Hay que combatir el sistema capitalista que, dos siglos después de la llamada revolución industrial, ha acumulado en la atmósfera lo que provoca el calentamiento global.
Es un sistema que no considera la Naturaleza más que como una materia a explotar, a mercadear para obtener de ella el máximo beneficio.
Un sistema capitalista que limita a un gran número de países y de pueblos que los habitan a producir para la exportación de materias primas al precio más bajo posible.
Un sistema que empuja a los países y los pueblos a cultivar productos agrícolas que no consumen y a consumir mercancías que no producen.
Un sistema que desarrolla centrales nucleares por cuyo cierre nosotros luchamos.
Un sistema capitalista que mantiene e incluso refuerza la explotación y la opresión de las mujeres.
Un sistema capitalista que va, igualmente, a la par con el sistema-deuda.
El sistema de las deudas privadas ilegítimas
Este sistema-deuda ha existido mucho antes que el sistema capitalista |1|. Se ha mantenido e incluso reforzado de manera sofisticada con el desarrollo del capitalismo. |2|
El endeudamiento privado se ha utilizado desde hace milenios como un mecanismo de desposesión: a los campesinos de sus tierras, a los artesanos de sus herramientas. La esclavitud por deuda ha causado estragos en el mundo antiguo durante siglos.
El sistema de las deudas privadas ilegítimas pasa, generalmente, por la imposición de condiciones de préstamo y de reembolso que lo hacen imposible. Esto conduce a la desposesión (desposesión de la vivienda, de la tierra, de las herramientas de trabajo) y/o a la obligación de consagrar largos años, incluso décadas, al pago de la deuda.
En el pasado, han tenido lugar múltiples revueltas para liberarse de las deudas privadas ilegítimas, ya sea en la Grecia antigua o en la Europa del Norte en la Edad Media.
Estas luchas contra las deudas ilegítimas se retoman hoy:
Luchas de campesinos por la anulación de las deudas en India,
Luchas de mujeres contra los microcréditos en Marruecos,
Luchas de estudiantes contra el fardo de las deudas estudiantiles en EEUU, en Chile, en Canadá |3| y en Reino Unido,
Luchas de familias víctimas de los créditos hipotecarios abusivos y de los desahucios en España, en EEUU, en Grecia y en Irlanda.
Las deudas públicas ilegítimas
El sistema de las deudas ilegítimas es igualmente utilizado por el sistema capitalista para someter las políticas de los poderes públicos a los deseos del Gran Capital. Mientras que la deuda pública podría servir para financiar un vasto programa de transición ecológica… es utilizada para imponer políticas antisociales, políticas extractivistas, productivistas, políticas que favorecen la competición entre los pueblos.
El endeudamiento público no es malo en sí. Los poderes públicos pueden recurrir al préstamo para financiar un vasto programa de transición ecológica:
para financiar el cierre total de las centrales nucleares;
para reemplazar las energías fósiles por energías renovables respetuosas con el medio ambiente;
para reducir radicalmente el transporte por carretera y aéreo en beneficio de los transportes colectivos y por tren.
El préstamo público puede ser pues legítimo si se hace al servicio de proyectos legítimos y si quienes contribuyen al préstamo lo hacen igualmente de manera legítima.
El Comité para la Abolición de las Deudas Ilegítimas CADTM no duda en decir que las grandes empresas y los hogares más ricos deberían contribuir al préstamo sin sacar ventaja, es decir, a interés cero. La mayoría de los hogares podría contribuir de manera voluntaria con una tasa de interés real positiva.
Esto es exactamente lo contrario de lo que pasa, los estados y las administraciones locales se endeudan para financiar la mayoría de las veces políticas ilegítimas:
financiar gastos en armamento;
financiar elefantes blancos;
financiar lo nuclear;
financiar partenariados público-privados;
financiar el reembolso de anteriores deudas ilegítimas;
financiar rescates bancarios.
Así pues, la deuda pública sirve para financiar gastos ilegítimos. La manera de financiar el reembolso de la deuda es igualmente ilegítima. Las grandes empresas y los hogares ricos pagan muy pocos impuestos o ninguno. Son los y las de abajo quienes deben apretarse el cinturón para pagar la deuda. Los bancos privados prestan a los estados a tasas lucrativas para ellos mientras que piden dinero al banco central a interés cero, como es el caso de la zona euro o Japón.
La conclusión es simple: Hay que acabar con el sistema de las deudas ilegítimas privadas y públicas.
El CADTM ofrece con entusiasmo sus fuerzas a nivel internacional y a nivel local junto con los movimientos sociales, los ciudadanos y las ciudadanas preparadas para luchar por el repudio de las deudas ilegítimas, sean públicas o privadas.
En ciertos casos, si los poderes públicos desean involucrarse en este combate, el CADTM está disponible para prestar su colaboración principalmente para la realización de auditorías con participación ciudadana. Es lo que se ha hecho en Ecuador en 2007-2008, en Paraguay en 2008, en Grecia en 2015.
(Tomado de CADTM)