Primero fue anunciado como develación de la "sorpresita", luego se emitió 100MM de ellos con el debido, previo y certificado respaldo en especie de altos valor y demanda (petróleo made in Venezuela, Guayana, Faja Petrolera del Orinoco (la misma riqueza que gente inescrupulosa quisieron robársela bajo criterios oromulsionados).
Ahora se oferta al libre mercado su primer lote al precio de $60 cada uno de los 82,4 MM de Petros, un adelanto de circulante de entrada internacional bastante prudente por tratarse de momentos promocionales. Su destino = compras en el exterior, comercialización bursátil nacional e internacional, fondo de ahorros, etc.
Seguimos especulando y tal vez por eso observo pocas retroalimentaciones para mis elucubraciones[1] profesionales al respecto, muy apartadas y bien deslindadas del mar de opinadores de todo tipo que se han destapado desde los primeros anuncios hechos por el Presidente Maduro. Los asuntos económicos tienen ese encanto: sobre ellos opina Raimundo y todo el mundo.
Ya es harto difícil conocer de Economía Política Financiera convencional y, de perogrullo, más debe serlo con este dinero de novísima aparición bajo el sol en los mercados internacionales ya que no sólo es una moneda virtual y fiduciaria, sino que es además y contradictoriamente tan real como el petróleo mismo.
De ahora en adelante queda ver cómo su praxis administrativa por parte del BCV dará cuenta exitosa y generará creciente confiabilidad. Al respecto, tenemos la obligación de aconsejar al ciudadano Presidente que ponga toda su mejor atención sobre esta institución que, como debe saberlo bien, ha sido tutelada, dirigida, creada, manipulada y blindada desde su fundación a su antojo por el mismísimo FMI.
Ya imaginamos la pléyade de consejeros que al respecto usted debe tener a su alrededor. Amén de la cultura corruptora que no deja hueso sano en la Administración Pública y privada ya que su principal causa no ha sido abordada. Léase mi próxima entrega.
