La dramática situación y desenlace fatal que marcó el fin de la vida del Campeón Mundial de Boxeo, el Inca Valero y que se aun se ventila en los medios, pasillos y cualquier cantidad de reuniones sociales, deportivas, educativas, médicas, judiciales y por su puesto políticas; unas, en búsqueda de objetivar los criterios y razones, otras con la maldad a flor de piel, entre estas últimas están las que se empeñan de enlodar la reputación del Comandante Chávez, al ser éste alguien en quien el boxeador creyó, admiró y por ende, produciendo entre ambos una amistad franca y sincera.
Sin embargo, en estos opinadores políticos, que se aprovechan de cualquier hecho o circunstancia, que les parezca oportuno, no escatiman prensa, televisión o cualquier foro, para señalar, irresponsablemente como siempre, que el Presidente es el responsable de la muerte del Boxeador, estos grandes carajos no van mas allá de sus narices, ni del odio interno que les genera la impotencia que solo cubren con la hipocresía; si, es hipocresía cuando en el caso del Campeón, no se pronuncian sobre el papel estelarísimo jugado por las drogas, y cuando se habla de drogas, debemos referirnos a todas, las “legales alcohólicas” como la cerveza que fabrican los Mendoza en sus empresas Polar y sus derivados de ron, whisky y otras, que en un porcentaje muy alto, sirven de antesala, en idéntico uso, consumo y distribución que procuran ganancias meramente económicas, a las ilegales como marihuana, crac, piedra, cocaína, LSD, heroína, provenientes fundamentalmente de Colombia, causantes de desgracias sociales que han llevado y siguen llevando a familias enteras, sin distingos sociales, en todo el mundo.
Una referencia patética e igualmente lamentable, es la tragedia por la que atraviesa la cantante estadounidense, Whitney Houston, según reporta información vía internet, que ha sido víctima del uso, abuso, distribución y consumo, de las drogas legales e ilegales, así como en otras circunstancias y tiempo, lo padecieron los cantantes, Jimmy Hendry, Yanis Joplin y Elvis Preyley, con consecuencia fatales para ellos, encausadas por la sociedad de consumo que viven los gringos y que los opositores políticos en Venezuela hipócritamente ocultan, siempre fieles a los intereses y defensa de aquel modo de vida capitalista que coloca a la ganancia, sin importarles el como sea, contra quien sea, con lo que sea y cuando sea, utilizando lo más diversos medios de persuasión y captación, por encima de los valores humanos.
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