Más fácil es hacer la revolución socialista que quiso Chávez, que obligar a los comerciantes acepten el Petro como forma pago. Que su uso sea obligatorio no significa que la gente lo pueda tener como forma de pago, es decir, que los comerciantes lo acepten. En el capitalismo el comercio tiene sus propias reglas, Maduro debería saberlo.
Leamos este titular y comentemos la noticia, “Asonacrip: Las compras por BioPago serán liquidadas a comerciantes en Petros.” Esto significa que el gobierno presiona para que el Petro sea una “cripto moneda” corriente. ¿Pero puede el comerciante aceptarlo? ¿Cuántos comercios lo reconocen en la cadena comercial? ¿Cuántos importadores y distribuidores? ¿Cuántos países? Yo quisiera que me lo explicaran mejor, porque no entiendo bien esta compulsión con el Petro.
“Sin embargo, algunos comerciantes se han quejado porque no han recibido el pago en bolívares.” Eso es lo que se veía venir. Los comerciantes tenían el interés en cobrar estos Petros de diciembre en bolívares, inclusive algunos en dólares.
El asunto es que el gobierno no había explicado cual era la forma de pago a los comercios que usaron el sistema de BioPago, consciente de que había que pasar diciembre sin que el medio Petro se quedara en el “monedero de la patria”, frío, y que la gente se amotinara,
“ El director de la Cámara de Comercio de Lara, Juan Pablo Pérez, ya había informado que "el gobierno no ha saldado la deuda con ningún empresario en la región", quienes desde el 4 de enero no han podido ingresar a la página web del Banco de Venezuela, para verificar si han recibido algún pago u obtener información que les explique cuándo recibirán el dinero.” Este es el estilacho del gobierno de Maduro, hacerse los pendejos ante la trampa, ante las picardías de sus funcionarios.
“Ante el anuncio, el economista Henkel García realizó una pregunta a través de su Twitter: ¿Qué interés puede tener un comercio en recibir Petros cuando su uso es bastante limitado?, ¿podrá intercambiarse por otra moneda sin pérdida?, ¿qué preferirán $ o Petros?” Continúa el artículo, y es una pregunta obvia ¿Qué interés pude tener el comerciante en el uso del Petro si no se le traduce en bolívares o preferiblemente en dólares, cuando el país está casi dolarizado? Y sigue,
“Segunda fase del «ecosistema petro» – Qué ironía, y lo llaman ecosistema – A su vez, el Banco de Venezuela y la Sunacrip, informaron a través de un comunicado que han iniciado una segunda fase del ecosistema petro … El gobierno nacional busca incrementar la adopción de la moneda virtual al sistema monetario. Además busca establecer su obligatoriedad en el territorio nacional, debido a la devaluación constante del bolívar y la dolarización de facto que reina en el país.” Nótese que lo de la obligatoriedad lo dice el funcionario al final, que lo ha debido decir primero, porque es lo que realmente le importa al gobierno, el uso compulsivo de la criptomoneda. Lo relevante del anuncio de esta “segunda fase” no es la segunda fase, es la primera, que fue un engaño a los comerciantes, y, por supuesto, al consumidor, que dudo que tenga una segunda oportunidad de gastar sus Petros en una tienda después de esta noticia, por lo menos sin que le cobren un “impuesto de engaño” por su uso.
Pero hay otra astucia anterior la cual la llama “error” Pascualina Curcio, por su forma tan peculiar de hablar del gobierno solo con eufemismos.
…”Fue una muy buena idea otorgarle la función de unidad de cuenta al petro. En un escenario de hiperinflación inducida, permitiría que la relación precios-salarios, a través del petro, se mantuviese igual… teóricamente no quedarían rezagados los salarios con respecto a los precios de los bienes, los cuales se ajustaban y se siguen ajustando, de manera inmediata cada vez que el dólar criminal varía.”… “mientras la burguesía ajustaba en tiempo real los precios de los bienes y servicios en la misma proporción y velocidad en que lo hacía y lo sigue haciendo el dólar criminal, el salario, en lugar de actualizarse quedaba rezagado. Eso ocurrió porque aunque el salario era 1/2 petro, llegó un momento en que el BCV, otra vez entrampado en su cuento monetarista, en lugar de actualizar la relación bolívar-petro, la mantuvo fija en 80.000 bolívares/petro, lo cual sin sorpresa alguna fue estrictamente respetado por la burguesía para efectos del cálculo y pago de los salarios mínimos que quedaron por largo tiempo congelados en BsS 40.000 mensual. Por su parte, el Estado patrono también fue muy respetuoso del medio Petro de salario a BsS 40.000.”
¿Cómo se llama esto? ¿Estafa, engaño, demagogia? Eso fue lo que pasó: mientras el Petro subía de precio en bolívares (piensen en el cálculo de los pasaportes, que sí lo ajustaron) no subían los sueldos en relación al Petro. El efecto llano es aquel de seguir cobrando un “medio Petro” calculado a sesenta dólares la unidad cuando sesenta dólares representaban 80.000 bolívares. Es decir 40.000 bolívares de sueldo mínimo. Pero los comerciantes suben los precios en relación al dólar paralelo (el “criminal” que llama Pascualina), no al Dicom y mucho menos al Petro, que solo existe en el deseo del gobernó.
Un gobierno que pende de un Petro, tan escurridizo como fantasmal, y que pende de todas las artimañas derivadas de él; que dejó a un lado el trabajo como la única forma de desarrollar una base material y espiritual sólida y verdadera para la sociedad; que desmanteló la industria petrolera, la única garantía que pudiera tener esa escuálida criptomoneda (el petróleo bajo tierra no existe, hay que extraerlo); súper endeudado con chinos y rusos, incapaz de controlar los procesos económicos, postrado a los capitalistas nacionales y del mundo, ¿Es un gobierno o es una estafa?