Economía y constituyente revolucionaria

Hemos entrado en una situación revolucionaria al estilo clásico definido por Lenin, como la imposibilidad de la burguesía, en específico, sus diversas expresiones políticas: la MUD, Fedecámaras, CTV, Únete, Conferencia Episcopal, la Averu, Venevisión, Globovisión, Televen, El Universal, El Nacional, demás medios de comunicación escrita, radial, televisiva, redes sociales, ong´s, entre otras, ya no pueden mantener inmutable su dominación; abriéndose una "grieta" por la que el descontento y la indignación de las clases oprimidas han irrumpido ante el llamado del camarada Presidente Maduro a Constituyente para profundizar la Revolución Bolivariana y transitar, en analogía al proceso revolucionario octubrista ruso de 1917, desde la llamada Revolución de febrero que desplazó la autocracia del zar Nicolás II y, cuya intención, se limitaba a instalar una república liberal burguesa a octubre, en que los soviets, bajo la dirección del Partido Bolchevique, toman el poder mediante una insurrección popular armada y desplazan al gobierno provisional de Kérensky, de marcado carácter constitucional burgués, e implantan una Asamblea Constituyente, que impone la Democracia Obrera, el control obrero sobre la producción, la redistribución de la tierra para los campesinos, la Guardia Roja y creación del Ejército Rojo; abriendo con ello, una nueva etapa en la profundización de la Revolución Rusa, provocando uno de los actos históricos más importantes ocurridos en el siglo XX. Si bien, nuestro proceso se ejecuta "pacíficamente", no ha estado exento de la violencia resistiva de la burguesía y su expresión global más acabada, el imperialismo, quien, en última instancia, ante la ineficacia de sus agentes actuantes en territorio nacional, se ha visto obligado a asumir la dirección directa del proceso retrógrado a la Revolución en curso, procurando frenarla e imponer su curso derechista contrarrevolucionario; lo cual, no ha logrado. Ello explica, que el propio presidente Trump, como conserje del imperio del norte, tenga que amenazar a nuestro país con la aplicación de sanciones económicas "más duras", desplazando el liderazgo autóctono de la contrarrevolución o como diríamos en criollo: revocándoles su mandato.

Los ejemplos más recientes de aplicación de sanciones económicas, como son los casos de Rusia e Irán, demuestran cuán debilitado se encuentra el imperialismo en el ejercicio de su dominación global. Posterior a las sanciones, que aplicara EEUU unilateralmente, Irán insurge como una potencia regional en Medio Oriente, capaz –incluso- de contraponer sanciones económicas a quince empresas estadounidenses que "participaron en los crímenes de la entidad sionista, apoyaron el terrorismo y participaron en la opresión de los pueblos de la región", según reza un comunicado difundido por la agencia estatal de noticias iraní. El caso, es digno de estudio por parte no solo del Alto Gobierno Bolivariano Revolucionario sino por nuestro pueblo en general, ya que es un digno ejemplo a seguir, con sanciones o sin ellas. Por otra parte, Rusia no solo contragolpeó a los gobiernos europeos con fulminantes medidas anti sanciones, que lesionaron seriamente la economía europea sino que emerge como una súper potencia mundial, que se tutea de igual a igual con el imperio hegemónico en decadencia de EEUU, convirtiéndose en un factor de seguridad planetaria; habida cuenta, su desarrollo militar y científico, sin parangón en escala mundial. Ambas potencias, Rusia e Irán, emergen de las sanciones como países independientes de la hegemonía del dólar como moneda referente y negocian en sus propias divisas las exportaciones de sus productos, como evidencia de que un nuevo mundo es posible, garantizando su independencia monetaria pues las medidas sancionatorias, en lo económico, fueron acompañas de medidas de saboteo tanto del Rublo ruso como el Rial iraní.

Y, mientras ambas potencias se han independizado del patrón dólar, la realidad económica internacional nos señala que un nuevo sistema monetario internacional se viene asomando en nuestras narices, y la Constituyente Revolucionaria, por instalarse el venidero mes de agosto, no puede eludir debatir el tema y resetear nuestra Constitución Bolivariana de 1999, para ajustarla a los nuevos tiempos en un mundo multipolar emergente. China, como potencia emergente y aliada estratégica de la Venezuela Bolivariana, impulsa con renovado vigor el reemplazo del dólar como moneda patrón de intercambio comercial. De hecho, ya China ocupa el primer lugar como país importador de petróleo en el planeta. Bien lo apreció, a temprana edad de nuestra Revolución, nuestro Comandante Chávez, cuando decidió reorientar y diversificar nuestras exportaciones de dicho rubro hacia China y la región del Pacífico e India, logrando romper la dependencia de nuestras exportaciones del mercado estadounidense, dirigidas -en exclusividad- durante toda la cuarta república. No por casualidad, según ha trascendido a medios de comunicación, como hipótesis, según demandan hijos desnaturalizados de nuestra Patria, quienes ruegan hoy a Trump, que su gobiernillo imponga sanciones a las exportaciones de petróleo a ese país, provenientes desde Venezuela. Repiten con ello, aquella conseja de 2002-2003, hecha por Luis Giusti, ex presidente de Pdvsa, quien sugirió y la entonces Coordinadora Democrática acató, que si se restringía la importación de petróleo desde Venezuela a EEUU, el gobierno del Comandante Chávez, en pocos días, se desplomaría; dando inicio así, al llamado paro-sabotaje petrolero que se iniciaría a partir del 02 de diciembre 2002 y se prolongaría por 63 días consecutivos, hasta febrero 2003, informalmente, pues nunca, hasta la fecha, sus convocantes se pronunciaron por su levantamiento. Además de todas las penurias que afectaron la vida de nuestro pueblo, los daños fueron cuantificados por Pdvsa en 2.598 millones de dólares por no importación de combustibles a sus clientes internacionales, en especial: EEUU, además, ventas internas no realizadas por un monto estimado de 267 millones de dólares y 841 millones de dólares de importación de combustibles varios, según quedó registrado en cifras del BCV. Después de derrotada esa tentativa golpista, nuestro Comandante Hugo Chávez, a manera de epitafio en la tumba de los golpistas de entonces, escribió: "¡El petróleo pudiera llegar a cero dólares [como en efecto llegó] pero esta Revolución no se detiene!".

