Fedenaga el último bastión de la guerra económica

En la Gaceta Oficial N° 6.397-Extraordinaria de fecha 21 de agosto de 2018, la Vicepresidencia Sectorial de Economía, hace ley de la República Bolivariana de Venezuela a los Precios Acordados de un conjunto de 25 alimentos de la Cesta Básica, entre ellos destaca el de la Carne de Res, el cual se fija en 90 BsS (1,50 dólares al cambio). A los ganaderos, les reconocía el Gobierno Revolucionario, el valor a precios internacionales del costo de la carne de res, que producto de la guerra económica encauzada por la burguesía comercial agro-importadora venía instrumentando ese sector económico, en contra del pueblo venezolano; como mecanismo, para pulverizar sus ingresos, generar descontento popular e incitación a su rebelión en contra del Gobierno Revolucionario, papel éste último, asignado a los medios de comunicación de la derecha imperialista internacional. El valor del dólar, manipulable desde el exterior mediante un mecanismo web, les permitió incrementar -de acuerdo a sus intereses y propósitos políticos- devaluar el valor del BsF, minimizarlo, para incrementar sus tasas de ganancias mientras el pueblo, se veía imposibilitado de adquirir sus alimentos, medicinas y demás bienes esenciales. Con ello, como afirmábamos antes, se pulverizaba sus ingresos pero además, se fortalecía una matriz mediática -originada en el Comando Sur del ejército imperialista de EEUU- concerniente a la concresión de lo que llamó su jefe entonces, el almirante Kurt Tidd, ante una audiencia en el Comité de Servicios del Senado imperialista, donde afirmó: "Venezuela se enfrenta a una inestabilidad importante en el próximo año debido a una falta de alimentación generalizada, y la escasez de medicamentos; la incertidumbre política continuada; y un empeoramiento de la situación económica. La creciente crisis humanitaria en Venezuela podría eventualmente obligar a una respuesta regional". De allí, que la palabra "crisis humanitaria" asociada siempre a Venezuela, la hayan posicionado los medios de comunicación occidentales, propiedad de la derecha imperialista, como el mecanismo idóneo para justificar la intervención militar contra Venezuela, tal cual hicieron en Irak, Libia y Siria.

No obstante sus macabros propósitos, el balance final nos lleva a concluir que las medidas adoptadas por el Hno. Presidente Nicolás Maduro, resultaron todas de una eficiencia tal que, a esta fecha, se ha permitido poner en práctica un Plan Integral de Recuperación, Estabilidad y Prosperidad Económica a partir del pasado 20 de agosto. El próximo jueves 20, apenas cumpliría un mes de su puesta en ejecución. Gozamos, los venezolanos y venezolanas, con un país en sana paz, a tal punto que el Hno. Presidente Maduro se ha permitido el lujo de desplegarse por el mundo multipolar en sendas visitas de gestiones diplomáticas, multiplicando acuerdos económicos, culturales y tecnológicos con Turquía y China. En contraposición, quienes optaron por plegarse al imperialismo de EEUU, en contra de Venezuela, el llamado Cártel de Lima, conformado por países gobernados por la derecha, todos, absolutamente todos, se encuentran en una situación económica bien compleja y difícil para sus pueblos, que hoy comienzan a despertar y hacer notar los descontentos con sus gobiernos, como bien destacan: Costa Rica, Colombia, Ecuador, México, Argentina o Brasil. A tal punto, que ante la insistencia del secretario general del ministerio de colonias de EEUU, la OEA, Luis Almagro, de llamar a la invasión militar de Venezuela, 11 de los 14, que integran dicho Cártel de gobiernos, se opusieron de manera rotunda a su pretendida obsesión de sembrar la guerra en un continente declarado como zona de paz, a partir de la creación de la UNASUR.

La situación de Trump, a lo interno de EEUU, tampoco es de holgura. Con motivo de las elecciones de noviembre próximo, sectores políticos que le adversan, los llamados "Globalistas" o "Estado profundo" como le llaman algunos medios, han endurecido y arreciados sus ataques contra la figura presidencial y colocan, dichas elecciones, como el punto de quiebre de lo que pudiera ser el fin de su presidencia, mediante un impeachment, en español: acusación, un enjuiciamiento al desempeño del presidente Trump, que permitiría su destitución antes de culminar su período de gobierno para el cual fue electo. Hipótesis, con alta probabilidad de ocurrencia en el corto plazo de la democracia estadounidense. Vistas, las posibilidades de que a partir de noviembre, los demócratas, obtengan una amplia mayoría en el Senado imperialista, la confrontación política por el poder en el propio seno del imperio ha adquirido matices casi que a niveles de guerra interna, donde cada error –por pequeño que sea- resulta imperdonable para el oponente. Ello, permite apreciar fisuras importantes en la política exterior del imperialismo, en particular, en su guerra contra Venezuela, que ha pasado a jugar un rol estelar en la campaña electoral.

