"Si rompes tu palabra,
estas rompiendo algo que no se puede reparar".
Aristóteles
Si el Gabinete económico quiere mantener la credibilidad, tiene que respetar la política de anclaje "real" establecido el 20 de agosto de 2018 como base del Programa de Recuperación económica, Crecimiento y Prosperidad. En ese entonces quedó como regla de juego de la economía venezolana que un Petro equivalía al valor ponderado de varios commodities (establecido en US$ 60) y que el Salario Mínimo sería de 1/2 Petro (US$ 30), que una vez reconvertida la moneda este último se ubicaría en BS. 1.800, con un tipo de cambio oficial de 60 BS/US$.
Recordemos, que el precio del Petro está determinado por la sumatoria del valor de venta en los mercados internacionales de varios recursos que forman parte de la canasta de Commodities venezolana, entre ellos petróleo (50%), oro (20%), el hierro (20%) y el diamante (10%), como lo establece el Decreto 3.196 publicado en Gaceta Oficial 6.346 del 08 de diciembre del 2017, que dio origen a esa herramienta digital de intercambio financiero y comercial venezolana.
Si el Gabinete económico no quiere matar la credibilidad hacia el Petro como mecanismo de estabilización económica y como estrategia para vencer el dólar paralelo, entonces debe "resetear" la economía a niveles del 01 de septiembre de 2018, donde el salario mínimo del trabajador compraba "realmente" 24 cartones de huevos, 16 kilos de queso, 25 kilos de pollo o 22 kilos de carne molida (Ver cuadro 1). Si no lo hace el Programa de Recuperación económica murió a los 90 días de haber nacido.
CUADRO N° 1: CAPACIDAD DE COMPRA SALARIO MÍNIMO INTEGRAL
Porque, en esos noventa días, hemos visto que aumentó el valor proporcional de los comoditties que anclan al Petro en el mercado internacional. Hemos visto que aumentó la cotización del dólar oficial de 60 a 67 bolívares soberanos. Hemos visto que el dólar paralelo aumentó a un promedio de 290 bolívares soberanos. Hemos visto como la liquidez monetaria aumentó en más de 400%. Hemos visto que los precios de todos los bienes y servicios se incrementaron contundentemente, por tanto el ingreso nominal de los empresarios aumentó, valga decir, la transferencia de las remuneraciones nacionales al ingreso empresarial nacional (al gran capital) aumentó en la misma proporción. Cómo consecuencia, la recaudación tributaria debe haberse incrementado en la misma proporción.
Por tanto, en los últimos noventa días se incrementaron los commoditties, el dólar oficial, Dolartoday, los precios de los bienes y servicios, el ingreso y las ganancias empresariales (real, con base al dólar paralelo), el cobro de impuestos gubernamentales (real, con base al incremento de los ingresos reales de los empresarios). Todo eso aumentó, pero LO ÚNICO QUE NO AUMENTÓ FUE EL SALARIO REAL DE LOS TRABAJADORES, que financió tanto a los especuladores cambiarios, a los empresarios y al propio Gobierno.
No obstante, a partir del margen de maniobra que todavía tiene el Gabinete económico con base en la política establecida del anclaje Bolívar-Petro, que a mí parecer, debe cumplirlo para hacer respetar las condiciones iniciales del Programa de Recuperación económica, ajustando la economía al punto de equilibrio alcanzado el 01 de septiembre de 2018, fecha cuando comenzó a regir el nuevo salario mínimo. Esto se logra INCREMENTANDO EL SALARIO MÍNIMO HASTA UN PUNTO QUE SE ALCANCE EL EQUILIBRIO "REAL" DE LA ECONOMÍA CON BASE EN LA FÓRMULA DEL ANCLAJE "REAL" DEL BOLÍVAR SOBERANO AL PETRO Y DEL SALARIO MÍNIMO IGUAL A 1/2 PETRO, TOMANDO COMO REFERENCIA EL VALOR DE LOS COMMODITIES Y DEL DÓLAR PARALELO ACTUAL (20 de noviembre de 2018).
En ese sentido, el salario mínimo debería ubicarse alrededor de BS 10.500, que es el resultado de multiplicar el salario mínimo de US$ 37,5 (actualización del 1/2 Petro con base en los commodities valorados alrededor de US$ 75) por el valor del dólar paralelo actual (promedio de 280 Bs/US$). En el entendido, que las variaciones del valor del dólar paralelo es el factor externo que perturba la economía e induce a los empresarios privados al incremento de los precios de los bienes y servicios en el país.
Cabe señalar, que en tiempos de hiperinflación inducida por "guerras" convencionales o "no convencional" como la nuestra, es indistinto el valor "nominal" de los precios de los bienes y servicios, siendo lo más importante el valor real que lo determina el poder adquisitivo del trabajador por medio de su "salario real". De esa forma, la guerra económica no estaría generando daños colaterales que comúnmente generan muertes, pobreza, miseria o desidia a la población.
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