Hoy, la Constituyente Revolucionaria tiene como tarea sustancial a la demolición definitiva del modelo rentista petrolero dependiente del patrón dólar estadounidense, que ha permitido al imperialismo caotizar nuestra economía -desde el exterior- con una terrorífica página web, y pulverizar los ingresos de nuestra clase trabajadora y los pensionados y pensionadas de la Patria, diversas medidas que deben ser objeto de su estudio. Diversos, son los modelos para liberarnos del sistema monetario dependiente imperialista. Hay, quienes proponen cambiar el modelo monetario de referencia basado en el patrón dólar y migrar al Yuan como nuevo patrón monetario de referencia. Otros proponen, en cambio, ejercer Soberanía Monetaria y negociar en moneda propia: el Bolívar. En tal caso, importante apreciar el modelo desarrollado y puesto en práctica por el hermano Presidente Evo Morales en la hermana República de Bolivia, que ha hecho del Boliviano la moneda predilecta de su pueblo y una de las más sólidas de todo nuestro continente; gozando nuestra hermana República, de estabilidad financiera, precios, y pujante crecimiento del PIB de manera incluyente. Logrando, además, independencia económica de la Reserva Federal de EEUU en su política monetaria. Destacan, entre las medidas asumidas por el hermano Evo, para revalorizar la moneda nacional, las siguientes: 1. Incentivar las operaciones en Bolivianos, divisa nacional, a través de un impuesto a las transacciones en moneda extranjera, desestimulando su uso, y 2. Reorientar las líneas de créditos que otorga el Gobierno Central a través del Banco de Desarrollo Productivo a la moneda nacional, el Boliviano. Conjunto de políticas, que han permitido a la moneda nacional, recuperar sus funciones básicas que antes de la llegada del hermano Evo, estaban en manos de la Reserva Federal de EEUU, como evidencia de la fuerte dolarización de la economía Boliviana.

La estabilidad cambiaria, de la que hoy se regodea la hermana República de Bolivia, es garantía de estabilidad económica sin interferencia externa, y permite al Gobierno Revolucionario de Bolivia, blindar su estricto control sobre el tipo de cambio que permite al Presidente del Banco Central, Pablo Ramos, expresar con firmeza: "que está alineado, próximo al equilibrio y, por ende, no hay ninguna manera de devaluar". Bolivia, hoy por hoy, es un modelo referente que debemos mirar y estudiar, que demuestra con hechos, que el modelo "dólar today" instrumentado por el imperialismo de EEUU, y acatado –disciplinadamente- por Fedecámaras y sus respectivos asociados e incluso, bachaqueros y colectivos lúmpenes dedicados al comercio de alimentos, sí es derrotable. Y, para ello, tan solo necesitamos no solo de políticas económicas revolucionarias, sino de funcionarios y funcionarias comprometidas con dichas políticas revolucionarias, en resumen, un nuevo BCBV o Banco Central Bolivariano de Venezuela, redimensionado y reestructurado, con nuevas tareas ajustadas a garantizar la Soberanía Monetaria de la República y la estabilidad de los precios internos, participando con el nuevo Sundde transformado en nueva policía anti especulación, se garantizaría la vigencia plena de la Ley Anti Especulación y Combate a la Delincuencia Comercial y demás Delitos Contra el Ingreso de los Venezolanos y Venezolanas, a ser aprobada como Ley de carácter y rango Constitucional por la Asamblea Constituyente a instalarse el venidero mes de agosto. Hora ya, de sepultar el Dicom y todo el modelo rentista cambiario, para abrirle camino al nuevo modelo económico que, como bien expresa el camarada Presidente Nicolás Maduro: "…vamos a asombrar al mundo con el nuevo modelo económico que vamos a crear", cuya vista se orienta más hacia Asia, Rusia e India, los BRICS, el nuevo mundo multipolar que está emergiendo del descalabro imperialista de EEUU y Europa. El nuevo polo de desarrollo económico planetario, conformado por países y gobiernos amigos de la Venezuela Bolivariana, al cual debemos añadir al Caribe y al Alba como zonas de desarrollo independientes del imperialismo, con extrema afinidad a nuestra economía y nuestro pueblo. La Constituyente, sí es la solución a los graves problemas económicos de nuestro país, al permitirnos diseñar y construir, un nuevo modelo Socialista que nos enrumbe a la Venezuela potencia que nos hacía soñar nuestro Comandante Chávez, distinta y excluyente, al rentista capitalista que nos ha regido por todo el siglo XX y lo que transcurre del XXI…

Caracas, 23-07-2017

 

 



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Henry Escalante


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