De entrada, son tres fases por las que pasa la circulación del capital[1]: la fase de la producción de las mercancías y las dos de su circulación como tales. La primera se lleva a cabo en las fábricas y las segundas, en el mercado.
Las mercancías tienen determinado valor por concepto de los materiales diversos de producción y por el del valor creado in situ con el uso de la fuerza de trabajo comprada al trabajador asalariado.
Ambos valores son valores de cambio por cuanto representan el precio pagado con dinero en la primera fase circulatoria para adquirir medios de producción y la fuerza de trabajo que entran a la fábrica, y el precio cobrable en la segunda fase circulatoria cuando la mercancía producida en la fase de producción sea vendida al salir de la fábrica.
Al valor de cambio de los materiales de producción se le llama capital constante por su naturaleza de valores ya creados, y al valor de cambio de la fuerza de trabajo se le llama capital variable o salario porque con el uso de la fuerza de trabajo ese capital tomará un valor acrecentado respecto al monto del salario pagado.
Todo valor es creado en las fábricas durante el tiempo de la jornada, y al precio cobrable por ese valor en el mercado se le llama precio de producción, independientemente de que, como un atavismo comercial, se hable de precios de mercado, o precios de venta.
El fabricante compra a precio de producción los medios de producción, y también a precios de producción vende sus mercancías. En cuanto al salario, estadísticamente, según la región, las costumbres y alguna influencia del mercado laboral, este tipo de capital se aproxima al valor a precio de producción de las mercancías de la cesta básica.
Ha sido corriente y manejado así en la literatura económica burguesa no marxista o desde los tiempos de la prehistoria del capitalismo-etapa mercantilista-hablar de precios de mercado.
Desde la aparición de la teoría Económica Capitalista elaborada por Carlos Marx se empieza a manejar precios de producción, un término más científico, y es el que debe privar en toda la literatura moderna, no obstante haya pasado por numerosos controversias antimarxistas y marxistas[2].
Efectivamente, Paul Samuelson-Nobelado burgués-y Paul Sweezy, tildado de marxista, no entendieron este concepto y se limitaron, expresa o inconscientemente, a manejar la idea de que Marx había abandonado el criterio de valor trabajo en el Tercer Libro, manejado por él en el Primer Libro de El Capital.
Marx precisó que todos los precios son de producción, inclusive el valor mismo pasa a ser un precio de producción coincidente con el valor trabajo imputable a la mercancía ya procesada.
14/2/2017 9:51:41 p.m.
[1] En fórmulas: D – M - …P…M´- D´. Esta fase es estrictamente económica, mientras la fase de la circulación de las mercancías es meramente técnica y común para los modos pre y capitalistas.
[2] Circula un afamado Diccionario de Economía Política de Claudio Napoleoni donde se recoge y corroboran esos desaguisados económicos contra Marx.,
