Da risa. Un señor llamado Pedro Patiño le pide a Maduro que elimine el IVA ¡Coño!, es como si le pidiera que desistiera de unos de sus mejores ´éxitos políticos´: el "nuevo modelo económico", o de ese "veneno" llamado Plan de la Patria II, donde "todos" vamos a hacernos cómplices de una inmensa estafa. Eso es un punto de honor para el presidente… ¡Rectificar!, imposible amigo mío, su soberbia es más grande que su flojera intelectual, ¡Así será de grande!
"Ponte en los zapatos de Maduro" ¡¿Ustedes creen que uno no lo piensa antes de escribir todo esto?! ¡Claro que es un peo!
Si lo fue para Chávez, por razones fundamentales de su proyecto socialista, intentando que todos "ellos" entendieran, estudiaran, se comprometieran con su Plan de la Patria original…, igual lo debe ser para Maduro, pero por razones más prácticas o mecánicas. Para hacer cumplir sus promesas, inmediatas, sus ´mandatos más nimios´, o sea, todos sus mandatos: con Maduro se perdió la estrategia política. La diferencia está en el esfuerzo de cambiar la sociedad y en el esfuerzo para que se cumpla una orden (muy práctica) de "acompañar" al gobierno y ya, sea lo sea que éste esté haciendo. Chávez educando y éstos "mareando", manipulando.
Yo, en los zapatos de Maduro, contrato una empresa de publicidad, de servicios, uno músicos, le pago a una empresa para que me escriba y haga una campaña completa sobre asuntos que no requieren de mucha explicación, considerando que solo se trata de manipular la opinión, capturar lealtades a fuerza de promesas muy concretas, comida, dinero, oportunidad de tener una vivienda, mi casa bien equipada, etc., muy materiales. Pero son distintos lo zapatos de Chávez, el cual exigía comprensión, reclamaba estudio, acompañamiento ideológico, inteligencia superior, y compromiso revolucionario.
Hoy escribe un artículo que dice "Corrijamos primero los errores del Plan de la Patria de Hugo Chávez", un tipo llamado Hugo Moyer Agostini, sin complejos… ¡Ni siquiera Maduro tiene la desvergüenza de reconocer, que ese Plan fue adulterado! Y este tipo ya quiere adulterarlo otra vez. La inteligencia se muestra inútil, tarifada, medrosa.
En fin, se ha perdido la revolución y la vergüenza. Unos "revolucionarios" de palabritas sin una sola idea que carear con la realidad, terminan, bajo presión de las circunstancias, mostrando su lado utilitario, oportunista, fatuo; el alimento, el caldo de cultivo del fascismo: es decir, la irracionalidad.
Sin ideas y sin argumentos "válidos", solo queda la irracionalidad, el fanatismo (como eso de ser de los Leones del Caracas, sin saber nada del Beisbol y de su lógica); como las viejas chismosas que "pagan" de ser sabias, y por ser viejas, todos le tenemos que creer: misticismo, superchería en la mente de pendejos con acreditaciones académicas.
Hasta estos "efluvios" hemos caído. Ojala esa caída significara "profundidad de pensamiento" una caída en la oscuridad. Pero no, se trata de una degradación de la calidad del pensamiento, de la pureza, de la solidez: lo sólido se diluye y cae, inevitablemente, pero en una superficie; de ahí no pasa.
Ocuparse de esto es agotador. Tantos resbalando en la superficie, patinando en ella, y uno gastándose en pensar por ellos leyendo y estudiando sin pretender otra cosa que no sea un solo "aliado del conocimiento y el combate". El caso es que ¡así lo creemos!: un solo lector que reciba la chispa del entusiasmo revolucionario vale por 40.000 lectores de un chisme.
¡Qué ridículo! ¡Qué pedantería! Pero ¡Qué es una raya más para un tigre!. ¡Les gusta el Chisme!, tengan uno. Lo que viven de un sueldo, los que viven en Venezuela: llegará el momento de tomar partido y corregir su pensamiento, "integrar" "unificar" su inteligencia con la realidad, dejar de negarse todo aquello que produce dolor; dolor moral, el cual es el único que realmente existe… Sin fe; sin pasiones; sin un camino claro y sin voluntad, todo duele, hasta el más mínimo roce con el viento.
Felices de día y tristes de noche. Felices de noche y tristes de día. Vivir al capricho de la corriente. ¡Para eso está la televisión, el cine, las telenovelas, El Chavo del 8!: para que en el día también se sea feliz, o de noche se sea feliz: depende del "biorritmo" (o lo que sea) de cada quién.
NO tener una razón seria, SAGRADA para vivir, es triste. Es lamentable; perdemos el sentido de la "inmortalidad". La "inmortalidad cristiana", por más tonta y fatua ha significado algo importante en muchos casos: poetas, guerreros, mártires. Sin embargo fuera del cristianismo la imortalidad se sostiene en el "Arte" y las gestas heroicas de los grandes capitanes (incluyendo a Jesús, el Cristo.), como Bolívar, como Lenin, como Fidel y el Che (otros similares, olvidaos, excluidos, están a la espera de ser universalizados, es cuestión de tiempo).
Se hacen inmortales, o famosos, los héroes, pero, además, lo pueblos: ¿Acaso alguien duda de la heroicidad de los libertadores venezolanos, que pelearon hasta los altiplanos de Perú bajo el mando de súper capitanes "incomparables", no es inmortal? Ya la historia los ha registrado y la memoria del hombre; la gesta de Fidel y los barbudos en la Sierra Maestra, y la Revolución Cubana, Tangible, concreta (solo comparen la inteligencia y su discurso, de una niña cubana con cualquiera de su misma edad y condición del resto del mundo)
¡La inmortalidad!, ¡señores mezquinos!, de eso se trata la revolución. De vivir como pueblo y no como esclavos. La revolución socialista, la revolución de Chávez, nunca se pensó para "alimentar" a los "Hugos Moyer"; su alcance humano y su aliento iba mucho más allá que eso… Pero "Hugos Moyeres" hay en el suelo como arroz, como mangos en Los Chorros, se pierden.
Un Chávez necerá, cada cien años, como Bolívar. Pero, en razón de este Caribe impredecible, esperamos que no sea así, que más temprano que tarde aparezca Chávez y Bolívar en el espíritu de otro "desadaptado" revolucionario.
El miedo y la comodidad no producen ni mojones.
06/01/2018
