Del pescado he venido hablando en exceso. No soy experto sobre la operatividad de negocio, pero tengo información, de cómo el gobierno, dada la caída de la producción petrolera, intenta captura dólares a como dé lugar. Hasta vendiendo el apellido. Algo así como esos venezolanos que están vendiendo el Carnet de la Patria. Estos quizás, no sé, sabiendo la conducta oficial, piensan que "lo que es igual no es trampa".
Es un hecho ya nada oculto, pues lo están publicitando como cosa digna de hacerlo, que especies marinas como el tajalí*, antes de alto consumo, por lo habitualmente barato, tanto que alguien junto al cazón y la raya les llamó "mata hambre", se están exportando en grandes cantidades. De esa manera, lo poco que queda en el mercado adquiere precios inalcanzables para el común de los venezolanos, particularmente los orientales y al mismo tiempo presiona u ocasiona que las otras especies, que ya eran caras, alcancen precios sólo pagables por gente de muy altos ingresos.
De los tantos artículos que he publicado sobre este tema, sin que eso sirva para algo, lo que me está llevando a la conclusión que seguir en este es inútil, recordaré el más reciente, relacionado con unas declaraciones de Dante Rivas, en las cuales "Informó que se encuentran trabajando con los pescadores y equipos técnicos para evaluar la situación y lograr una fórmula para que la exportación de pescado sea ventajosa para los pescadores. "Que ellos vean remunerado el esfuerzo". Pero no se quedó en eso, agregó: "Hay que revisarla bien – se refiere a la política de exportación - porque ahorita no nos está beneficiando, al contrario está perjudicando a nuestro pueblo que consigue cada día el pescado más caro; que no lo consigue porque se lo llevan de contrabando". http://minci.gob.ve/2018/06/ministro-dante-rivas-anuncio-revision-de-exportacion-del-pescado/
https://www.aporrea.org/ideologia/a266819.html
Es decir, Dante Rivas ratificó como esa exportación indiscriminada, por la adición al dólar, está impactando en el bolsillo y la mesa del venezolano dolorosamente. Pero eso fue ya hace más o menos tres meses y nada se ha hecho para beneficiar al pueblo, "que consigue cada día el pescado más caro", según palabras del propio Ministro de Pesca.
Tengo entendido que en la ANC hay voceros de los pescadores, quienes, no sé si están solamente interesados en "una fórmula que beneficie a los pescadores", para decirlo con palabras de Dante Rivas, donde hay una mafia grande que por diversos mecanismos a quienes hacen la pesca artesanal, cosas de la que sabemos desde hace años por comedor de pescado y playero, controlan y manipulan o también le preocupa el pueblo todo. Pareciera que no, pues sobre el asunto nada dicen y menos con lo que acaba de suceder con las sardinas.
La sardina en oriente, como en casi toda la costa venezolana, abunda en demasía y casi todo el año. El período de veda suele ser corto además. Por esa razón, había sido una especie tan barata que no era extraña hasta ponerse en ellas en algún sitio sin costo alguno. Por los mismos motivos arriba mencionados y el costo escandaloso de los alimentos, el pueblo en mayor número se vio obligado a meterle en su mesa, hasta con frecuencia en hogares que antes no la consumían y la miraban con desdén. Por eso, comenzó a cotizarse más alto.
Hace menos de un mes, el precio de la sardina llegó, cotizándose muy alto, a 100.000 bolívares por kilo, hablando en esos mal llamados bolívares fuertes, al menudeo, lo que ahora significa 1 B.S.
Dos o tres días antes que el gobierno anunciase la tan esperada lista de "Precios Acordados", que más parece una de "impuestos", para no decir otra tremendura, pagué por dos kilos de la especie un millón de bolívares fuertes, es decir, 500 mil bolívares por kilo. Sabía que la mercancía la estaba pagando muy cara, pero no tenía efectivo para comprarla en otro sitio de la ciudad, donde estaba a 175 mil Bs. Fuertes. No tengo carro, estacionado por males como la falta de caucho, pues no los puedo comprar, aprovechaba una cola y me hallaba donde habitualmente los precios son especulativos sin que haya autoridad alguna que de eso se percate.
Por eso, cuál sería mi asombro que al leer, como ya dije, dos días apenas después de eso, la "Lista de Precios Acordados", hallo que al kilo de sardina fresca, le pusieron un precio de 17. 5 Bolívares soberanos; es decir, pasó de Bs. S 1.75, al menudeo a 16 veces más que el que costaba en el mercado "sano", antes mencionado y tres veces y medio más que lo que pagué en donde venden caro y territorio bajo el control de los especuladores sin medida.
Ese salto es tan grande que todavía no acabo de entender y hasta dudo que eso sea verdad y sigo esperando se trate de un error.
Pero eso es tan grave, que como no se habla de "Precios Acordados", en otras especies, lo que no sería ninguna garantía para los consumidores, dado lo que parece suceder con la sardina, ya los expendedores de pescado, los del último eslabón en la cadena, deben estar poniendo precios por demás altos, escandalosos y especulativos, con la anuencia oficial y los empresarios que firmaron con el gobierno a todo aquéllo.
Supongo, es lo lógico, que quienes se reunieron con los empresarios por días para llegar a esos "Precios Acordados", el oficialismo debió contar con el asesoramiento de expertos e incluso de Dante Rivas, el ministro del área de la pesca, quien debe, eso cree uno, estar al tanto de cómo están las cosas en el mercado de esos productos. Por esto mismo, no entiendo, como no lo entiende nadie en mi espacio, lo que ha sucedido con ese acuerdo relacionado con la sardina. Pero si genera mucha desconfianza.
*Según el Drae, la palabra sería Tahalí. Algunos la escriben de esa manera e igualmente la pronuncian; otros al pronunciarla lo hacen a estilo oriental venezolano. Porque entre estos orientales de la playa, de los cuales formo parte, la "h" la transformamos en "j", cuando se trata de mencionar esa especie. Por eso escribo "tajalí".