PARTICIPACIÓN POPULAR PARA DEFENDER SU SALARIO
En la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se repite la palabra participación 77 veces. Donde, no sólo se establece amplia participación popular en el ámbito electoral o refrendario, en expresiones culturales o religiosos, en el sistema de justicia, educativo, deportivo, o como comunidad organizada en la toma de decisiones sobre la planificación, ejecución y control de políticas públicas.
La constitución y diversas leyes venezolanas también garantizan la participación popular organizada directa en los asuntos de la economía, por medio de expresiones de la economía social, tales como cooperativas, sindicatos, consejos comunales, y otras formas asociativas que contribuyan al crecimiento económico y la prosperidad.
Considero que en nuestros tiempos, hay que darle más poder y participación protagónica al pueblo soberano para transformar la sociedad económica donde prácticamente tiene el dominio exclusivo el Gobierno y los empresarios privados. Que el pueblo organizado pase a ser un actor fundamental para ayudar a reactivar la producción nacional, e ir poco a poco superando el dominio empresarial monopólico de nuestra economía.
Hay que darle de una vez por todas, sin demagogia, el poder al pueblo organizado para ordenar al propio Estado venezolano. Creemos que existe un marco jurídico bien extenso para ejecutarlo. Sólo faltan gerentes públicos creativos, capaces y de buena voluntad para diseñar y ejecutar políticas públicas que contengan la iniciativa de la participación popular y la cesión clara y abierta de transferencia de competencias gubernamentales a ese pueblo. Porque es desde el propio Estado que deben crearse los mecanismos, instrumentos y destinar recursos públicos para llevar ese sueño de Hugo Chávez Frías.
No nos cansamos de repetir ¡COMUNA O NADA!, dar poder al pueblo, de forzar el funcionamiento efectivo de una democracia social y participativa. Es el reto perenne de nuestra revolución.
Pero no puede ser una participación condicionada, un poder limitado, ¡NO!. Es un poder de decidir para cambiar el rumbo de las cosas, incluso de las cosas de la economía. De emprender como fuerza social organizada en el sector productivo.
AUMENTO SALARIAL CON DEFENSA POPULAR
Así mismo, hay que darle poder al pueblo para defender sus ingresos, su nivel de consumo, defender su salario maniatado diariamente por los especuladores de oficio en el mercado de bienes y servicios. Es decir, un pueblo participando para incidir desde lo microeconómico a la macroeconómico. De incidir de forma positiva en el Producto Interno Bruto que es el mismo Ingreso Nacional.
Porque recordemos, prestemos atención a esto: la variable determinante en la macroeconomía es el PIB, que depende del consumo individual privado, de la inversión, el gasto público, las exportaciones e importaciones de bienes y servicios. La sumatoria de todas esas variables durante un tiempo determinado, supongamos un año, indican el valor de la producción nacional.
Una producción que sólo es posible incrementarlo con el trabajo de todos, con la mano de obra de los trabajadores de la nación, sea calificada o no, que reciben un pago por sus servicios prestados, y ese pago es lo que representa su ingreso o remuneración. Lo ideal sería: que tenga una capacidad de compra de bienes y servicios esenciales para una vida digna, que le permita acumular la mayor suma de felicidad individual y familiar posible gracias al poder de un buen salario.
Y así, hasta llegar a un punto que sus necesidades de bienes y servicios esenciales están cubiertas, y que parte de ese ingreso personal o familiar pueda destinarlo para el ahorro; por ejemplo, porque quiere planificar la compra de bienes suntuarios, invertir en una vivienda, comprar un carro o un buen equipo electrónico, como un celular, un televisor o una computadora. Y la otra parte del ingreso se destina para pagar impuestos.
Cómo ven, el ingreso que el trabajador recibe gracias a un empleo digno, bien remunerado, siempre contribuye a financiar la economía nacional, gracias al uso de ese ingreso, que como vimos se destina una parte al consumo, otra para el ahorro y otra para pagar impuestos.
Pero ahondemos un poco más, de forma breve y sencilla, este tema tan complejo en la carrera de economía.
MACROECONOMÍA DEL SALARIO INTEGRAL
En primer lugar, como principio de la macroeconomía, la parte del ingreso de los trabajadores en forma de sueldo o salario que se destina al consumo sirve para ayudar a los empresarios, comerciantes, vendedores formales e informales, a través de las ventas o ingresos empresariales, reactivando la economía y de esa forma, se contribuye al crecimiento económico que se mide por el aumento del PIB real de un año a otro.
Por otra parte, por teoría económica, aquella parte del ingreso del trabajador que no se consume se destina para el ahorro o para pagar impuestos. La parte destinada para el ahorro, se deposita en un banco, y con los distintos ahorros es que la banca comercial financia la inversión privada. Entonces los empresarios van al banco, piden un préstamo, y de ese dinero ahorrado, el banquero le otorga un crédito bancario, que deberá pagar en un tiempo determinado pagando una tasa de interés, etcétera.
Como vemos el trabajador con una parte de su ingreso salarial también ayuda a reactivar el aparato productivo, que a su vez seguirá generando empleos para más personas que recibirán también su compensación salarial. Y ese ciclo se repite, se repite y se repite, y en la medida que se repite, aumenta el Producto Interno Bruto de la Nación.
Finalmente, también el trabajador financia el Presupuesto del Gobierno cuando destina una parte de su salario para pagar los distintos tipos de impuestos como el IVA, Impuesto sobre la renta, impuestos por consumo energético, ambientales, o turísticos.
En síntesis, cualquier decisión gubernamental que incremente el sueldo o salario del trabajador aumentará de forma inmediata los niveles de ahorro que se destinan para financiar la inversión privada, y aumentará la recaudación fiscal que financia el gasto gubernamental.
HACIA LA INDEXACIÓN DEL SALARIO MÍNIMO INTEGRAL SEMANALMENTE
Es por todo lo anterior, que le insistimos tanto al Gabinete económico que el salario mínimo integral del trabajador debe estar indexándose continuamente al mismo ritmo del dólar paralelo. Como mínimo semanalmente porque el paralelo se incrementa casi a diario como objetivo conspirativo para inducir la hiperinflación que ha presagiado el FMI por encima del 1.350.000% para el cierre del 2018.
Incluso, he venido proponiendo, que en el marco del sistema de anclaje del bolívar soberano y del salario mínimo al Petro, creado para contener los efectos perniciosos del dólar paralelo y la usura monopólica en la economía y para proteger el salario real de los trabajadores, debe establecerse por medio de un decreto constituyente que el costo laboral no puede seguir siendo un costo fijo en la determinación de los costos y precios de los bienes y servicios.
Más bien debe ser considerado un costo variable, adaptable o indexado al mismo ritmo de crecimiento de los niveles de inflación. En próximos artículos explicaremos porqué la necesidad de una Ley Constituyente de Indexación del Salario Mínimo integral semanalmente.