Estos días, previos a la entrada en vigencia a la Reconversión Monetaria, la banca se esmeró en hacer aparecer los billetes hasta entonces desaparecidos de sus telecajeros. Hasta, las anheladas colas volvieron como por arte de magia a los bancos privados y públicos. Un efecto, altamente positivo, causó el solo anuncio de entrada en vigencia de la Reconversión Monetaria; la cual, combinada con la Operación Manos de Papel, permitió restringir los efectos perversos que las mafias económicas causaban sobre la población venezolana. La sola intervención de Banesco, esterilizó la lavadora de recursos del narcotráfico colombiano, que venían ingresando –impunemente- a nuestra economía, contaminándola. La propaganda, emitida desde el BCV, supo explicar muy bien los alcances de dicha medida y sus efectos contables, al eliminarles tres ceros a la golpeada moneda nacional. El Bolívar Soberano, nacería en medio de un consenso nacional sobre su necesario parto. Las expectativas, se extendían entonces, sobre el tema de su respaldo, su equivalencia con el Petro y el Petro-Oro. Estaba, sobre el tapete del debate público nacional, la propuesta realizada por la camarada Pascualina Curcio, quien propone su respaldo en Oro: "Anclar el valor del Bolívar a las reservas de oro que se encuentran en las bóvedas, cuyo precio es fijado en los mercados internacionales". Una vez, que entrara en vigencia la Reconversión Monetaria, era ese y no otro, el debate por dilucidar para fortalecer nuestra moneda nacional, y proteger el efecto positivo que aspira nuestro pueblo se concrete, con dicha medida económica.
Es así, que una vez lograda la heroica victoria del 20M, de nuevo el Hno. Presidente Nicolás Maduro es distraído por la agenda del diálogo en sustitución de lo que fuera, su principal promesa electoral: acabar con la guerra económica, derrotar las mafias económicas, incluidos los bachaqueros. Recordemos parte de su discurso: "Voy a arrancar la nueva campaña económica de Gobierno de calle desde el Estado Lara, el primero de junio ya reelecto como presidente", fijándose como objetivos: "ordenar la nueva economía" y crear "el nuevo mapa productivo". La realidad, dicta mucho de lo prometido. Al Hno. Maduro, lo están engatusando sus asesores con reuniones distraccionistas, mientras el pueblo sigue padeciendo con extremada rigurosidad una guerra económica que no ha disminuido, en lo más mínimo, sus efectos perversos sobre el pueblo. Como lo refleja, la denuncia que hiciera el camarada Mario Silva, desde La Hojilla, sobre esa mafia económica denominada Farmatodo, que en apenas dos (2) horas, elevó el precio de las fórmulas para bebe premium de 2 millones 500 mil Bs a 6 millones 100 mil Bs, un incremento del 141 por ciento, sin racionalidad económica alguna que justifique dicha acción a no ser sus deseos de venganza contra el pueblo venezolano que no se decidió por votar al candidato de Farmatodo, el FMI y el bachaco culón, alias Lorenzo Mendoza: el Faltrump. A ese nivel de impunidad, vienen actuando las mafias económicas que monopolizan los circuitos económicos del país. En un mecanismo de laissez faire, laissez passer, impropio del Estado de Bienestar y Justicia Social, que proclama la Constitución Bolivariana de 1999. Lo peor, es que, no hay autoridad alguna del Estado Bolivariano que ponga orden y coloque tras las rejas a esa delincuencia comercial, que ha tomado por asalto la economía nacional.
La postergación de la Reconversión Monetaria, obedece a una solicitud que le hiciera la representación de la banca privada al Jefe del Estado, el Hno. Presidente Nicolás Maduro, en una reunión que se intentó hacer ver como de diálogo y reconciliación. No obstante, lo observado en dicha reunión, muy poco tiene que ver con diálogo y reconciliación pues las propuestas esbozadas por el Dr. Tirado, presidente de la ABN, no apuntan a la solución de la problemática económica que, en gran parte, ha sido originado por esa propia banca en su ansiedad de derrocar al Hno. Presidente Maduro y caotizar la economía para allanarle el camino de ingreso al FMI.
Astuto como la serpiente, el Dr. Tirado habla de "tasas de interés negativas" para llamar la atención del Jefe del Estado, y procurar la revisión de éstas, en su aspiración de "tasas de interés positivo". Suponemos, que aspiran a tasas superiores al 100 por ciento de interés, la propia usura. Un diálogo, en que el presidente de la ABN no solo evidenció sus aspiraciones de maximizar las ganancias de la banca privada; la cual, resaltó y galardonó como lo mejor, hecho que no dudamos pues como reflejan los resultados obtenidos al primer trimestre de este año, a marzo de 2018, la utilidad neta obtenida por el Sistema Financiero Nacional, público y privado, fue de 3.975.617 millones de bolívares que, al compararlo con el obtenido en 2017, obtuvo un crecimiento de 2.772 por ciento, según informe de la firma GlobalScope C.A. No siendo incluidos en dicho informe, los saldos consolidados de las oficinas y sucursales en el exterior de las 30 instituciones que integran el sistema financiero venezolano, compuesto por 24 bancos universales, 2 comerciales y 4 en desarrollo.
La agonía del pueblo venezolano, por el efecto perverso de la guerra económica, se extiende después de la gran victoria popular del 20M, vista esa decisión de prorrogar la Reconversión Monetaria. No bastan, los mecanismos de protección mediante el carnet de la patria, creados por el Hno. Presidente Maduro. El pueblo, clama por medidas de shock que neutralicen las bombas de precios con que ataca esa furibunda y vengativa burguesía comercial al pueblo venezolano. Se requiere con urgencia, las designaciones del nuevo tren ministerial que abordará las urgentes medidas anticrisis que procuren el reordenamiento de la economía en su conjunto, articulándola a un Plan de Economía Política que inicie de una vez por todas, el desmontaje de la economía criminal que fue articulando la derecha económica, para desmontar las políticas de control de precios y control cambiario, logrando en parte sus objetivos. No es tiempo de diagnósticos, pues ya los mismos existen y por centenares. Es tiempo de poner en marcha nuevas políticas, osadas políticas económicas, como lo fuera la exitosa puesta en marcha de El Petro. "Inventamos o erramos", como dijera el Maestro Simón Rodríguez, dicha consigna cobra más vigencia que nunca antes en el proceso de reconstrucción nacional de la post guerra económica, para apalancar el proceso de desarrollo de la nueva economía nacional. Una economía no rentista, libre de mafias y bachaqueros. Una economía que, a fin de cuentas, obedezca las reglas de la planificación esbozada en el Plan de la Patria 2025, y que reconduzca nuestra patria por nuevos senderos de desarrollo económico, apuntando al Socialismo. El tiempo juega en nuestra contra, el momento es ahora y es ya…