Dedicatoria a economistas y contadores, pasivos del capitalista

La composición de los capitales iniciales de producción que aparecen en la Teoría Económica Burguesa, versión marxiana (El Capital, Libro Tercero) deja en claro que el capitalista le ha venido sacando frutos a su capital "fijo" en la porción misma que este no se integra a producto alguno.

Resulta muy raro que en lugar de una máquina operativa no compre 2 o 3, aunque 1 o 2 de ellas permanezcan ociosas, pero que su contabilidad las asienta como capital a fin de empequeñecer la tasa de ganancia con lo cual luchará para que su oferta baje suficientemente mientras contribuye a incrementar la oferta de otros mercados donde los precios caerán y en la suya aumenten. Es el proceso de formación de precios de producción por competencia intercapitalista.

No extraña esa posible conducta porque lo vienen haciendo con las materias primas ya que a estás las justifican como reservas para casos de escasez o reventa; igualmente lo practica con terrenos ociosos adquiridos con fines de una posible ampliación de su fábrica.

La competencia entre capitalistas es un asunto de ellos porque sólo se trata del reparto de toda la plusvalía, pero no así las depreciaciones o consumo de capital constante fijo por concepto de desgaste productivo y el alquiler o inversiones en terrenos ociosos que vienen encareciendo indebidamente los precios de producción con cargo a los consumidores, y con miras a rebajas de las ganancias absolutas, a fin de minimizar su pago de impuestos varios, reparto de dividendos, etc.

Aquí aparece un primer pasivo del capitalista en general. Otros pasivos tienen que ver con los costes falsos y el indebido cálculo del salario diario, temas a los cuales les hemos dedicado varias entregas.

El pasivo salarial monta, aprox., 1/7 o 14% del salario diario real de cada asalariado cuando se trata de vacaciones, prestaciones sociales, horas extras, días de asueto trabajados, y todos representan un pasivo adeudado por todos los empresarios.

¿Qué puede pasarle a una empresa que no use sus maquinarias porque pierda su clientela por alguna razón? Su capital ocioso no tendría a quién cargárselo, y no hallamos razón para que lo haga cuando tenga clientes que le impulsen a fabricar mercancías que le darán beneficios.

Pensamos que indebidamente el capitalista ha venido acostumbrándose a cargar los fulanos costes de oportunidad, o sea, por ejemplo, dinero que invierte en maquinarias con las dosis del desgaste se lo carga al precio de costo para que sean los consumidores los que paguen ese capital como si fuera materia prima, y de paso, minimiza sus ganancias.

Así, curiosamente, el capitalista con cada depreciación anual recupera su capital en esa porción, y con ello se le desmorona el argumento de ganar porque aporta capital.

Los desembolsos de la plantilla de la contabilidad, de las asesorías profesionales extratécnicas, los de vigilancia, los del mobiliario de oficina, de los exhibidores, mostradores y afines, todos esos conceptos son costes falsos. Ninguno de esos desembolsos pertenecen a la empresa porque no hay razones técnicas para que se integren al precio de costo; son gastos del dueño de la empresa y como tales deberían autocagárselos a su ganancia personal neta.

Hasta ahora, los trabajadores y sus líderes no han tenido tiempo para decláreselo al reclamo o cobranza de esos pasivos porque la mayor parte de las ocupaciones declamatorias han girado alrededor del salario aparente, sin mayor dedicación a la precisión matemática del cálculo auténtico del salario diario.

13/2/2017 7:47:02 a.m.



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Manuel C. Martínez


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