La agricultura bajo lupa de Maduro. ¡Cuidado con un patatús!

El Presidente Maduro viene amenazando sobre su rol de revisor in situ de los problemas de la producción en todos sus ámbitos. Esa es una noticia halagüeña pero altamente riesgosa para su salud, no porque le vayan a agredir, sino porque la suma de todas las calenteras que va a agarrar, puede conducir a una yeyera o a un patatús. Es por eso que escribo este artículo, para que quienes estén cerca y le quieran de verdad, lo alerten de lo que se va a conseguir; pero, estimo que algunos van a jugar a evitar que esa nueva modalidad de chequeo presidencial produzca los correctivos que se desean. Son simples recomendaciones sobre sucesos y experiencias que las conoce el pueblo y que nunca salen más allá de sus amistades y vecinos compañeros de lucha, porque la burocracia en conchupancia con la oligarquía parasitaria, ambas evitan que lo que saben y sienten se conozca.

Primera sugerencia: No escuche ni valide el argumento de la autoridad a quien le compete o tiene responsabilidad con lo que evalúa como Presidente; lo va a llenar de embustes, le dirá que no están sembrando porque la semilla no ha llegado, ya que el camión que la traía tuvo que venirse de retroceso desde Barquisimeto hasta Pariaguán, por un problema con la caja hidráulica; y eso es algo complicado. Escuche al Pueblo, que con la autoridad de su argumento le hablará claro y raspao, como decimos en nuestra Patria. Le dirán que desde el año pasado, se ha estado tramitando la semilla y otros insumos, pero en vez de traerlos para Pariaguán los llevaron para Cúcuta.

Segunda sugerencia: No diga cuál es su agenda de supervisión hasta pasada la hora de la novela estelar de Venevisión. Después de eso los y las burócratas se acuestan a dormir. En ese momento se activa la contingencia del viaje, se mueve la seguridad y se da a conocer la agenda. Eso sí, alerte de alguna manera al Poder Popular local para que esté presente mientras da instrucciones y observa con su propios sentidos los desafueros. Imagine que va a Cumanacoa y se consigue con una planta de producción de alimentos balanceados para aves, a la cual no se les construyeron los silos, y donde no existe un programa de avicultura familiar y de pequeña escala; o cerca de allí donde se estableció un sistema de producción bovina bajo estabulación con forraje hidropónico, toda una vergüenza camarada. O una torrefactora de café convertida en depósito de la Gran Misión Vivienda. Todo en menos de 5 Km2. Vaya también al central azucarero, lleno de gente, pero que no ha logrado mejorar los rendimientos de la caña de azúcar y aumentar la producción en lo que una vez se llamó tierra dulce de Cumanacoa. Si usted alerta del viaje con anticipación lo menos que ocurrirá es que provoquen un alud en la carretera que ondea como el rio Manzanares, o que le informen del mal tiempo y que el río esta a una ñinguita de desbordarse.

Tercera sugerencia: Tenga paciencia, encontrará un cementerio de obras inconclusas, industrias con muchos trabajadores sin materia prima porque primero hicieron las industrias y después llegó el plan ganadero lechero, y la única leche que existe es la de la vaca mariposa de Simón, que le sirve al llanero para silbar y cantar de madrugada, y darle de tomar a sus 14 muchachos. En esa lista debe conseguir unas doscientas plantas de alimentos de todo tipo, centrales yuqueros, industrias de procesamiento de frutas, de enlatados de cachama, y pare de contar. No se preocupe si se consigue con industrias de harina precocida trabajando a menos del 30 % de la capacidad instalada. Arréchese hacia afuera, como decía un amigo, no hacia adentro, hacia el alma sensible, porque, como le dije, cuídese de una yeyera o un patatús.

Cuarta sugerencia: Si su salida es en helicóptero, busque con sus ojos aviesos todo aquello que parezca una casa de cultivo. Cuéntelas y lleve sus cuentas hasta que decida pedir las cuentas de otros. No acepte que le mientan, constate que 90 % de las casas de cultivo están abandonadas, inclusive algunas de capital privado. Y no sea crédulo, métale el ojo a proyectos de vende tutti que andan promocionando negocios tecnológicos para embaucar a los burócratas. Le dirán que en España tienen 80 mil hectáreas de agricultura protegida, que se puede dosificar los elementos minerales a control remoto, y mucha paja tecnológica. Pida que le lleven a la experiencia más desastrosa y a la más exitosa y saque usted mismo sus diferencias. Al Pueblo se le dejó solo, que se las arreglara por su cuenta, no hubo acompañamiento, sino circo político.

Quinta sugerencia: No acepte eso que el socialismo es paja loca, sin proyectos, sin planificación de la producción, cuentos de camino, mentiras inverosímiles. Pida los proyectos que dieron lugar a esa locura de sembrar hierro y equipos por todos lados mientras la agricultura crece a tasa muy lenta. Pida los nuevos proyectos y métales la lupa.
Penúltima sugerencia: Eso que usted quiere hacer es una buena idea, pero no se le ocurra pensar que se las sabe todas, por eso es que lo engañan. El Comandante Eterno inauguró en la Placera, ante el alto mando militar, un complejo agrícola de utilería. Instalaciones para pocos meses, animales prestados, siembras recién realizadas, eso sí, muchas cámaras y fotos para el recuerdo, imagino que para recordar como lo timaron. Y usted, comandante Maduro inauguró obras de procesamiento de madera que no producen ni astillas para limpiarse los dientes. Vaya a Chaguaramas en Monagas y vea como se pudren en cajas las máquinas de eso que ha debido ser una poderosa industria maderera. Hay mentiras que matan o al menos causan una yeyera.

Última sugerencia: No dude en aplaudir lo bueno que encontrará en nuestros campos, a nuestros campesinos, indígenas y algunos migrantes que quieren hacer agricultura familiar y comunal. Eso le dará fuerza para que no se dé por vencido en la lucha por levantar la producción y mejorar la productividad socialmente necesaria del trabajo liberador en la agricultura. Eso evitará que el dolor que le acusará tanto abandono, lo cambie por una imagen de futuro deseable, con una revolución en la agricultura.
Pa´lante es pa´llá


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Miguel Mora Alviárez

Profesor Titular Jubilado de la UNESR, Asesor Agrícola, ex-asesor de la UBV. Durante más de 15 años estuvo encargado de la Cátedra de Geopolítica Alimentaria, en la UNESR.

 mmora170@yahoo.com

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