El Drae, es una vaina, para alguna gente, porque en este mundo hay de todo, como "agente del imperialismo" o por lo menos un remanente del mundo colonial. Tanto que, se empeña en imponerle al mundo de habla castellana y sus derivados de un largo y hasta violento proceso de transformaciones lingüísticas y culturales en general y hasta digestiones e indigestiones sucesivas, con sus vómitos de por medio, sus pareceres, como formas de hablar y escribir pese a que son pocos, fuera de España, digo yo porque tampoco sé si es verdad así, que le paran, como aquello que hace dos años ordenó eliminar en el escribir, entre otras letras la Y (i griega) como enlace y por lo que veo, nadie le hizo caso, creo que ni los académicos mismos, dice de la palabra "advenedizo", lo siguiente: "Venido de un lugar distinto a aquel donde se ha establecido. Dicho de una persona; Recién llegada a un lugar, una posición o una actividad con pretensiones desmedidas. https://dle.rae.es/advenedizo?m=form
Y es que la Academia Española de la lengua, de la cual depende el DRAE, todavía asume gestos como agente del imperio español que, habiendo desaparecido y terminado en "perrito faldero", como dijo para otras circunstancias Pedro Pablo K, aquel oscuro presidente peruano que derrocaron de un soplido, del imperialismo hace su trabajo por encargo, ese de mantener la validez del pretendido dominio de los poderosos.
Pero uno no puede negar la realidad, tanto que ese significado de la palabra advenedizo es el mismo que uno tiene, sin ser agente del DRAE, pues para empezar "por eso no pagan". Para uno, el advenedizo es un extraño, un "recién llegado", que puede no tenga "ambiciones desmedidas" al rompe, pues se pudieran desatar después. Sobre todo, si haya muchas piedras en el camino, aunque nadie se las ponga.
Los advenedizos en verdad deben pasar muchas dificultades. Es como quien llega a un lugar, un pueblo, ciudad, nación, donde a nadie conoce y lo que es peor, hallarse en medio de gente xenofóbica o quien a uno vea como el rival extraño que quiere quitarme lo mío.
Es por demás conocido como los venezolanos, sobre todo en Suramérica, están pasando las de Caín, por muchas cosas. Unos voceros dicen que eso sucede por el alto grado de delincuentes envueltos en esa diáspora, por el volumen de la misma, pero también por las amplias ventajas competitivas, en todos los sentidos, hasta lo imaginable e indecible, que hay en ella.
No hay duda que Jesús Farías es un advenedizo y lo es de mucha significación. Se salió del PCV, partido del cual su padre, del mismo nombre, fue fundador, casi un ícono y un oráculo. Fue de los grandes sacerdotes de esa iglesia ortodoxa rusa. Pero también de una organización que prestó grandes servicios en la lucha por la democracia en Venezuela y a los trabajadores a cambio de nada. Nadie puede señalar a uno de aquellos robles comunistas, que hubiese negociado con el gobierno o las clases dominantes, por un puñado de dólares y menos se conoce uno que siendo y manteniéndose como militante del partido se haya enriquecido. Quienes se sintieron tentados por eso y el poder, antes se fueron de aquella respetable organización.
Hubo un antecedente importante antes de Farías. El cumanés José Antonio Mayobre, siendo un brillante estudiante universitario, gracias a la ayuda de sus amigos, entre ellos su paisano y pana burda de la infancia, Félix Vargas Chacón, el ampliamente conocido jugador de barajas o tahúr, llamado en aquellos espacios como el "Cumanés" y también "Cumbele", fue militante del Partido Comunista, por lo que terminó en el exilio bajo el gobierno de Pérez Jiménez. Este Mayobre, como Jesús Farías hijo, también fue economista y comunista y, a él, Betancourt, en 1999, lo hizo su ministro de Hacienda, despacho encargado no sólo de elaborar y manejar el presupuesto, sino de diseñar la política económica.
