Por qué siguen subiendo los precios

Esta es una hipótesis fuera del juego: la revalorización inmediata de nuestro bolívar no sólo nos pondría a valer nuestras deficitarias pensiones y salarios minimizados, sino que los "niños malos" de la partida sentirían una irrefrenable e inevitable tentación por repatriar inevitablemente cada uno de sus Bs.F que cambiaban hace pocos días hasta por 200 Bs.F.

Aclaremos: Primero tendrán que repatriarlos; esos billetes regresarían al BCV hasta el 02/10/2017 desde donde, por fin y posiblemente habrá un rígido control cambiario sobre aquel que quiera adquirir dólares. Estos, muy posiblemente, serán de uso casi exclusivo y directamente del Estado. Los empresarios que deberíamos estimular ya no serán para adquirir dólares con productos exportables. No, ya para entonces, nos bastaría la exportación sólo de una pequeña parte del petróleo ya que este agotable recurso lo necesitamos para repotenciarnos y desarrollarnos al máximo como ya lo hicieron todas esas potencias que estuvieron 100 y más años sacándolo de nuestro país y a precio de gallina flaca para ellos desarrollarse y potenciarse como lo hicieron.

Por su parte, se han llenado los bolsillos los comerciantes en dinero plástico sumados a la ola de incrementos de precios sin más respaldado que el creciente indicador cambiario ilegal de Dolartoday para luego, con el tonelaje de billetes de 100 que sacaban a granel de la banca que gustosamente se prestó para ello y a ninguno le dijo que no había efectivo-como ahora lo hace a pesar de que gobierno afirma que no tienen excusa para negar la salida de dinero de los bancos por parte del cuentacorrentista, ahorrista o pensionado.

Todos esos comerciantes todos los días nos estuvieron- y lo siguen haciendo-saqueando y con ellos comprar dólares mediante compras nerviosas ante la devaluaciones inducidas al billete de 100.

Esa fue una de las fuentes originales que exprimieron del alto tonelaje de billetes de 100 que estuvieron sacando del país cuyo botín sabían y siguen sabiendo que supera cualquier volumen de apuestas que sigan haciendo. Así son los jugadores profesionales. Siempre cuentan con recursos, no ya para arrebatar, pero sí para jugarse hasta ropa, el todo, como última oportunidad de desquite.

De esta nueva jugada, muy probablemente, saldrán con las tablas en la cintura, pero no las "tablas" ni los "palos" monetarios, sino las del barril que usarían como vestido. Esta Navidades les mostrará los efectos negativos que ellos mismos apoyaron. Sus deudas vencidas darán cuenta de sí y sólo flotarán los peces más gordos.

Con la revalorización del Bs.F, el Estado se ahorraría fuertes sumas de "gasto" por concepto de ajustes salariales; por lo menos no tendrá que hacerlo con la alta frecuencia con que por ahora se ha visto obligado a decretar ante una moneda doblemente ultradevalauda como sabemos: en su poder adquisitivo interno, y frente al comercio exterior por el alto e indebido poder del dólar inducidamente revalorizado por los estrategas y coparticipes del fallido Golpe Monetario.

Es de esperarse que, si bien la histéresis de los costes impedirá una total vuelta a los precios de dos años atrás, podría darse una tendencia bajista del valor de la cesta básica por la reducción de la paridad bolívares/dólar y por el abaratamiento consecuente del costo de fabricación de los bienes de la cesta básica.

Y todo eso luce muy bien, pero la coexistencia de cadenas de buhoneros y bachaqueros, cada uno de cuyos eslabones compra aprecio al detal y revende a otros detallista que, a su vez, le revende a otro y así ir acercándose hasta llegar al consumidor final con 3, 4 y más recargos de precios en cada eslabón.

El buhonero y los bachaqueros no venden a precio de mercado sino al precio que le señale el bachaquero detallista que le vende caro y aquel revende más caro a otro detallista que hace otro tanto. De allí nace la incontrolable suba de precios muy acentuada en estos días navideños.

El Estado debe definitivamente regular severamente el ejercicio de esta perjudicial e estabilizadora praxis comercial al detal que se ha convertido en una suerte de tierra minada porque están subiendo los precios, vendiendo productos de tercera, caraotas sucias y perforada, maíz mezclado, arroz picado recogido del suelo, frutos cogidos a destiempo, panes sin el tiempo necesario para su debida cocción, licores puyados, etc., etc.

Martes, 20 de diciembre de 2016



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Manuel C. Martínez


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