Reflexiones ingenuas

La educación es y debe ser para el pueblo y para construir Patria

Vuelve la retórica escuálida sobre la intervención del Estado en la vida de la escuela y la participación de las comunidades en el control, fiscalización, planificación y participación en la vida escolar. De nuevo viene la ofensiva de la derecha: esta vez por lo que ella llama “con mis hijos no te metas”. “No a la Res. 058”. Nueva arremetida esta vez violando la LOPNNA al exponer a los hijos a situaciones de riesgo, peligro, violencia. Pequeñas “guarimbitas” a la salida de los colegios privados, en los semáforos, en las calles aledañas, organizados y dirigidos por “reconocidos dirigentes locales de la oposición y seguidos por padres irresponsables, que, apuesto, ni siquiera conocen el texto, contenido y filosofía de dicha Resolución.

La educación, como servicio público, fue lentamente privatizada, generando una política de exclusión, tanto por el cobro excesivo de matrícula, como por el sistema de evaluación que privilegia al conocimiento academicista en detrimento del conocimiento popular. Este proceso excluyente fue generando a su vez un proceso discriminatorio, al considerar que es una mejor educación aquella que se imparte en los colegios de matrícula más costosa y locales más lujosos. Es decir, estableciendo cada vez más una diferenciación social que se reflejó en la división del trabajo y las oportunidades laborales, ya que con ello se reducía la posibilidad de obtener empleo a los egresados de escuelas, liceos, universidades o institutos universitarios “de segunda”.

A partir de la aprobación de la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela en el año 1999, el fin y la filosofía de la educación es modificada, complementada por la Ley Orgánica de Educación del año 2009. En la constitución se establece que la sociedad venezolana está fundamentada en el estado de derecho y de justicia socia estableciendo una corresponsabilidad entre los actores de la comunidad (sociedad) con el estado a fin de garantizar el protagonismo de los ciudadanos y la participación en las actividades que son de su competencia.

La Ley Orgánica de Educación del 2009 establece que “El Estado asume la educación la educación como proceso esencial para promover, fortalecer y difundir los valores culturales de la venezolanidad. En consecuencia ”…planifica, promueve, supervisa, coordina y ejecuta programas, actividades y acciones destinadas a garantizar la idoneidad de los trabajadores y las trabajadoras de la educación, la infraestructura, la dotación y equipamiento, los planes, programas, proyectos, actividades y los servicios que aseguren a todos y todas igualdad de condiciones y oportunidades, y la promoción de la participación protagónica y corresponsable de las familias, la comunidad educativa y las organizaciones comunitarias, de acuerdo con los principios que rigen la presente Ley. El Estado asegura el cumplimiento de estas condiciones en las instituciones educativas privadas autorizadas”.

Siendo uno de los fines de la educación “El derecho pleno a una educación integral, permanente, continua y de calidad para todos y todas con equidad de género en igualdad de condiciones y oportunidades, derechos y deberes”, el Estado está obligado a promover una consulta a la población para garantizar el derecho y la obligación que tienen las comunidades, padres y representantes, instituciones culturales, deportivas, organismos públicos y privados, comerciantes, instituciones religiosas, gremios, etc., a fin de diseñar estrategias y proponer acciones para la “construcción del modelo educativo que necesita la sociedad venezolana a partir del análisis de la realidad política, social, cultural y de las necesidades detectadas en dicho análisis” a fin de ”alcanzar un nuevo modelo de escuela, concebida como espacio abierto para la producción y el desarrollo endógeno, el quehacer comunitario, la formación integral, la creación y la creatividad, la promoción de la salud, la lactancia materna y el respeto por la vida, la defensa de un ambiente sano, seguro y ecológicamente equilibrado, las innovaciones pedagógicas, las comunicaciones alternativas, el uso y desarrollo de las tecnologías de la información y comunicación, la organización comunal, la consolidación de la paz, la tolerancia, la convivencia y el respeto a los derechos humanos”.

Por supuesto, quien conciba a la educación como un mero acto de apropiación de conocimiento, como un acto mercantilista basado en la explotación del trabajador y la productora de riqueza personal, basada en la división social del trabajo, promotora de desigualdad social, generadora de exclusión y promovedora del elitismo academicista, impulsora del consumismo y la transculturización para fines comerciales, cultivadora del individualismo y el egoísmo no puede estar ni de acuerdo con los fines de la educación previsto tanto en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela ni con la LOE 2009, porque ambos instrumentos jurídicos surgieron a partir de la consulta al pueblo y de la aprobación por parte del mismo, en consecuencia, oponerse rotundamente a una consulta es el mecanismo con el que se supone se “deslegitima el modelo educativo”.

Con lo que no han contado la minoría elitista y exclusivista que se opone a la consulta, a la “Res. 058” y a la participación de la comunidad en el proceso educativo en la escuela, es que “el pueblo venezolano, ese pueblo que ha soportado la desacreditación durante siglos por parte de los sectores adinerados del país, de los que se sienten dueño del destino del país, dueños de los medios de producción y dueños de la riqueza emanada del trabajo y la explotación; ese pueblo que ha aprendido a defender sus derechos y a cumplir sus deberes, ese pueblo que se ha incorporado al proceso revolucionario en carne y hueso, ese pueblo está decidido a construir una patria nueva, basada en la justicia, la igualdad, el derecho a la participación, protagonista y con una visión de futuro, y por supuesto, construir el modelo educativo que le garantice una educación de calidad para sus hijos.

Los “escuálidos” se quedarán con la cultura del blackberry, el facebook, los McDonald, la Cocacola y la “guarimba académica”. No les queda otra”

carrodcas@gmail.com


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Carlos M. Rodríguez C

Estudió en la UCV. Docente jubilado

 carrodcas@gmail.com

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