Desde la perspectiva humanista, el docente debe considerar que la comunicación en el aula debe tener carácter clínico o didáctico en el sentido de que el docente tiene que reconocer que su misión es la de optimizar el desarrollo de los aprendizajes, aplicando estrategias y métodos de rigurosidad científica y actuando de una manera profundamente objetiva.
Este reconocimiento elimina los convencionalismos de docentes prepotentes y agresivos que generan stress en los estudiantes y promueve la concientización de que la comunicación es un acto en el cual tanto el docente como el estudiante se encuentran entre sí como lo que son, seres humanos en un proceso de aprendizaje.
El docente autoritario, quien se caracteriza por ser un guardián celoso de la autoridad y la disciplina, aplica reglamentos y castiga sin dar lugar a explicaciones.
Es especialista en dar recetas, indica conductas, señala lo que es y lo que debe ser, tiende a desconfiar de las capacidades de sus discípulos por lo que impide su participación, considera sus propias necesidades, ideas y valores antes de que las de sus estudiantes además ejerce control mediante la ironía, la humillación o ridiculizando frente al grupo curso, actúa como jefe(a) distribuyendo trabajo y exigiendo obediencia.
Mas aun cuando en las universidades publicas como privadas hay profesores que hacen competencias entre si para ver quienes aplazan mas alumnos, como en otras donde el negocio redondo es llevar mas alumnos a reparaciones por ello en la nueva ley de universidades se debe regular esta practica dantesca y sádica donde los profesores disfrutan con el mal ajeno, en vez de profundizar la incentivación motivacional de la investigación en cada una de las cátedras que dictan para así forjar el mejor profesional en cada una de las profesiones.
El
lugar idóneo para el debate y confrontación de ideas son las aulas
de clases, sin menoscabo de que el profesor sea el facilitador, pero
cuando se difiere en las ideas con argumento se deben defender, sin
temor alguno de que será aplazado por llevar una creencia distinta
allí es donde los conocimientos deben pautar quien tiene la mejor postura,
el profesor no puede aludir su responsabilidad y decir que eso es faltarle
el respeto ya que seria un ser mediocre y no esta a la altura de una
aula y menos aun universitaria.
Hay
caso de profesores que le dan clases a un grupo de 200 personas de los
cuales quedan aplazados 180 de ellos 120 va a reparación y solo pasan
el examen 90, entonces que sucede que no se puede regular
eso?, esto es los que ciertos sectores no quieren aceptar los cambios
apegados en una supuesta autonomía de universidades y de cátedra,
debe ponerse coto a dicha situación ya que no es que los estudiantes
sean malos son los pedagogos que a veces son profesionales de otras
carreras que están prestados a la docencia. Aun cuando realizan una
equivalencia docente, dicho profesionales les queda grande el componente
docente.
alexanderjimenez2021@hotmail.com