En su condición de advenedizo y sus dotes académicas, Betancourt encontró quien le diseñase el plan económico, en líneas generales acordado con el grupo Rockefeller, que incluyó rebaja del 10 % en todos los salarios, tanto en el sector público como en el privado y lo que entonces fue una fuerte devaluación del bolívar frente al dólar, cambiando la paridad de 3.35 bolívares, que había permanecido por años, a 4.30 y otras más, lo que hizo que aquel conjunto de medidas, incorporadas a una ley, se le llamase entonces "Ley del hambre".
Y Betancourt, quien nada de pendejo tuvo, teniendo tantos economistas entre los suyos de renombre, como aquel también cumanés llamado Carlos D`áscoli, quien en antes había ocupado ese cargo, encontró en Mayobre, un advenedizo, la figura apropiada para enfrentar aquel chaparrón. Pues entre los advenedizos, eso abunda mucho, el deseo de ser aceptado en ese nuevo espacio que le es ajeno es primordial y vital. Necesita reconocerse y le reconozcan.
Casualmente, este Jesús Farías, quien llegó al PSUV casi en solitario, porque su partido mayoritariamente se negó a integrarse a la nueva organización y a esos particulares deseos de Chávez, no vivió aquellas gloriosas experiencias y duros sacrificios de su partido. Incluso, cuando nació, ya había caído la dictadura y su padre era senador de la república y el poco tiempo que el PCV estuvo en la clandestinidad y lucha armada contra Betancourt y Leoni, él era muy muchachito y, por ende, en eso no participó.
De modo que el J. Farías que llegó al Psuv, fue un verdadero advenedizo, pues ese partido nació del MVR, en el cual ya estaba mucha de la gente que halló de jefes en el nuevo partido, entre estos los antes militantes de la Liga Socialista, como Nicolás Maduro y de los distintos grupos de aquella izquierda fragmentada muy dispersa. Allí ya todos tenían su parcela; entonces los advenedizos y solitarios, corrían o se encaramaban
Es muy difícil que un advenedizo, por mucho talento que tenga, en lo inmediato, necesitando ganar aceptación y aliados, no opte por plegarse. Por eso se suele decir, "al pueblo que fueres haz lo que vieres".
Por todo eso, no es extraño que Andrés, en artículo puesto en Aporrea, titulado "Derecho a réplica a Jesús Farías en nombre del microscópico grupo de personas que propone la indexación salarial", haya dicho "Ahora bien, vemos con mucha preocupación que la respuesta del diputado Jesús Farías a "la propuesta de indexación salarial" ha sido la agresión, el vilipendio, la humillación, el descrédito, la descalificación, y por último, de manera sorprendente, ha sido la difamación e injuria contra los que no piensan igual que él. Ahora somos "agente de la CIA". Mayor IRRESPETO imposible." https://www.aporrea.org/trabajadores/a302351.html
Porque tampoco es extraño que, hasta por un asunto de supervivencia, J. Farías, haya asumido la defensa de una política económica que, sin buscarle muchas vueltas, ni especular con teoricismos ni viejas recetas, está montada sobre la explotación desmedida de los trabajadores.
Es un asunto hasta de carácter moral o inmoral, al margen de la validez de las teorías económicas y monetarias, que se imponga a la clase trabajadora el mayor de los sacrificios, casi hasta devaluarla al nivel de la esclavitud, en espera que aumente la producción. Es decir, porque de eso hablan en verdad, aunque lo oculten, que recuperemos los niveles de producción y exportación de hidrocarburos, con una empresa destrozada y unas sanciones que uno no sabe cuándo serían suspendidas o volvamos al rentismo, porque quienes gobiernan, están decididos, por un asunto de supervivencia, no interrumpir ni incomodar los niveles desmedidos de acumulación del capital interno y el externo que invierte en Venezuela, sometiéndolos como deberían hacerlo, si fuesen fieles a la causa y clase que dicen defender, al pago equilibrado de impuestos y mejores salarios.
Y en estas circunstancias no hay nada mejor que un advenedizo y si este, como dice el diccionario, "llega con pretensiones desmedidas", es hasta mejor.
Y para dar fe de sus nuevas querencias, nada mejor que llamar a todo aquel que discrepe, agente del imperialismo y de la CIA; es una vaina infantil, pero funciona.