Aun los tristes pasos del maestro y su triunfo por la alegría de la verdad liberadora en nada son aprendidos en el actual Ministerio del Poder Popular para la Educación, lastimosamente solo algunos siguen alejados de las grandes verdades.
Mientras tanto la vulgar prensa de la derecha reaccionaria dominada por corporaciones informativas regionales y nacionales desarrolla su triste papel. Su opaco título busca desprestigiar las importantes responsabilidades administrativas asignadas a jóvenes revolucionarios que engrandecen el proceso bolivariano y revolucionario.
Todos somos testigos de la responsabilidad asignada a directores, jefes, coordinadores, entre otros, pero la derecha endógena golpea y la emprenden como una cofradía sustentadora de mentiras y engaños en las más inverosímiles historias y fantásticas pruebas al estilo Globovisión.
La estrategia de la Quinta Columna consiste en aislar y destruir a quienes les asignen cargos y desde allí mantienen una conducta revolucionaria, es decir, van contra verdaderos camaradas, quienes generan una inmensa incomodidad a los oportunistas que guardan al acecho para poder echarle mano a cualquier ocasión que termine satisfaciendo sus aspiraciones y compromisos.
Cuando identifican una gestión trasparente, joven y claramente de izquierda, establecen una “Hoja de Ruta” y empiezan su destrucción.
Es la herencia de La Cosiata, los traidores que no terminan de acabarse y nosotros que no empezamos a exterminarlos.
Lo más lamentable es que la presentación y certificación de la traición es aprobada desde el piso veinte del Ministerio de Educación en la sencilla oficina de la Ministra Maryann Hanson.
Para lograr su faena se certifica cualquier comentario sin importar lo ilógico o incongruente, pero que logre su afán: destruir. Esta especie de bomba es arrojada por todos los medios periodísticos opositores posibles que logren certificar su ausente credibilidad.
Cuando se trata de lograr sus cometidos de cualquier acto ilógico y alejado de sus principios siempre les es posible agarrarse, y es la propia Ministra de Educación quien sobrepasa los límites institucionales dándole beligerancia a cualquier sindicato, y éstos, sin ningún principio de ética ni de lealtad a su gremio -al cual nunca han respetado- pasan sin ningún tipo de vergüenza o lealtad de sindicaleros a patronos.
Una vez logrado sus objetivos, ahora si son buenos los medios periodísticos opositores de la extrema derecha, desde donde salen notas anónimas y “daticos” a columnistas opositores quienes se burlan de la gestión que pretenden derrotar.
Ministra,
aquí no hay nadie vencido, muy al contrario, usted solo intenta
destruir un ministerio que ya tiene una revolución por dentro.