Es el juego del poder mediático, de los delincuentes confesos y convictos. Mediante el desparpajo continuo, pretenden generar una reacción mental de aceptación de lo inverosímil como cierto y de la verdad como mentira. Están atacando directamente el factor credibilidad de los hombres, mujeres, niños y niñas, para de esa manera justificar toda las horrendas acciones criminales que ellos cometen contra quienes se les oponen a sus planes de dominación y neo esclavismo (la televisión es el vehículo disociador matriz). Todo lo que se haga contra esa intención, es automáticamente agredido con una campaña mundial de descredito y de descalificación. La intención es el acorralamiento que produzca la inacción.
Yo vi las declaraciones del delincuente Oswaldo Álvarez Paz. En su verborrea desmedida, el hampón acusó al presidente de ser narcotraficante, protector y colaborador del terrorismo internacional, de ser una amenaza para los demás países del mundo, vi como la baba de deleite bobalicón del asesino de monjas y campesinos salvadoreños, que funge de animador del programa, “Alo Ciudadano” asentía y hasta creo que ovulaba, al escuchar los intencionales calificativos ofensivos y calumniadores contra el hombre mas digno y responsable que ha ocupado la presidencia de Venezuela después de Bolívar y Medina Angarita. Creo que toda esa aberrante charlatanería fue intencional, buscando una reacción, que por demás había que sancionar.
No tengo dudas que la provocación es una estrategia, para desatar la campaña mediática, para unirla con la que se desarrolla contra cuba. Para el poder que controla todos los hilos de la infeliz teatral, es urgente movilizar toda su maquinaria mediática con el objeto de acelerar la creación de las condiciones bajo las cuales justificar el paso que inicie la agresión directa y armada contra Venezuela y Cuba.
Pero el estado revolucionario Venezolano, no puede caer en la apatía, ni en la inoperancia que pretende el imperio sionista yanqui; debe usar y hacer valer todos los poderes legítimos que le dan la constitución y el poder popular, para aplicar las leyes. El administrador ejecutivo del estado Venezolano y los demás poderes que lo conforman, tienen la obligación de hacer justicia contra cualquier delincuente, no importa su status social, su alcurnia, los padrinos que tenga y quienes les paguen en dinero inorgánico. El pueblo venezolano (no las elites discriminadoras o vende patrias), estamos exigiendo la aplicación incondicional de la ley a todos esos sabandijas que atentan contra el país y la población Venezolana. Ya no puede haber más impunidad. No más golpistas y asesinos sueltos, todos deben estar donde les corresponde por traidores y violadores del orden constitucional. En democracia y revolución, la mayoría mandamos; es un axioma irrenunciable. Toda escoria y mercantilista sin sentido de pertenencia nacional e irreverente ante las leyes, debe estar preso. Así lo reclamamos las mayorías que elegimos un gobierno anti imperio y anti esclavista.
javiermonagasmaita@yahoo.es