Venimos alertando sobre el potencial devaluacionista del DICOM.
La paridad cambiaria del bolívar frente al dólar USA se sigue rigiendo por la fórmula establecida por el FMI (?), según la cual, esa paridad [1] del bolívar se mueve de manera directamente proporcional al volumen del circulante monetario en Bs. F e inversamente proporcional a la disponibilidad de dólares.
Luego, y de perogrullo, los dos (2) conos monetarios de hecho y derecho coexisten y representan el dinero nacional; en consecuencia, con cada Bs. F de los nuevos billetes que se inyecte a la circulación monetaria, con y la libre circulación del billete de 100, de 50 y otros bolívares del anterior cono monetario, ambos conos están reforzando la suba de los precios causada por la devaluación del bolívar que por fuerza se deriva de dicha fórmula.
Queremos decir por enésima vez que no es en dolartoday ni ninguna otra pág. WEB la culpable de nuestra crisis inflacionaria, que no es tampoco la fórmula en sí misma, sino la cantidad de dinero que se tome para llenar el numerador de dicha fórmula.
Y menos mal que sigue reinando el Control de Cambio. Veamos: El DICOM es una forma de libre mercado ya que hasta ahora toda subasta abre las puertas a la libre oferta y demanda por parte de los interesados en esa divisa. Las pujas ocasionales pueden potencialmente hacer subir el precio de la divisa, como suele ocurrir en toda subasta.
Creemos que el DICOM ha jugado un buen papel para ir determinando las reales necesidades de bolívares que serían las que llenen dinámicamente el numerador del cociente que nos ocupa.
Por otra parte, si queremos identificar las causas del alza de precios basada en la paridad que de hecho reina en el mercado con dos conos monetarios tenemos que pensar en que el Banco Central (BCV) se estaría limitando a regular las inyecciones de monedas y billetes del nuevo cono, según sigan llegando al país ese enorme tonelaje de billetes de 100 que ya sabemos fueron exportados con fines irregulares.
Lo que no tenemos muy claro es cómo se las está arreglando el BCV para ir reemplazando cada billete de 100 que se halle circulando entre las oficinas bancarias del país y evitar así una duplicidad circulatoria que obviamente favorece la las alzas de precios mientras no se afine el numerador de la analizada fórmula cambiaria.
