10 meses de gloria

El número diez representa plenitud, precisión, virtuosismo. Su significado se vincula a una alta capacidad para lograr todo lo propuesto aunque esto implique asumir todos los riesgos que tal tarea conlleva. El 10 es mi número, ¿será porque nací un 10 de diciembre? Diez meses estuve al mando de la Universidad Nacional Experimental de las Artes, la más importante del país ya que una revolución para que sea irreversible debe ser cultural.

Desde el 29 de agosto de 2017 al 29 de junio de 2018, diez meses complejos, intensos, aunque felices y feraces, se emprendió el camino por el espacio inmenso que hay entre la Independencia y la Libertad, como nos dice Simón Rodríguez. Lograr 10 objetivos no es cualquier cosa: (1) Posicionar al defensor del Libertador del Mediodía de América así como reivindicar a César Rengifo, Aquiles Nazoa, Modesta Bor, Ludovico Silva, Humberto Orsini, Candelario Arai y María Luisa Escobar con la finalidad de darle sustento epistémico a Unearte; (2) crear nuevas sedes y (3) nuevos programas de formación; (4) repotenciar la planta docente con artistas e intelectuales de la talla de Alberto Ravara, Edsijual Mirabal, Gerónimo Pérez Rescaniere, Yorlando Conde, Luis Miguel Badaraco, Roque Zambrano, Lourdes Manrique, Enza García, Aurora Barrios, entre otras y otros, y en paralelo revisar y pulir el baremo de ingreso a través de los concursos de oposición; (5) reabrir las salas de cine Margot Benacerraf y Marianela Alas; (6) asumir la formación en el VII Festival Internacional de Teatro; (7) publicar el trabajo creativo e investigativo que se hace en la universidad; (8) pintar la universidad de zambo, de negro, de indio a través de Barrio Uneartista; (9) articular con distintos entes como ANTV, Cinemateca Nacional, El perro y la rana, las embajadas de India y Bolivia, Inces, la Villa del Cine, etc. para minimizar esfuerzos; y (10) reconocer, validar y acreditar el aprendizaje de honorables artistas, maestras y maestros pueblo a través del Plan Bárbaro Rivas y de la imposición de los títulos de maestras honorarias y maestros honorarios; y, a la vez, crear Homenajearte, tribuna para honrar y reconocer a mujeres y hombres del quehacer artístico venezolano; son diez objetivos transformadores.

Los antiguos Centros de Estudios y Creación Artística, conocidos cada uno por sus siglas CECA, hoy son Centros Rodrigueanos de Emancipación Artística (CREA) donde, cual péndulo, se busca el punto de equilibrio entre la estética y la ética. Todos tienen un epónimo: el de Plaza Morelos, Aquiles Nazoa; el de Caño Amarillo, Armando Reverón, el de Sartenejas, Modesta Bor; el de Anzoátegui, Candelario Arai; el de Nueva Esparta, Santiago Mariño; el de Portuguesa, Argimiro Gabaldón; el de Mérida, Las heroínas; y los nuevos Creas de Cojedes, Amado Lovera; Falcón, Olga Camacho; Barlovento; Bolívar, Isidora Agnes; Yaracuy, Otilio Galíndez; Lara, Rodrigo "El chueco" Riera; Zulia, Juan de Dios Martínez; Carabobo, María Luisa Escobar; Barinas, Alberto Arvelo Torrealba y Guárico, Antonio Estévez.

Adicionalmente a los Programas Nacionales de Formación que existen (Artes plásticas, Audiovisuales, Música, Danza, Teatro, Historia y Educación para las artes) se desarrollaron los diseños curriculares en Letras y Comunicaciones, Creación de Sonidos, Poderes Creadores del Pueblo, Nuestros Sabores, Arquitectura, Orfebrería y Joyería y a nivel de postgrado, Cine Documental, a cargo de las documentalistas Liliane Blaser y Lucía Lamanna, que se suma a los programas nacionales de formación avanzada en Historia, y Artes y Culturas del Sur.

Se publicaron diez trabajos: (1) Manuelas y Camaradas del poeta Luis Miguel Delgado Arria, asesor del rectorado y mi candidato a ejercer la Secretaría de la universidad; (2) ¡Bolívar vive! del cimarrón sentipensante José Gregorio Linares, estudiante del doctorado en Historia y mi candidato a Vicerrector de Desarrollo Territorial de Unearte; (3) Hacia la Universidad del Pueblo, compilación y coordinación de la profesora Alexandra Mulino en el que escriben la pedagoga Elizabeth Leal, Directora de Currículo de Unearte y mi candidata a Vicerrectora Académica y el arquitecto Héctor Torres Casado, asesor del rectorado y mi candidato a Vicerrector del Poder Popular; (4) Jornadas de Investigación Unearte 2017: Saberes y creación artística desde nuestro Sur, escrito por un colectivo de profesoras y profesores de distintas universidades del país; (5) el número 27 de la revista Theatrón que dirige nuestra profesora Carlota Martínez del Crea Aquiles Nazoa; (6) Cómo escribir para batería del profesor Willy Díaz del Crea Modesta Bor; (7) Manifiesto de los Preparadores, escrito por estudiantes preparadoras y preparadores de todos los CREA de Unearte como resultado del Taller Nacional de Preparadores Unearte 2017; (8) Antología del Desorden del poeta Efraín Valenzuela, Maestro Honorario de Unearte; (9) Caminos del Cuerpo del profesor Carlos Paolillo del CREA Aquiles Nazoa y (10) el Credo de este humilde obrero de la palabra con el que inauguré en mi rol de rector las III Jornadas de Investigación de Unearte.

Si logramos que cada Escuela de Arte del Ministerio del Poder Popular para la Cultura y del Ministerio del Poder Popular para la Educación sea un núcleo de Unearte, así como cada espacio de formación donde hacen vida nuestras muchachas y muchachos del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela, engrandeceríamos el alma artística de la Patria.

Mi agradecimiento eterno a mi camarada, amiga y hermana de la vida Alejandrina Reyes por invitarme a ser rector de esta hermosa casa donde dialogan las creaciones. Entregué lo mejor de mí. Fui fiel a mis principios. No hice concesiones con nadie. Fui feliz en estos diez meses, disfruté cada concierto, cada presentación, cada obra teatral, cada ensayo polifónico, cada exposición fotográfica, cada muestra pictográfica, cada entrevista, cada pinacoteca, cada conferencia, cada diálogo, cada encuentro, cada reunión, cada clase, con el fervor de quien se quiere comer la vida. Conocí gente bella e hice amistades maravillosas porque, como Aquiles, "creo en la amistad como el invento más bello del hombre".

En la escuela pitagórica se tomó el número diez como sinónimo de perfección. Quienes nos identificamos con el número 10 somos fuertes, decididos, enérgicos, carismáticos, por ello vencemos en todo aquello que nos proponemos porque tenemos una máxima "o todo o nada". Vamos a la guerra sólo si tenemos una opción: ¡Triunfar! ¡Bienvenida, mi rectora cantora!



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Alí Ramón Rojas Olaya

Músico. Promotor cultural. Docente.

 elrectordelpueblo@gmail.com      @rojasolaya

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