Hace poco Leonardo Carvajal declaró que la Consulta sobre la calidad educativa que adelanta el Ministerio de Educación es positiva y que la Asamblea Nacional de Educación se incorpora a la misma.
Conociendo al personaje es como para sospechar que algo extraño está ocurriendo en la esquina de Salas como para que éste declarado enemigo de la educación pública, gratuita e incluyente que desde el año 1999 promueve el gobierno nacional ande con las zalamerías que anda.
Carvajal, un conspicuo representante de la derecha, enemigo jurado de las transformaciones educativas que impulsó el Comandante Chávez; acérrimo enemigo de la Colección Bicentenaria, aunque ahora diga que han hecho un estudio crítico de los textos, con lo que intenta ocultar que participó en una feroz campaña de satanización de estos; acérrimo enemigo de la Educación Bolivariana y quien se ha dedicado a denunciar, sin fundamentos ni ningún tipo de evidencias, que la educación que se imparte solo busca ideologizar a los niños y niñas, ahora parece comenzar a mostrarnos un rostro desconocido.
Llama profundamente la atención que expresó, en reciente ponencia en el Centro Internacional Miranda (CIM), que coincide en muchos de los planteamientos que ha hecho la actual viceministra Zoraya El Ackar, una de las teóricas, por cierto de la consulta sobre la calidad educativa, http://www.aporrea.org/actualidad/n250803.html
Carvajal reconoce que apenas ha estudiado seis de los setenta libros de la Colección Bicentenaria, pero ello no lo inhibió durante tres años de participar en la feroz campaña de descrédito contra dicha colección. Lástima que antes no habló Carvajal de los muchos “aciertos pedagógicos” presentes en la Colección Bicentenaria, como lo hace ahora, quizás ello habría contribuido a minimizar el rechazo que la sociedad civil mantiene contra esta maravillosa política que impulsó el Comandante Chávez.
Nunca antes dijo este personaje que valoraba positivamente la política impulsada por Chávez de entregar libros a los niños, ni se atrevió a mencionar antes que ya Leoni y Caldera, durante la cuarta república, impulsaron políticas educativas similares, con lo que se favorece la economía de los padres, además de asegurar que los niños dispusieran de textos escolares. Lo dice ahora, cuando pretende mostrársenos como la negación del Carvajal enemigo de la educación pública y popular. Educación que sí promovió Chávez y que con la Revolución se ha repuntado. Ahora hace señalamientos “sensatos, patrióticos y profesionales” a la Colección Bicentenaria, lástima que antes solo politiquería barata fue lo que prevaleció en sus planteamientos respecto al tema.
Además de diversas referencias anecdóticas para soportar algunos de los comentarios relacionados con la importancia de la calidad educativa Carvajal no desperdició la ocasión de hacer propaganda a la UCAB; tampoco dejó de insistir en el papel de los expertos de educación en la construcción del currículo, incluido él por supuesto; expresó su alegría porque el Ministro Rodríguez, interpelado por él, expresó que la Resolución 058 es parte de la Consulta.
En fin de cuentas, este exMinistro de Educación, por escasas horas, del gobierno de facto de Pedro Carmona Estanga y de la derecha oligárquica que el año 2002 derrocó al Presidente Chávez está empeñado en mostrarnos un rostro que en los 14 años precedentes no le conocimos.