus cazuelas, torteras, marmitas y hasta la cacerola del te mañanero la aboyaron, pero eso sí, protegidas por sus casetas de vigilancia y con las cercas de tendidos eléctricos, mientras que los barrios de alrededor observan como estos acomodados blanden sus lujosas cacerolas.
Sin duda que esta es una burguesía apátrida, cansona, fastidiosa, fascista y mas que miserablemente burguesa.
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