El título pudiera parecer como un pasticho por lo tanto que quisiera abarcar, pero en verdad eso, lo de pasticho, es como lo más adecuado para referirse al cuadro político venezolano.
El presidente Trump acaba de declarar desde Irak de visita a las tropas de EEUU acantonadas en ese espacio, donde llegaron para "rescatar las libertades" y llevan más 15 años de intromisión e injerencia, que su país no debe seguir siendo "el policía del mundo", expresión con la que hace alusión a la disminución de protagonismo en esos espacios; mientas anunció el retiro de la tropas bajo su comando en Siria y la reducción de las mismas en Irak.
Con esas expresiones y gestos Trump vuelve a las ofertas durante su campaña electoral. Es evidente que el rol que viene jugando EEUU en esos espacios y según su propia valoración, la poca contribución del resto de países de la OTAN, resulta a demasiado costoso, sobre todo cuando su economía no atraviesa los mejores momentos.
Nada mejor para definir lo que EEUU ha alcanzado en aquellos espacios que lo dicho por el propio presidente, "Bastante triste cuando gastas 7 billones de dólares en el Medio Oriente, y para entrar tienes que estar bajo esta cobertura masiva con aviones por todas partes y todos los mejores equipos del mundo, y uno hace todo lo posible para entrar de manera segura".
Aunque también es verdad que el gran negocio de EEUU es la guerra, no por territorios a conquistar sino por la venta de armas a los contrincantes.
La retirada de Siria, por lo menos es lo que los medios vienen informando en los últimos días, pese sus enormes gastos, está signada por la derrota. EEUU entró allí para destituir a un gobernante que resultaba incómodo e inconveniente a sus exclusivos intereses y después de tanto tiempo, gastos y destrucción, su meta no ha sido posible. Es más, en este momento, los invasores de Siria, con USA a la cabeza, están derrotados. Su permanencia en toda esa área, la del mundo árabe, por lo que allí a diario acontece, el perder control al menor descuido, hablan de otras dificultades aparte de lo económico y el esfuerzo militar.
Para remate, EEUU y particularmente Trump, no han podido en estos últimos meses, someter al gobierno saudita, su sempiterno aliado, para que aumente sin discreción alguna su producción petrolera y haga rodar los precios del combustible en beneficio de los comparadores estado unidenses. Por el contrario, hoy el gobierno saudí casi hace de líder en el cartel petrolero a favor de reducir la oferta para mantener los precios en el nivel que creen adecuado.
Muchos analistas han venido anunciando que ese cuadro obliga a EEUU volver a lo que desde Monroe llamaron "su patio trasero". Los recursos energéticos del mundo árabe, de los causales de toda esa política guerrerista, están disponibles en Venezuela. Por esto, hemos asociado en este trabajo a Trump con Maduro. Para EEUU, con las bases militares que ya tiene en el área, pudiera resultarle menos incómodo y costoso controlar Venezuela que seguir en ese gigantesco esfuerzo, en el cual, según Trump, sus aliados poco aportan. Por supuesto, según su valoración, aquel escenario es más de la competencia de ellos, los europeos de la OTAN, que de EEUU.
De manera que esa declaración y hasta disposición de Trump, con respecto a la disminución sustancial de la participación de su país en el mundo árabe, pudiera ser el anuncio de la definitiva decisión del Departamento de Estado de concentrar sus esfuerzos en nuestra área y particularmente sobre Venezuela. Además, como es demasiado evidente, cuentan con suficientes aliados, sobre todo ahora con la llegada a la presidencia de Brasil de Jair Bolsonaro. Pero además, le resulta también favorable la disposición que pareciera prevalecer en Guyana y ante las enormes inversiones que allá hace la Exxon Mobil. Lo que dejaría a Venezuela como asediada a lo largo de toda la frontera continental entre Colombia Brasil y Guyana.
En Venezuela, como es bien sabido, los factores que desde el inicio hicieron oposición a Chávez, fueron no sólo derrotados consecutivamente, sino hasta resultaron borrados por eso mismo y sus persistentes garrafales errores. Se pudiera decir, en buena medida, que las victorias que han mantenido a Maduro en el gobierno, pese las enormes dificultades económicas que ha enfrentado el pueblo, el universo de votantes y la evidente incapacidad gubernamental para dar las respuestas pertinentes, han resultado de la incapacidad opositora para diseñar políticas y lograr entenderse en lo fundamental.
Siendo ese el cuadro opositor, toma cuerpo entre una buena porción de venezolanos, la idea que EEUU nos invada para deshacerse de lo que creen son sus enemigos fundamentales, Maduro y su gente. Hay una como conducta o sueño infantil dentro de un sector que pareciera estar liderando María Corina Machado, según la cual, EEUU vendría con sus marines, "contratistas" o mercenarios, a hacerles el trabajo de derrocar a Maduro, deshacerse de la fuerza armada y poner a aquella dama en el poder. Por supuesto, quienes le apoyan, los más cercanos ocuparían el resto de cargos importantes en el aparato del Estado. ¡Es todo el sueño! Por supuesto, en su sueño imaginan al nuevo gobierno devolviendo a una buena porción de venezolanos los beneficios que perdieron en los últimos cinco años, aparte que quienes asuman el poder gozarían de los inherentes a los cargos.
De modo que del 10 de enero en adelante, según los sueños de esa parte del bando opositor, volveríamos al estado de guerra. Pero esta vez sería algo así como una invasión masiva, de esas guerras que según las versiones fílmicas gringas, nos harían a los terrestres los marcianos. A la carrera, pues no estamos nosotros ni ellos, para perder más tiempo, después de esta oscura noche de sacrificios, sufrimientos, Precios Acordados y Programa de Recuperación y Bienestar Económico.
El plan de parte de la oposición parece estar definido. Por los antecedentes, la actitud colombiana, los llamados injerencistas e irresponsables de Duque el Presidente de Colombia y ahora esto dicho por Trump en Irak, pudiéramos pensar que se vienen con todo tomando como excusa que la toma de posesión de Maduro, por disposición de las recientes elecciones presidenciales, es ilegal y siéndolo es a ellos, ese factor, a quienes les corresponde decidir y no a los venezolanos.
¿Pero ante ese tenebroso cuadro, que lo es más si lo aderezamos con las espantosas calamidades que vive el venezolano, qué ofrece el gobierno? Pues ayer, el presidente Maduro nos vuelve a hablar de lo exitoso de su "Programa Económico". Programa que los venezolanos sabemos en carne viva que no sirve, pese se lo hayan elaborado los genios que tiene ocultos en Miraflores, como tampoco sirve, aunque en verdad forma parte del mismo paquete, esa burla de los "Precios Acordados". Y no habla de más nada, mientas llama al venezolano casi a inmolarse en defensa de fantasmas y promesas fantasmales. Tanto que otra vez, después de casi meses sin usar ese recurso, nos vuelve a recordar que tiene unos motores prendidos para activar la economía.
Este es el cuadro venezolano finalizando el año, de donde uno sólo ve un fondo oscuro. Por eso dije al principio que parece un pasticho.
Pese lo pesimista que se adivina el futuro uno siempre deseará a todos que no sea lo que parece anunciado sino que nos venga lo mejor y hasta bonito