“Bien aventurados los adormilados porque ellos se quedarán dormidos” F.  Nietzsche.

¿Por qué los adormilados se quedarán dormidos? Quizá en el fondo le temen al dolor y la muerte. Y además porque es una condición fisiológica inevitable, adormilado=dormido. Para no quedarse dormido hay  que estar despierto. Y nuestros conciudadanos más perspicaces, aquellos que todo lo ven y todo lo respetan, pareciera que no son capaces de verse a sí mismo, cabeceando frente a sus laptops. No es tan simple, hay que verse bien a fondo para poder conocer lo que pasa afuera…

Adormilados en razón a que no se ven en el conjunto de lo que pasa a su rededor. No se trata de ver la geopolítica mundial o regional para justificar la demolición o disolución de una revolución por el afán de reformar al capitalismo. Los problemas de la humanidad no solo son los problemas de una parte de la humanidad, el problema de la humanidad es hoy justamente el capitalismo que acabará con toda ella y la vida que la hace posible. El asunto es que nosotros formamos parte del problema cuando creemos que volteando para el otro lado la realidad capitalista dejará de existir, la muerte y el dolor.

¿Qué le debe Venezuela y el Mundo a la Goodyear?, si le descontamos la destrucción de selvas en el Amazonas y Centroamérica en la explotación del caucho, del balatá, por más de cien años, más la explotación de seres humanos, nos quedaría debiendo mil veces sus “inversiones” privadas. El único remedio para la humanidad surge de pensar en ella y no en la “propiedad privada”. La única propiedad privada que debemos conservar es aquella que nos pertenece en razón a nuestras necesidades básicas, personales, pero nadie se puede erigirse dueño de los bosques, de las selvas, del agua, del petróleo, de las tierras, de la fauna, de mares, ríos, desiertos, de pueblos enteros en razón a la “propiedad privada”; por respeto de la “propiedad privada” de los expropiadores del mundo no se puede tan pacato, tan tonto, tan pendejo.

Así como la naturaleza pertenece a toda la humanidad por igual, así debe ser con la “propiedad privada”, con las “inversiones” de la Goodyear, ¡que deje de ser “privada” y se convierta en propiedad social!, sus fuentes para su materia prima les pertenece a toda la humanidad, no a un grupo de “respetables inversionistas”.

Para cambiar esto fue que Chávez quiso hacer una revolución socialista, para ir desplazando la “propiedad privada”, o mejor dicho, para ir desplazando la propiedad de los expropiadores de la sociedad, hacia el total de la sociedad. La idea de Chávez era producir con independencia verdadera, con nuestra gente, en empresas socialistas, de propiedad social, de forma racional, planificada para cubrir necesidades fundamentales. Pero incentivar la empresa capitalista y la “propiedad privada” que debería ser social, es un contrasentido con la independencia. Hoy tenemos la oportunidad de darle una lección a los “capitalistas conspiradores”, como lo declaran todos los días desde el gobierno, y se pierde por los niveles de compromisos o dependencia que ha adquirido éste con los “inversionistas”, con los capitalistas del mundo. Qué cara le puede dar Maduro a los trabajadores cuando no confisque la empresa, cuando traiciones al socialismo frete a ellos, en términos prácticos; no muestre confianza en las medidas socialistas verdaderas: “empresa paralizada, empresa confiscada y pasa a manos del Estado socialista”. Pero, ¡qué eso para Maduro!… El País está tan destrozado que ni siquiera como país petrolero y rentista sirve, la confusión ideológica, política, aunada a la flojera, la codicia, a indiferencia tiene todo y a todos paralizados, sin poder avanzar, ni retroceder, ni cruzar, más bien en caída libre hacia un abismo.

La geopolítica mundial ya está tocando lo que más duele en las reformas de Maduro, las fuerzas productivas del capitalismo trasnacional… ¿Y si llega “el último embargo” y nos quedamos sin nada? ¿Hacia dónde volverá la mirada el presidente?