Hay quienes pretenden cargar sobre la educación la culpa de los problemas sociales. Al revés, esta es la víctima de un modelo económico y político estructurado para beneficio de unos pocos ("el mercado"). El problema no es el dinero que se invierta, sino qué modelo se desea en función del país que queremos construir. Ambas decisiones exceden el ámbito de la enseñanza y deben ser fruto del debate democrático.
Crecimiento económico no es sinónimo de desarrollo, entendido como mejoramiento constante de la calidad de vida de las personas, lo que se evidencia en el proceso educativo panameño. En junio, la Asociación de Educadores Veragüenses (Aeve) hizo un balance de los cinco años de gestión de la administración Martinelli-Molinar, y los números que arroja son dramáticos, pese a la aparente "prosperidad" del quinquenio martinelista.
Hubo un aumento en números absolutos de la cantidad de analfabetas en Panamá, que en 2008 eran 148 mil personas y, en 2013, ascendieron a 159 mil. A nivel preescolar, uno de cada tres niños está fuera de la cobertura del sistema. Hubo una reducción relativa de las deserciones respecto de 2008, pero en primaria. En 2008 hubo 46 mil 706 estudiantes reprobados incrementándose a 46 mil 803 en 2012. Hay que añadir 47 mil 775 aplazados en ese último año.
En las áreas rurales el 81.4% de las escuelas sigue siendo multigrados. En la premedia, hubo un aumento notable de escuelas multigrado, que pasaron de 33.5% en 2010 a representar el 45.7% en 2012. Las de nivel primario oficial se redujeron de 2 mil 979, en el año 2008, a 2 mil 971 en 2012. Las escuelas oficiales en premedia y media se incrementaron de 638 a 963. No se hicieron más planteles, las primarias se ampliaron a premedias. El 35.6% de las primarias aún carece de agua potable, lo que se agrava en las zonas indígenas hasta el 64.3%. Persisten 783 escuelas sin electricidad.
Entre 2010 y 2014, el Meduca gastó $135.4 millones en 344 proyectos, a un promedio de $27.1 millones por año. Si se estiman los miles de millones gastados en carreteras se puede apreciar lo irrisoria de la cifra. Pero el grueso de esa inversión se fue a las "escuelas de excelencia", 11 en todo el país.
¿Cuál fue el resultado académico de las "reformas" de Molinar? El Meduca prohibió las pruebas PISA, pero se mantiene la prueba de conocimientos académicos para entrar a la Universidad de Panamá. Resultados: en 2008, solo la aprobó el 43% de los estudiantes; en 2012, el 42.7%. Respecto a la prueba "verbal", en 2008, la aprobó el 51.9%; en 2012, hubo un ligero retroceso a 51.2%. Mientras que en la "numérica" aprobó el 30.7%, en 2008, disminuyendo los aprobados al 28.8% en 2012.
En fin, luego de cinco años de guerra de la ministra Molinar contra los gremios docentes y contra el movimiento estudiantil el resultado de su gestión se puede evaluar como un fracaso.
¿La nueva ministra y el nuevo gobierno pueden cambiar las cosas? Lo dudamos, si no se rompe con el modelo económico y educativo neoliberal impuesto por los organismos financieros internacionales.