El signo característico de la oposición imperialista que hoy enfrenta Venezuela, es a la desarticulación. El pueblo venezolano, no solo que se ha cohesionado ante las agresiones de todo tipo, sino que se ha fortalecido. La muestra más palpable de ello, es el reciente encuentro entre el ministro de defensa de la República Federativa del Brasil, Joaquim Silva e Luna, y el ministro de defensa G/F Vladimir Padrino López, en donde la camaradería, los abrazos y gestos de hermandad, constituyeron la nota resaltante y el mensaje universal, de cuán compenetrados están nuestras fuerzas armadas. Más allá, el deseo de miles de venezolanos y venezolanas, que huyéndole a la crisis inducida sobre la economía venezolana salieron del país, en procura del "Dorado" de estos tiempos, los países del Cártel de Lima: Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y Brasil. En su condición de migrantes, fueron recibidos en dichos países, como los definiera el otrora líder opositor Julio Borges, como una "enfermedad contagiosa" a la cual, incluso, se atrevió a acompañar con el "crimen organizado, militarismo, paramilitarismo, tráfico de drogas e, incluso, el tema del terrorismo", alertando a dichos países sobre su presencia. Alerta, que motivó la reacción de dichos pueblos, quienes reaccionaron atacándola violentamente. Negándoles, toda posibilidad de rehacer sus vidas, en cumplimiento de su derecho humano a emigrar de su país de origen. Más de dos mil compatriotas, han decidido volver a su país. El Plan Vuelta a la Patria, les ha permitido su regreso en condiciones dignas y seguras, pese a las trabas que han colocado los gobiernos de los países antes mencionados, en su intento de impedirles tal posibilidad. Esos compatriotas, pudieron constatar in situ cuán dura es la vida en esos países de gobiernos de derecha, sometidos a los designios del FMI. Sin seguridad social alguna, empleos deprimentes, flexibilidad laboral y horarios de trabajo extenuantes, sobre las 12 horas diarias, y salarios por debajo del mínimo de Ley. Los propios esclavos del siglo XXI, fueron en lo que se convirtieron nuestros compatriotas en territorios hostiles a su presencia.

De vuelta a la Patria, los compatriotas que han regresado se han encontrado con la vigencia del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica. Además de la desintegración de las agrupaciones políticas en las que confiaran sus simpatías, tal es el caso de la MUD, AD, VP, AD, Copei, Primero Justicia, entre otras. Se han encontrado, con la realidad de que el vacío de poder dejado por sus agrupaciones políticas de antaño, han comenzado a llenarlo los gremios empresariales integrantes de Fedecámaras, muy en especial por estos días, por Fedenaga, la asociación gremial que agrupa a los ganaderos del país. La estirpe golpista de ese gremio empresarial, es de vieja data. Quién, no recuerda aquel acto del 21 de noviembre de 2001, transmitido en cadena de televisión privada, en que José Luis Betancourt, presidente de dicho gremio, rompió la Gaceta Oficial en la que había sido publicada la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario, creada por el presidente Hugo Chávez junto a otros 48 instrumentos legales, vía Habilitante. Mientras que, en sus palabras de ese día, dejaba mostrar lo que ocurriría meses después: "Si él quiere [se refería al Presidente Hugo Chávez] plantearle una guerra al sector privado venezolano, a la sociedad civil venezolana en los términos que él imponga en ese terreno, nosotros nos vamos a enfrentar". En abril de 2002, ese sector se volcaba en los cauces del golpismo, colocando el 11 de abril de 2002, como dictador del país a Pedro Carmona Estanga, el breve, quien era entonces el presidente de Fedecámaras. Por ello, cuando en respuesta a los Precios Acordados del rubro cárnico, optaron por acapararla y esconderla al pueblo venezolano en un gesto que dice mucho, en cuánto han cambiado de sus posiciones golpistas tradicionales.

Armando Chacín, quien funge como presidente de dicho gremio de derecha, una vez que ha sido colocado ante el país todo como lo que es, un conspirador; ahora, pretende justificarse con disonantes argumentos: "Un kilo de carne a nivel internacional debe estar alrededor en pie de 3 dólares. Nosotros, sin embargo, estamos pidiendo que se nos reconozca por lo menos un dólar para poder seguir sobreviviendo…", obvia Chacín, que el Precio Acordado de la carne de res ronda los 90 BsS, lo que sería el equivalente a 1,50 dólares de ley en la República Bolivariana de Venezuela, o sea, un precio superior al por ellos solicitado. Además, Chacín, habla de costos de producción en dólares, no costeables por ellos. El pasto, la tierra, el agua, luz, mataderos, de qué costos hablará que, según él, necesita importar en dólares. Llega al colmo, Chacín, de exigir dólares preferenciales y subsidiados para el sector cárnico nacional, tal cual viviéramos todavía en la Venezuela rentista a la que pusimos fin el pasado 20 de agosto.

Armando Chacín, intenta cubrir el vacío político dejado por el liderazgo opositor, utilizando un alimento fundamental en la dieta del venezolano: la carne de res. Utiliza como fachada política, a Fedenaga. Todos, quienes le antecedieron en ese rol, fracasaron abruptamente. Al punto, que hoy nadie se acuerda de ellos. Peor aún, el pueblo opositor, les desprecia. Auguramos, igual final para Chacín y su combo de Fedenaga, quienes utilizan su fuerza productiva en función de ganar adeptos para su causa golpista, sin mayor asidero en los cariños y amores del pueblo venezolano, todo lo contrario, lo que han logrado es hacer crecer el repudio contra esa mafia empresarial denominada como Fedenaga. La exigencia al Hno. Presidente Nicolás Maduro, es para que aplique mano de acero contra esa pretensión de dejar al pueblo venezolano sin acceso a esa vital proteína animal. Por lo demás, implementar acciones concretas para sustituirla por otra de carácter animal como pudieran ser el caprino, el camarada Freddy Bernal habló de un Plan Conejo, que nadie sabe en qué paró eso. Pero, en el país también se da masiva y provechosamente la cría del avestruz. En fin, urge un plan para democratizar la proteína animal y dejar de depender de la carne de res. El cerdo, es otra opción. Todo un abanico de posibilidades se le abren al país todo, en la obtención de proteína animal de calidad y a precios accesibles para el pueblo. En el marco del Plan de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, hora ya de dejar a un lado estos estertores del pasado golpista que es, Fedecámaras y su banda de sicarios económicos, enemigos jurados del pueblo venezolano…



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Henry Escalante


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